CAP 44

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POV LEO

Mientras estaba en mi habitación, me dejé caer en la cama y saqué el teléfono del bolsillo. Mi vista se fijó automáticamente en la conversación con Jennie. No había mensajes nuevos, pero eso no importaba; siempre terminaba ahí, revisando nuestra última conversación.

Mis dedos comenzaron a teclear algo, como si fuera una costumbre que no podía abandonar. Siempre le escribía cuando salía, siempre le avisaba qué estaba haciendo, dónde iba a estar. Era algo natural para mí. Pero esta vez me detuve. Ella ya no era mi novia. -¿Para qué le vas a escribir?- me dije en voz baja. -Ya no tienes que hacerlo. Esto se acabó.

Aún así, la necesidad seguía ahí. El peso de no decirle lo que estaba a punto de hacer me resultaba casi insoportable. Como si el mundo no estuviera bien si no le decía a Jennie que estaba por salir con los chicos. Pero, ¿para qué? Si ya no éramos nada. No éramos una pareja.

Suspiré, dejando caer el teléfono sobre la cama. -¿Le escribo o no?- murmuré rascándome la cabeza mientras miraba el techo. Parecía una pregunta absurda, pero para mí era más difícil de lo que parecía.

Finalmente, decidí apagar el celular, dejándolo a un lado como si al hacerlo pudiera también apagar esos sentimientos que todavía me atormentaban. Me levanté de la cama y me dirigí al baño. -Esto no tiene sentido. Tienes que superarlo- me repetí, como si eso fuera suficiente para convencerme.

Entré a la ducha, dejando que el agua caliente cayera sobre mí. Sentía que me limpiaba más que el sudor y el cansancio del día; era como si intentara lavar las huellas que Jennie había dejado en mi mente. -Esta noche es para distraerte, Leo. Solo olvídala por un rato- murmuré para mí, mientras cerraba los ojos y me enfocaba en la sensación del agua sobre mi piel.

Sabía que el antro no iba a ser la solución, pero por lo menos, por unas horas, quería dejar de pensar en ella.

-Olvídala... aunque sea por esta noche,- me repetí una vez más, como si eso pudiera hacer la diferencia.

Y con esa idea, salí de la ducha, listo para dejarlo todo atrás, al menos hasta que la noche terminara.

Me estaba terminando de bañar cuando el recuerdo me golpeó de nuevo. Me miré en el espejo empañado por el vapor y ahí estaban, las marcas. Los chupetones que Jennie me había dejado el día de ayer. Mi reflejo parecía una burla de la situación, recordándome que por más que intentara escapar, algo de ella siempre se quedaba conmigo.

Suspiré. -¿Por qué siempre que intento olvidarla tiene que haber algo que me lo recuerde?- me pregunté en voz baja, pasándome la mano por el cuello. Era absurdo. No podía seguir así, enganchado a algo que ya no existía. Jennie ya no era mía.

-Buscaré luego cómo quitar esto- murmuré mientras seguía observando las marcas, apretando los labios. No tenía sentido seguir pensando en ella. El caso es que esta noche no era para revivir viejos recuerdos, era para olvidarlos. Así que dejé de lado las marcas y me centré en lo que tenía que hacer.

Abrí el armario, buscando algo decente que ponerme. Algo que no me recordara a esas veces que Jennie me ayudaba a escoger la ropa o incluso cuando le molestaba que me ponía ya que decía que se me marcaban mucho los músculos y de seguro quería que las chicas me vieran , sacudí mi cabeza olvidando esos recuerdos. Al final, opté por una camiseta beige sencilla, unos jeans oscuros y una chaqueta marrón clara que hacía juego. Me miré en el espejo de nuevo, arreglándome el cabello con las manos. Todo estaba en su lugar. Eran las 6:20 y ya iba justo de tiempo.

Bajé las escaleras para despedirme de mis padres antes de irme a la casa de Jisoo. Los encontré sentados en la sala, mi papá leyendo el periódico y mi mamá viendo la televisión.

Tóxica -Jenlim - Jenlisa -GIPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora