¿Qué debía hacer? La tenía justo frente a él, tan cerca. Sentía el impulso de extender el brazo, de tocarla nuevamente, abrazarla... Suplicarle perdón. En ese instante, quería arrodillarse y rogarle que lo perdonara. Anhelaba verla otra vez con esos ojos llenos de amor y travesura, escuchar su risa mientras la sostenía entre sus brazos. La echaba tanto de menos. Desde que se separaron, había sentido un vacío que lo consumía, y no la había vuelto a ver hasta hoy.
Sus impulsos luchaban por controlarse; quería correr hacia ella, preguntarle cómo estaba. Una ola de preocupación lo invadía al verla tan delgada, desgastada, con una mirada que reflejaba cansancio y dolor. Aunque ella intentara ocultarse, él la reconocía. No importaba cuánto esfuerzo pusiera en pasar desapercibida, él siempre la encontraría en la multitud, porque, al final, su mirada siempre terminaba buscándola.
-Carlos: ¿Te acercarás?
-Lukas: No, aún no. Mejor sigamos.
-------------------------------------------------------------No podía concentrarse. Su mente vagaba de un pensamiento a otro, incapaz de fijarse en algo concreto. Cada vez que intentaba decidir, se perdía en el caos de sus dudas, y al final, quedaba paralizado, sin tomar ninguna decisión.
Caminó hasta la tienda de conveniencia más cercana, esperando que el aire fresco y el movimiento despejaran su mente, pero nada parecía funcionar. Frente a las estanterías, su mirada se perdía entre las bolsas de bocadillos sin realmente verlas. No podía soportarlo más. Sin pensarlo, tomó varias bolsas al azar, fue hacia los congeladores y agarró unas cuantas paletas de helado. Estaba furiosa. ¿Cómo era posible que hubiera pasado tanto tiempo y él no hubiera aparecido? ¿Es que acaso no le importaba? ¿Por qué no había venido a suplicar su perdón?
En su mente, tenía listo un discurso cargado de desprecio, preparado para cuando lo viera. Le expresaría todo su enojo, lo haría sufrir como ella lo había hecho. Entre paleta y paleta, intentaba calmar su ira con algo dulce, pero nada lograba apaciguar el fuego dentro de ella.
Suspiró profundamente, sintiendo que las lágrimas estaban a punto de salir. Levantó la mirada al cielo, tratando de contener el llanto, y finalmente se dejó caer en unas escaleras cercanas. Unas gotas comenzaron a caer, anunciando la inminente lluvia, pero no le importaba. Solo quería sentir el agua sobre su piel y dejar que el dolor fluyera con ella. Estaba cansada, harta de todo.
De repente, se dio cuenta de que no sentía ninguna gota. Alzó la vista y, para su sorpresa, vio aun joven tapándola con su paraguas. Se quedó sin palabras. No lo reconocía, pero por su complexión supo que era extranjero.
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SINFONÍA <<lukanette>>
RomanceMarinette tiene un secreto de su pasado que no le permite ser feliz y abrir su corazón a un amor. Todos los que la rodean lo saben menos los mas alejados y ajenos a ella. ¿cómo superara sus demonios? ¿quién la ayudara?