El fuego en la chimenea chisporroteaba de manera vivaz, lanzando destellos cálidos por toda la estancia. James, Remus y Lily estaban sentados juntos, pero sus miradas se dirigían constantemente hacia las escaleras que llevaban a los dormitorios. La tensión era palpable, especialmente para James, que no dejaba de dar golpecitos nerviosos con el pie contra el suelo.
Remus, que observaba la escena con paciencia, notó la intranquilidad de su amigo y le dio una palmada en el hombro, intentando calmarlo.
- Tranquilo, James. Lo que tenga que pasar, pasará - mencionó esbozando una sonrisa comprensiva
James asintió, aunque sus ojos seguían clavados en las escaleras. Lily, que estaba a su lado, le dirigió una mirada de ánimo, aunque por dentro también compartía la misma ansiedad. Pero entonces, los pasos sobre los escalones, comenzaron a resonar en la sala común. Todos levantaron la vista al mismo tiempo, y lo que vieron les robó el aliento.
Sirius y Severus bajaban juntos, tomados de la mano. Había algo delicado y cariñoso en la forma en que sus dedos se entrelazaban. El rostro de Sirius, aunque aún reflejaba las cicatrices de los últimos días, parecía iluminado por una luz que ninguno de sus amigos habría logrado sacar. Y Severus, por su parte, se veía más sereno, aunque había una ligera timidez en sus ojos cuando se encontró con los demás.
James se levantó de un salto, sintiendo cómo una ola de alivio lo invadía. Todo el miedo, la culpa y la ansiedad que había sentido se desvanecieron en un instante al verlos juntos.
- ¡Por fin! - exclamó James, sonriendo de oreja a oreja. No pudo evitar correr hacia ellos, sin importar que sus pasos fueran torpes y apresurados - Me alegra tanto verlos así
Remus se puso de pie también, con una sonrisa suave y cómplice dibujada en su rostro. No dijo nada, pero en sus ojos había un claro brillo de aprobación. Para Remus, este momento era un pequeño triunfo en medio de todo el caos que habían vivido.
Pero fue Lily quien reaccionó de manera más emotiva. Se levantó de su asiento y corrió hacia Severus, envolviéndolo en un abrazo cálido y apretado, como si quisiera transmitirle todo su apoyo y cariño de una sola vez.
- ¡Sev! - exclamó Lily, con los ojos brillando de emoción - No sabes cuánto me alegra verte feliz nuevamente. De verdad...
Severus se quedó un segundo inmóvil, sorprendido por la reacción de Lily, pero luego correspondió el abrazo con una sonrisa pequeña y genuina. Fue un gesto simple, pero lleno de significado para ambos.
Sirius, que aún sostenía la mano del más bajo, observó la escena con una sensación cálida extendiéndose por su pecho. Ver la aceptación de sus amigos y la alegría en sus rostros, le dio la fuerza que tanto había necesitado. Por primera vez en mucho tiempo, sintió que todo había valido la pena, que cada lágrima y cada error lo habían llevado a este preciso instante.
Lily se separó de Severus y miró a Sirius, dándole una pequeña palmada amistosa en el hombro.
- Gracias - le dijo con sinceridad - estoy orgullosa de ambos
Snape asintió, un poco abrumado por la calidez del momento, pero agradecido. Sirius le apretó la mano con suavidad, y Severus respondió con un apretón igual de firme.
Los cinco se sentaron alrededor de la chimenea, envueltos por el crepitar del fuego y la cálida luz que llenaba la habitación. Aunque la atmósfera era menos tensa que antes, había un cierto nerviosismo en el aire. James y Remus aún se sentían un poco tensos e intercambiaban miradas de vez en cuando, todavía sorprendidos por lo natural que se veía Sirius al lado del Slytherin. Así que intentaron con todas sus fuerzas tratar a Severus como uno más del grupo.
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El Plan Perfecto || Snirius ( HISTORIA TERMINADA )
Lãng mạnSeducir a Severus Snape parecía un trabajo duro. Pero para Sirius Black, eso era pan comido. O al menos eso es lo que pensó James cuando se lo pidió. Lily Evans pasa mucho tiempo con Severus, y eso, hace rabiar a James. ¡Quiere separarlos a toda cos...