El Plan Perfecto || Snirius ( HISTORIA TERMINADA )

12. Caída en el abismo

El sol apenas se levantaba sobre los terrenos de Hogwarts.

Sirius había pasado la noche en vela, atormentado por el remordimiento y el miedo de perder a Severus para siempre. No podía seguir así, con la culpa devorándole el pecho. Necesitaba hablar con él, decirle la verdad de sus sentimientos y, aunque no sabía cómo, intentar arreglar lo que había roto. Pero por otro lado se sentía aliviado, porque si bien James aun no le dirigía la palabra, las pequeñas charlas y consejos que le daba Remus, le ayudaba a subir el ánimo, aunque fuese un poco.

Al pasar las horas, y lograr divisar a Severus más allá del borde del bosque, recogiendo hojas y hierbas para sus pociones, Sirius sintió un nudo en el estómago. No pudo evitar recordar cada momento compartido, los pequeños gestos sutiles, las miradas, Hogsmeade... Se acercó despacio, sus pasos crujían en la nieve, pero sus intenciones eran claras, y no podía perderlo, no ahora.

- Severus... - la voz de Sirius se rompió el silencio

Severus se dio la vuelta lentamente, y al ver la cara de Sirius, sus ojos se llenaron de un desprecio frío y distante. Aquel brillo oscuro que solía mostrarse reservado y vulnerable, ahora era una mirada dura, impenetrable, como una barrera imposible de romper. Los labios de Severus se torcieron en una mueca desdeñosa.

- ¿Qué se te ofrece, Black? - escupió su apellido con amargura, sin un rastro de la cercanía que habían compartido. El tono de Severus era gélido, cargado de un odio contenido que Sirius jamás había visto antes, ni siquiera cuando ocurrió el incidente con el sauce boxeador

Sirius tragó saliva. No esperaba un recibimiento cálido, pero la frialdad de Severus lo atravesó como una daga.

- Yo... necesito hablar contigo. Necesito que sepas que lo que siento es real, que... —Sirius comenzó, sus palabras salían atropelladas, llenas de una urgencia desesperada

Pero Severus lo interrumpió, con una risa seca y amarga que resonó en el aire helado.

- ¿Real? - repitió con burla, mientras tiraba al suelo las hojas que había recogido, como si fueran insignificantes, justo como lo que Sirius le decía - ¿De verdad crees que voy a caer otra vez en tus juegos?, ¿crees que no lo sé todo ya?, ¿sobre el plan, James y Lily? Qué ridículo eres, Black

Sirius se quedó helado, incapaz de encontrar las palabras correctas. Sabía que Peter debía haberle contado todo, porque desde el día en que salió detrás de James, cuando volvió, ya no era el mismo, no le volvió a dirigir la palabra a Sirius, lo evitaba y salía corriendo cada vez que ambos se quedaban solos. Tenía sus leves sospechas, pero con esto, ya lo había confirmado. Severus lo miraba con un desprecio que lo hacía sentir pequeño, y por un momento Sirius deseó que todo fuera un mal sueño del que pudiera despertar.

- No es un juego, Severus. Te lo juro. Nada de esto... nada de lo que siento por ti es parte de algún plan - Dio un paso hacia él, pero Severus retrocedió, alzando una mano como si no pudiera soportar estar cerca de él

- No te atrevas a jurar nada - replicó Severus, con los ojos llenos de furia y dolor - todo fue una mentira. Cada sonrisa, cada palabra... ¡ese beso! - murmuró con repulsión - todo fue una broma, ¿verdad? Para reírse de mí, para demostrar lo fácil que era manipularme. Para luego llegar con tus amiguitos y mofarse de cada una de las palabras que te confié

Sirius sintió que perdía la fuerza en sus piernas al ver los ojos vidriosos de Snape, pero no podía acercarse, no podía tocarlo, porque Severus estaba envuelto en una barrera de amargura y resentimiento que, por desgracia, él mismo había contribuido a levantar.

- No... no es así, por favor - suplicó - mira, al inicio tal vez sí, y sé que hice mal, pero me enamoré de ti, Severus. De verdad... - insistió, desesperado por hacerle entender que sus sentimientos habían cambiado, que el juego se había transformado en algo real, en algo que nunca había esperado ni querido