Tóxica -Jenlim - Jenlisa -GIP

CAP 59

∆POV WINTER

Voy caminando por los pasillos, de camino al gimnasio. El entrenador me pidió ayuda para organizar algunas cosas de las actividades de mañana, y como buen samaritano que soy, acepté. Aunque no puedo decir que no me viene bien mantenerme ocupado, más cuando mi mente sigue dando vueltas a cosas que debería dejar ir.

Al caminar para ir al gimnasio tenía que pasar cerca del salón de Karina, no puedo evitarlo. Mi mirada se desvía hacia la puerta, buscando instintivamente entre sus compañeros. Busco esa figura familiar, esa silueta que conozco tan bien. Pero no la veo. Solo están sus compañeros, algunos hablando entre sí, otros distraídos con sus teléfonos o lo que sea.

¿Dónde estará? Me lo pregunto en silencio, aunque sé que no debería importarme. Ya no somos nada. Lo repito para mí mismo una y otra vez, como un mantra que intento creer. Karina y yo terminamos, y no hay razón para que siga preocupándome por lo que hace, dónde está, o con quién está.

Me detengo por un segundo, viendo cómo una parte de mí aún quiere saber, quiere entender si está bien, si está feliz o si piensa en mí... Maldita sea, ¿por qué me sigo torturando con esto? No tiene sentido. Karina puede hacer lo que quiera con su vida ahora. Yo no soy parte de eso, y no debería importarme.

-Vamos, Winter, deja de hacerte ideas- me regaño mentalmente mientras paso de largo, sin mirar más hacia ese salón vacío sin ella.

Me esfuerzo por dejarla atrás, por seguir caminando hacia el gimnasio. Pero algo dentro de mí sigue ahí, esa parte que aún la recuerda, esa parte que aún no ha aprendido a dejar ir completamente.

Sigo caminando, intentando enfocarme en lo que tengo que hacer. El gimnasio, el entrenador, las actividades de mañana... Eso es lo que importa ahora.

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∆POV KARINA

Estaba sentada en las gradas, observando cómo la tarde caía sobre el campo de la escuela, el lugar donde tantas cosas habían pasado y tantas otras aún estaban por suceder. A mi lado, Yeri suspiraba de vez en cuando, con la mirada fija en el horizonte, sumida en sus pensamientos. Ambas sabíamos que nuestras amigas se habían ido hace rato, y ahora solo estábamos nosotras, como si el silencio nos invitara a reflexionar.

-¿Estás pensando lo mismo que yo? -me preguntó Yeri, rompiendo el silencio, mientras jugaba con una de las pulseras en su muñeca.

La miré y asentí. -Sí... ¿Tú crees que deberíamos ir a buscarlos? -dije, refiriéndome tanto a Winter como a Wendy, aunque la pregunta parecía tener un peso aún mayor para cada una de nosotras.

Yeri rió, pero no con alegría, sino con esa especie de resignación que viene cuando no estás segura de lo que realmente quieres hacer. -A veces pienso que sería más fácil si no sintiéramos tanto por ellos... pero aquí estamos, cuestionándonos si deberíamos correr tras ellos otra vez.

La entendía perfectamente. Winter tenía esa habilidad de hacerme sentir como si fuera la única persona en el mundo y, al mismo tiempo, me volvía loca con su forma de actuar. Su presencia era tan constante, tan... inigualable, que no podía evitarlo. No importaba cuántas veces le diera vueltas en mi cabeza; él siempre terminaba siendo mi pensamiento final del día.

-No sé si puedo seguir así, Yeri. Cada vez que trato de olvidarlo, aparece de nuevo en mi vida, como si fuera inevitable -dije, mi voz sonando más frágil de lo que hubiera querido.

Yeri me observó, y pude ver en sus ojos que ella también cargaba con sus propios sentimientos. -Te entiendo. Wendy también tiene esa forma de entrar y salir de mi vida, y aunque intento hacerme la fuerte, me doy cuenta de que... lo necesito a mi lado. Y cada vez que pienso en ir a buscarlo, siento que estoy traicionándome a mí misma. Como si al hacerlo, estuviera perdiendo una parte de mi orgullo.