Felix estaba furioso. -¿Cómo que no pudieron hacer nada? -golpeó la mesa con fuerza, su voz llena de rabia-. ¡Por algo los contraté! Aseguraban ser los mejores -gritaba al teléfono, su paciencia agotada-. ¡Qué me importa si alguien se entrometió! Solo tenían que eliminarlo, pero en lugar de cumplir, se echaron para atrás solo porque parecía peligroso. ¡Menuda manada de estúpidos! -Su ira era palpable-. No me importa cómo lo harán, pero cumplan con su maldita misión. -Sin esperar respuesta, colgó el teléfono con un gesto violento.
Félix se recostó en su silla, todavía temblando de ira, pero su mente trabajaba rápidamente, trazando el siguiente paso. Sabía que Adrien no sería fácil de detener, especialmente si contaba con la ayuda de Nathaniel. Ambos eran meticulosos, y aunque Félix lo despreciara, tenía que admitir que eran inteligentes. Pero él, Félix, siempre estaba un paso por delante. Así había sobrevivido todos estos años, manipulando a su favor cada situación.
Llamó a uno de sus contactos más confiables, un hombre de pocas palabras y aún menos escrúpulos.
-Necesito que mantengas a Adrien y a su gente ocupados. Que no les quede tiempo para investigarme. Que estén tan distraídos que no vean lo que viene. Haz lo que sea necesario, pero que parezca un accidente. Nada que los conecte conmigo -instruyó Félix, su voz ya más calmada, pero helada.
Del otro lado de la línea, solo hubo un asentimiento antes de colgar. Sabía que podía contar con él para mantener las cosas bajo control mientras planeaba su verdadero movimiento.
Mientras tanto, en el apartamento de Adrien, las chicas comenzaban a llegar.
Chloé llegó rápidamente con las chicas, su habitual actitud distante había dado paso a un comportamiento más cálido, casi protector, especialmente cuando se trataba de Marinette. Caminó directamente hacia la sala donde todos estaban reunidos, sin la habitual arrogancia que la había caracterizado en el pasado.
Chloé: "Marinette, ¿estás bien?" - preguntó con genuina preocupación, acercándose y sentándose a su lado.
Marinette asintió con una leve sonrisa, aunque aún se notaba el cansancio en sus ojos. Chloé, sin dudarlo, tomó la mano de Marinette y le dio un apretón suave.
Chloé: "No tienes que pasar por esto sola, ¿de acuerdo? Aquí estamos para lo que necesites". Su tono era firme, pero lleno de empatía, algo que pocas veces había mostrado abiertamente.
Nathaniel, que ya estaba más calmado, se levantó y fue hacia Chloé, envolviéndola en un abrazo desde atrás. Parecía que el simple gesto le daba a ambos una sensación de consuelo. Se notaba que estaban juntos en esto, como un equipo.
Nathaniel: "Es bueno que estés aquí" - murmuró cerca del oído de Chloé, dándole un suave beso en la mejilla. La conexión entre ellos era evidente y sólida, algo que contrastaba con el caos de los acontecimientos recientes.
Marinette observó la escena en silencio, agradeciendo internamente que, a pesar de todo lo que había sucedido, sus amigos estaban allí, unidos y dispuestos a apoyarla en todo momento. Apreciaba la compañía de Chloé, quien, aunque siempre había sido complicada, parecía haber cambiado, mostrando un lado más amable y menos superficial.
Adrien, observando la situación desde el otro lado de la habitación, intercambió una mirada con Nathaniel. Sabían que tendrían que resolver lo que estaba sucediendo, pero al menos, por un momento, todos podían sentir el apoyo que los rodeaba.
Chloé: "Vamos, chicas. No dejaremos que nadie nos asuste, y mucho menos a ti, Marinette". La rubia sonrió con confianza, su típica seguridad ahora estaba al servicio de sus amigos, no de su propio ego.
Nathaniel: "Haremos todo lo necesario para protegerte, Mari. Nadie te hará daño mientras estemos aquí".
Alya aprovechó para levantarse y hacerle un gesto a Adrien para que la siguiera. Entraron en la cocina y cerraron la puerta detrás de ellos.
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SINFONÍA <<lukanette>>
RomanceMarinette tiene un secreto de su pasado que no le permite ser feliz y abrir su corazón a un amor. Todos los que la rodean lo saben menos los mas alejados y ajenos a ella. ¿cómo superara sus demonios? ¿quién la ayudara?