Todo parecía normal.
Como siempre, el aula de Pociones estaba impregnada con el familiar aroma a ingredientes mágicos, mientras que a su vez, se podía oír el susurro constante de las plumas sobre los pergaminos. Para algunos un ambiente cómodo y tranquilo, mientras que para otros, era vivir el mismísimo infierno, pues, la clase de pociones, no era la favorita de muchos.
El profesor Horace Slughorn le daba la espalda a los estudiantes mientras tarareaba una desafinada melodía y terminaba de anotar en el pizarrón las últimas instrucciones para la clase.
Lily Evans se encontraba en su habitual sitio junto a Severus Snape, ambos sentados en el asiento de la primera fila, mientras sus miradas brillaban con interés al momento en que discutían los matices de una poción de Antiparálisis.
El rostro de la pelirroja no dejaba de sonreír mientras le hablaba a Severus, pues este no era solo un compañero de clase; era su mejor amigo, con quien compartía su bella pasión por la magia y con quien podía hablar sin reservas.
- Te lo prometo - rió Lily - en mi primer año utilicé una de estas pociones y casi me expulsan
- Pero ¿por qué te expulsarían? - sonrió Snape - esta poción elimina y cura los efectos de la parálisis, ¿no?
- Lo sé - susurró - pero yo la utilicé en alguien que estaba completamente sano, no estaba paralizado - cubrió su boca con sus manos para evitar reír
Severus negó con su cabeza mientras comenzaba a reír también.
Eran muy pocas veces las que Lily había visto el rostro de su amigo sonriendo, pero cada vez que lo hacía, era un total deleite, casi como si hubiera descubierto la clave hacia un gran tesoro oculto, y la recompensa valía completamente la pena.
Pero....
Al otro lado del aula, James Potter observaba la escena con el ceño fruncido.
Cada vez que veía a Lily reír junto a Snape, sentía un aguijonazo de celos punzando dentro de su pecho, a veces sentía náuseas y otras veces, ganas de golpear a Snape.
Pero esta vez sería diferente.
Decidido, James se inclinó hacia su mejor amigo que se encontraba sentado a su lado.
- Tenemos que separar a Lily de Snape - susurró con una chispa de travesura en sus ojos
Black sonrió - ¿Qué tienes planeado?
- Aun no lo se muy bien, pero hay que distraer a ese idiota para que se aleje
- ¿Distraer cómo? podríamos encerrarlo en algún salón o.... - frotó su mentón mientras pensaba - llevarlo al bosque prohibido para que se pierda
- No, no - negó con la cabeza - otra cosa, algo más...
Pero antes de que pudiera seguir hablando, Remus Lupin, que había estado escuchando todo en silencio en el asiento delante de ellos, intervino.
- James, no creo que...
- ¡Lo tengo! - gritó James
Slughorn, que ahora se encontraba sentado en su escritorio, les dio una mirada de reproche.
- Lo tengo - volvió a decir, pero esta vez mucho más despacio, para que solo sus amigos lo escucharan - ¿recuerdas a ese chico de Hufflepuff? - se dirigió a Sirius - ese que se apellidaba como ¿Lafónt?, ¿Lincoln?
- ¿Leeroy? - corrigió Black
- ¡Ese mismo! - asintió James - tú le gustabas, ¿no?
- No me gusta hacia donde está yendo esta conversación - murmuró Sirius
- Bien - lo ignoró - ese chico Lincoln...
- ¡Leeroy! - respondieron Sirius y Remus al unísono
- Shh..!! - los calló - ese idiota de Hufflepuff se desvivía por ti, Canuto, casi deja la escuela solo porque lo rechazaste, ¿recuerdas? - su rostro se iluminó con burla
- Ni me lo digas, me sentí una mierda durante todo el semestre - se cruzó de brazos
- Pues... - miró a sus amigos esperando a que ellos comprendieran su plan, pero al ver que ambos lo miraban sin entender, suspiró y siguió hablando - eso mismo es lo que hay que hacer son Snape - respondió como si fuese algo obvio
Lupin negó con la cabeza y Black se congeló en su lugar.
- Por lo menos Leeroy era guapo, Snivellus parece que fue atropellado por un camión, y ni hablar de su horrible cabello - se quejó Sirius con cara de asco
- ¡Vamos! - los animó - por favor
- No estoy seguro de que sea una buena idea, James - dijo Remus viéndolo serio - esto podría salir mal de muchas maneras. No creo que engañar a alguien así sea justo, ni siquiera alguien como Snape
James lo miró casi desesperado.
- ¿Tú qué opinas? - se dirigió a Sirius - se que odias a Snape tanto como yo - suplicó - ¿qué dices?, ¿la broma del año? - le dio una mirada de complicidad
Sirius levantó una ceja, intrigado pero también algo divertido. Era conocido por su talento para las travesuras, y la idea de seducir a Snape para alejarlo de Lily sonaba como un desafío interesante. Sin embargo, algo dentro suyo le decía que no lo hiciera.
- Chicos... - se quejó Lupin
James se encogió de hombros, minimizando la preocupación de Remus y volvió a hablar.
- Vamos, Remus. Es solo una broma, ¿qué podría salir mal? además es por una buena causa - sonrió - Lily es una buena causa
A pesar de sus dudas, Remus sabía que una vez que James se proponía algo, era casi imposible hacerlo cambiar de opinión. Miró a Sirius, buscando su apoyo, pero Sirius ya estaba sonriendo de lado, aparentemente ya casi convencido por la idea.
- Yo también pienso que es una idea excelente - dijo una voz chirriante a su lado
Los tres amigos se giraron. Era Peter. Ya hasta se les había olvidado la presencia del más bajo, incluso a Remus, que era su compañero de asiento.
La campana del final de la clase sonó, y los estudiantes comenzaron a recoger sus cosas. Y mientras Lily y Severus se dirigían caminando animadamente hacia la puerta para salir, James vio su oportunidad para acercarse a la chica.
- Piensa en ello, Sirius - le dio una palmadita en la espalda a su amigo - si alguien puede lograrlo, ese eres tú
Sirius miró a James, con una mezcla de entusiasmo y precaución. Aunque parte de él estaba tentado, sabía que había más en juego que simplemente una broma. Sin embargo, su espíritu aventurero y su lealtad hacia Potter, lo empujaban a aceptar el reto.
Así que antes de que James se girara para ir con la pelirroja, Sirius lo detuvo del brazo.
- Lo haré - sonrió - pero me debes una muy grande, amigo
James sonrió.
Mientras salían del aula, Remus se quedó atrás un momento, observando a sus amigos. Un mal presentimiento se instaló en la boca de su estómago. Sabía que las cosas no siempre salían como uno esperaba, especialmente cuando se trataba de sentimientos. Sin embargo, a pesar de sus reservas, no pudo evitar seguir a James y Sirius, esperando que, de alguna manera, las cosas salieran bien. Porque sabía que su amigo ya se había decidido a conquistar el corazón de Lily, sin importar los riesgos y peligros que esto pudiese traer.
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El Plan Perfecto || Snirius ( HISTORIA TERMINADA )
RomansaSeducir a Severus Snape parecía un trabajo duro. Pero para Sirius Black, eso era pan comido. O al menos eso es lo que pensó James cuando se lo pidió. Lily Evans pasa mucho tiempo con Severus, y eso, hace rabiar a James. ¡Quiere separarlos a toda cos...