Destino o casualidad [xiaother]

19 - "Lo siento..."

En la mañana siguiente Xiao despertó tras los sonidos de alguien caminando cerca suyo y al sentarse de golpe en el sofá termino espantando a tartaglia quien estaba pasando con una taza de café.

- Mierda...

- Lo siento. - Se disculpo xiao mientras se quitaba la manta qué lo cubría, vestía una pijama del pelinaranja qué había tomado prestada la noche anterior. - ¿Y mi padre?

- Tu papá está un poco cansado aun así que... Sigue durmiendo. - Asintió varias veces de manera sospechosa por lo que xiao solo hizo una mueca, - ¡Oye! ¡No hicimos nada que tu no hayas hecho!

- Bueno, cállate, no me interesa tu vida sexual y mucho menos la de mi padre. Por favor abstente a decir o mencionar algo que pueda hacer caer la integridad de mi padre y la mía, realmente no quiero ni pensarlo. - Hablo rápidamente con una expresión de "Si abres tu boca, te mato". - Usaré el baño.

- Claro.

Xiao fue al baño a hacer sus necesidades y lavarse la cara, debía volver a casa por lo sé cambió a la misma ropa que traía ayer. Miró su celular donde el último mensaje que había recibido era de kazuha que le decía que aether estaría con scaramouche un par de días, porque entendía perfectamente que el rubio no lo quisiera ver luego de la forma tan horrible que se había marchado tras saber aquello, le debía una gran explicación. Luego de salir del baño se sentó nuevamente en el sofá para una hoja la cual ojeo un par de veces antes de desviarse, una llamada de un número desconocido lo hicieron fruncir su ceño.

- ¿Aló? - Habló tras poner el celular en su oído.

- Buenos días, joven Morax ¿me recuerda? Hablamos ayer sobre tu contrato con mi discográfica.

- Oh, Señora Mavuika. Si, la recuerdo y sobre el contrato, ¿no lo habíamos dejado más que claro ayer? - Tenía fruncido su ceño.

- Si, acabo de reconsiderarlo y quisiera que podamos charlar mejor respecto al tema y al final puedas unirte a nosotros. Por favor encontrémonos en mi oficina, ya sabes donde queda así que te estaré esperando. - Dicho aquello colgó dejando a xiao un poco desconcertado, se miró sus prendas y realmente debía volver a casa, pero no tenía el valor aun.

- ¿Quieres ropa limpia? Te puedo prestar.

- ¿Qué? No, no usaré tu ropa. ¿Estabas escuchando? - Pregunto xiao con una mueca viendo al peliverde recostado en el marco que daba a la cocina.

- Si y no, pero oye, se te nota que aún no tienes el valor para ir a pedir disculpas. Así que aunque sea cámbiate esa camiseta y chaqueta, nadie notará que traes el mismo pantalón del día de ayer y... Échate tantito de perfume qué hueles fatal.

- Gracias. - Dijo con cierto sarcasmo pero aun así intentando ser sincero con aquel pelinaranja que parecía tomarse todo a broma.

Xiao hizo caso omiso a todo lo dicho por él pelinaranja que aún ni siquiera podía asimilar que aquel idiota estuviera con alguien tan relajado y mayor como lo era su padre, y si, su padre no era alguien que se viera de la edad que realmente tiene es más se veía aún más joven que él mismo, tartaglia era alguien extrovertido por lo que aún se le era imposible a xiao ver a ese hombre como su ¿padrastro?

Luego de hora y media el peliverde había llegado donde aquella enorme sucursal instalada en pleno centro de sumeru, era un lugar el cual no podía pasar de no ser percibida debido a lo genial que desde dentro y por fuera, sus artistas siendo igual de geniales que la empresa. Xiao admiraba lo más que podía del lugar las dos veces que había ido, se monto al ascensor y cuando las puertas se estaban cerrando un chico se aproximo y logró entrar.