Instinto

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-Go-go-go-men...- chirrió una voz.

Kakashi rió nerviosamente detrás de su libro, mientras sus ojos se arqueaban en U. Allí, enfrente de él, sus alumnos y Haku estaba entrenando. Puesto que el puente no estaría listo hasta tres días, Kakashi fue obligado por sus molestos alumnos a que les enseñara algo, así que tuvo que pensar algunas lecciones para que ellos hicieran. Gracias a Kami-sama, Haku se había ofrecido a ayudar. Así que hoy entrenaban el tiro al blanco.

Ahora, normalmente, Sasuke era el mejor en este rango. Sin embargo, teniendo a Haku justo junto a él y a Naruto que no era ningún tonto, las cosas se complicaban.

Desde que Haku y Zabuza se les habían unido y el mayor decidió ir a Konoha con ellos, Kakashi pudo notar un brillo de entendimiento en sus ojos azules, cuando veía cuan nervioso se ponía su mejor amigo cada vez que estaba cerca del dueño del Hyotôn. Y siendo el heredero prestigioso de los Merodeadores que era, Naruto hacía lo posible por poner en situaciones desconcertantes a su mejor y nuevo amigo, respectivamente.

Ahora mismo, Naruto le había pedido a Haku que le trajera los kunais que no dieron en el árbol, el chico aceptó y tuvo que agacharse para ello, dando un gran panorama de su pequeño trasero a Sasuke, quien en ese momento estaba lanzando sus propios shurikens y por la sorpresa y desvío de sus ojos, casi clava a Inari en un árbol.

-¡Idiota! ¡Fíjate para donde tiras esas cosas!- chilló el niño, que si bien ahora consideraba a sus héroes a los Shinobis de Konoha, todavía sentía algo de recelo hacia ellos. Sobre todo Sasuke, que gracias a Naruto, Inari lo consideraba un teme malo.

-Ya te dije que lo siento.- murmuró en voz baja, sus mejillas ardientes del rubor.

-Jujuju...- rió malicioso Naruto, a su lado. Sasuke estuvo tentado a lanzarle un kunai, pero no quería desconcertarse más enfrente de Haku.

-Bien, pequeños monstruos, ahora pueden descansar... tienen una hora y después deben volver.

Naruto farfulló contento y exclamó que iba a prepararse grandes cantidades de ramen, mientras Gaara volvía su arena en forma de kunais a la normalidad y la manipulaba para que entrara a su vasija. Sasuke recogió sus instrumentos, todo momento evitando mirar a Haku a la cara, mientras Sakura se quejaba de que estaba arruinando su perfecta manicura.

Haku siguió a los shinobis de Konoha, con una sonrisa contenta en sus labios. Hace años que él no tenía la oportunidad de estar con gente de su edad y bien... hacer lo que gente de su edad hacía.

Una vez solo en el claro del bosque, Kakashi suspiró y cerró su Icha-Icha, luego giró su cuerpo, para buscar un lugar cómodo donde poder leer sentado, pero la presencia de Momochi Zabuza, que estaba muy cerca de allí afilando su espada, lo detuvo.

Kakashi crispó su nariz, mientras el olor que sintiera desde hace días inundó nuevamente sus sentidos. Al principio estuvo desconcertado por sentir tal cosa, pero luego llegó a su mente una conversación que tuviera con su papá hace un largo tiempo.

FLASH BACK

-Papá y... ¿ese asunto de la mezcla de nuestra familia con los hombres lobos, qué puede llegar a causarme?

-La verdad es que no sé, 'Kashi-chan.- murmuró su papá, mientras se encogía de hombros. Delante de él estaba Neji, de nueve años, que había insistido a su papá que peinara su larga y hermosa cabellera.- Si mal no recuerdo, la mujer que me dio a luz me dijo que era diferente con cada Black, ella por ejemplo, buscó al hombre más fuerte que pudo encontrar entre los sangre pura, unos de mis tíos me dijo una vez que buscó una pareja que tuviera el mismo gusto por la carne semi cruda como él.- hizo muecas.- y yo mismo... busqué a tu padre porque me dio seguridad en esa misión, con él me sentía seguro. Sin embargo, con el padre de Neji-kun, me sentí atraído por su poder y entereza.

Pacto Con Shinigami-samaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora