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Los ojitos de Jungkook se vuelven pequeños ante la sensación de sentir (cerca) los labios de Yoongi en su cuello.

Aprieta con sus manos ante la anticipación y Yoongi de ríe en su nuez de Adán. La verdad es que nunca llega a tocarlo, por mas que este apretando levemente su cintura por encima del pijama.

—¿P-puedo intentarlo yo?

—No quiero llevar marcas...tengo que ir a algunas cosas de la empresa esta semana, y reuniones. —Explica Yoongi.—Puedes hacerlo en donde no se vea...

—¿Y dónde es ese lugar?

Yoongi se siente algo avergonzado. La verdad es que no se ve teniendo marcas, y mucho menos pidiéndolas pero los ojitos de Jungkook son tan persuasivos que no puede evitar señalar un poco mas abajo de sus clavículas.

Jungkook desabotona la camisa de pijama de su novio (al menos tres o cuatro botones) y lo intenta marcar.

Su piel es sensible y se queda marcado enseguida, pero no parece satisfecho. De hecho, se siente hasta culpable por marcar tan linda y suave piel nívea.

—Definitivamente. No me gustan las marcas en ti Hyung.

—Lo supuse.—Musita ya que em tampoco es que haya sentido mayor estimulación. De hecho, fueron mas cosquillas que otra cosa. —¿Quieres que lo haga en ti? ¿O descartamos la idea? Lo pregunto porque fuiste muy vocal con el tema.

—No lo sé.

—Haré una pequeñita. —Dice en voz baja.

—Okey.—Dice alzando el pulgar y Yoongi pone una mano en su pecho, para luego acostarlo poco a poco.

Las manos descansan a los dos lados de su cabeza, como si estuviera desarmado, sus talones clavados en el pie de la cama y su mirada expectante. Mira a Yoongi como si de un mago se tratara, con cautela y sin perder detalle cuando ve que este lleva una mano a su pierna, y la hace bajar mientras la otra, la acaricia y la abre de forma lateral, para hacerse espacio y dejar la mitad del cuerpo inclinado sobre Jungkook. Sus cuerpos están cerca, pero no tanto como para desarmar corazas y hacer latir corazones.

Las manos varoniles, grandes y venosas se acercan por el interior del muslo del menor al abdomen bajo, y en ese punto, Jungkook se pregunta ¿por que tanta parafernalia para hacer un chupetón?

La traviesa diestra sigue camino por los botones, y aunque no los desabroche hasta llegar a la mitad superior, Jungkook se remueve impaciente, y alza la nuca para ver mejor al pálido, pero tan pronto ve que este esta acercando su boca a su cara, la vuelve a dejar descansar sobre el colchón como vano intento de recuperar algo de espacio. Y poder respirar.

Sus narices se tocan, Yoongi besa su mejilla y cuando baja con dos besos por la mandíbula, siente la mano de Jungkook, que hasta entonces descansaba al lado de su cabeza, para enredarla en la nuca de este y apretar.

Los ojos se le cierran de inmediato y al sentir la lengua en su manzana de Adán, gime apretando la cara ajena a su cuerpo.

Es una succión, pequeña, pero que ha hecho que una de sus piernas prácticamente abracen la cadera del pálido para que no se vaya.

—M-más.—Jadea.

Y es que en ese momento, Jungkook no piensa en la marca, si no en el estímulo.

Yoongi no es partidario de dejar marcas, de hecho, siempre las visto como algo de mal gusto. Pero Jungkook no deja de pedirle que vuelva a hacerle sentir cosquillas. Y él no es quién para impedírselo.

I WANT LOVE | YoonkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora