Greed

Capítulo 9

Mónaco 2022

—¡¡SANTO CRIST...!! Ok, esto es típico de Mónaco, pero... ¡santo Dios! ¿De verdad esto es lo mejor que podemos hacer? ¡Mierda!

La Q3 terminaría de con esa bandera roja, Max no podría mejorar su tiempo. 

Controló su enojo viendo el auto de su compañero y el de Sainz atravesados, miró a Sergio llevándose la mano al cuello cuando lo ayudaron a salir del vehículo ¿estaba lastimado? Movió el auto del lugar, y descendió de él para encontrarse con Checo ya en el garaje. Más tranquilo, lo tomó por un hombro al llegar...

—¿Estás bien? ¿Te revisaron?

—Si, solo fue el golpe del Ferrari. El cuello, está un poco... —el mexicano suspiró, se veía preocupado— El auto pegó con la parte de atrás, no sé si se afectó la caja de cambios.

—No fue tan fuerte. Tal vez no tengan que cambiarla y puedas conservar tu posición... —Sergio se abrió el traje molesto— Tranquilo... —Max apretó un poco su contacto.

El mexicano devolvió una palmada en la espalda a su compañero, acomodando las mangas de su camisa y yendo hacia Horner. Max negó con la cabeza mirando las pantallas, con una tercera y una cuarta posición de salida en Mónaco, con una posible penalización para Checo, y Charles partiendo desde la pole, ese sería un fin de semana muy complicado en la pelea por el campeonato...

Después de saber que Checo no tuviera que penalizar, el ambiente se aligeró un poco. Sin embargo, se podía ver que aún se encontraba preocupado. Durante las entrevistas estuvieron uno al lado de otro, Sergio tenía la mente en otro lado, algo que Max aprovechó para bromear un poco...

—... con la bandera roja en la Q3, no sé quién provocó bandera roja en la Q3... —dijo de pronto, y Checo cayó en cuenta que estaba hablando de él, mientras sentía el brazo de Max rodearlo y comenzar a reír...

—Perdón... —dijo conteniendo la vergüenza y sonriendo también...

—Está todo bien...

...

Al final del día, Max se encontraba en su departamento acostado en su cama. La noche había caído. Había estado en el simulador un rato para relajarse. Kelly estaba cocinando algo, olía bien. Podía escucharla discutir con P, porque no quería bañarse, la niña ya le había pedido ayuda dos veces, a lo que Max había tratado de convencerla de hacer caso sin conseguirlo...

—Maxie no te va a cargar más si no te bañas P...

Sonrió cuando escuchó a la niña replicar. Encendió el teléfono, su entrevista con Checo estaba inundando el feed de su cuenta privada en Instagram, en la que si se seguía con Sergio. Una sonrisa se posó en su rostro al verlo, completamente distraído antes de que bromeara con lo de la Q3, pero si lo conocía un poco, seguramente en ese momento seguía pensando en su error...

A veces, cuando pasaban ese tipo de cosas, Max esperaba que hablaran de eso, poder ayudarle a encontrar el problema en la configuración, y sentirse seguro de nuevo. Pero Sergio era bastante hermético con esas cosas, incluso testarudo. Era un hombre sumamente orgulloso, tanto o más que él. Le gustaba ayudar, pero no recibir ayuda. Le gustaba encontrar el problema por sí mismo, solucionarlo solo. Era algo que a Max le parecía lógico, Sergio había estado trabajando así desde los catorce, solo. Cuando llegó a Europa buscando abrirse camino, sin apoyo, sin familia, y con toda esa competencia y discriminación, era natural que se acostumbrara a trabajar sin recibir la ayuda de nadie. Algo que había continuado en la mayoría de los equipos en los que estaba antes, incluso ahora. Sergio tenía fama de consentir a sus garajes, acostumbrarlos a hacer casi todo él, en parte porque en los equipos que había estado los recursos eran limitados, y en parte porque él era así. Era un hábito que no desaparecería de la noche a la mañana. El hacer las cosas por su cuenta, el no confiar a ciegas.