Tóxica -Jenlim - Jenlisa -GIP

CAP 31

∆POV LEO

Jennie me mete a su casa, prácticamente arrastrándome por el brazo como si yo no tuviera opción. Sujeta mi mano con tanta fuerza que siento que ni siquiera vale la pena intentar soltarme. Caminamos por el pasillo hasta su habitación, el lugar que tantas veces he visitado pero que hoy parece distinto, como si las paredes se hubieran cerrado sobre nosotros.

-Siéntate en la cama-ordena Jennie, sin siquiera mirarme.

Me siento a regañadientes, dejando caer mi peso en la cama con una mezcla de molestia y resignación. ¿Qué más da? De todas formas, aquí estamos otra vez, en una de nuestras miles de discusiones. Jennie se mueve rápidamente, sacando el botiquín como si hubiera hecho esto un millón de veces antes.

La veo sacar el alcohol y las gasas, y antes de que pueda decir algo, siento el ardor del alcohol en mi pómulo.

-¡Ah! Jennie, ve con cuidado,-me quejo, moviéndome un poco.

-Deja de quejarte-responde ella, su tono cortante.-Así aprenderás a qué no deberías de estar en un billar.

-¿En serio? ¿Vas a empezar otra vez con eso?- digo, mi irritación aumentando con cada palabra que sale de su boca. -Como si tuviera que darte explicaciones ahora. ¿A ti qué te importa lo que hago? Mejor deberías estar al pendiente de Kai, ¿no?

Jennie se detiene por un segundo, lo suficiente para que sienta el cambio en el ambiente. Ella me mira con esos ojos que siempre tienen una mezcla de furia y control.

-¿Qué acabas de decir?

-Lo que oíste- digo, mi voz cargada de sarcasmo.-No entiendo por qué te importa tanto lo que hago. Deberías estar más preocupada por lo feliz que te hace ese idiota. Ya lo dejaste claro.

Ella coloca el algodón con más fuerza de la que necesita. Me duele, pero trato de no quejarme otra vez. No quiero darle la satisfacción.

-No sé por qué sigues trayendo a Kai a la conversación-dice Jennie, aunque su tono claramente indica que no está tan tranquila como pretende. -No tienes por qué estar celoso de alguien que ni siquiera está aquí.

-¿Celoso? Por favor es lo que llevas haciendo tú todo este tiempo siempre estás celosa de toda las chicas que se acercan a mi -digo, negando con la cabeza.-No es que esté celoso, Jennie. Es que tú misma dijiste que Kai te hizo feliz, más de lo que yo lo he hecho últimamente, ¿no? Eso sí duele, ¿sabes?

Ella guarda silencio por un momento, concentrada en curar mi herida, pero sé que mis palabras han llegado a algún lugar dentro de ella.

-Lo dije en un momento de enojo- responde finalmente, aunque su tono sigue siendo cortante.

-Claro, siempre es eso, ¿no? Dices las cosas cuando estás enojada y luego esperas que yo las ignore. Pero cuando soy yo quien dice algo, todo se convierte en una discusión enorme-digo, mi frustración acumulada saliendo a borbotones.

-¡Deja de hacerte la víctima, Leo!- Jennie levanta la voz, y puedo sentir su enojo al borde de explotar. -Si tanto te duele lo que dije, tal vez deberías pensar en cómo me haces sentir tú. Yo soy la que también tengo que ver cómo las chicas se te acercan y te quieren tocar y en especial como no las apartas, ignorando todo lo demás. ¿O vas a decirme que eso tampoco importa?

-¡No es lo mismo, Jennie!- grito, levantándome de la cama. -No es lo mismo, porque cuando tú haces algo mal, yo siempre soy el que termina pidiendo disculpas. Siempre soy yo el que intenta arreglar las cosas. Pero tú... tú nunca admites que también te equivocas, nunca me han interesado ni mucho menos he dicho que son mejores que tú por qué yo se mas que nadie que eso no es verdad que no te puedes meter eso en la puta cabeza y sabes me está dejando de importar todo lo que piensas.