Greed

Capítulo 12

Ambos sostuvieron la mirada por un instante. Max no pudo ocultar un dejo de dolor en su ojos, no pudo sostenerse más, bajó el semblante ante la mirada intensa de su compañero que lo veía sin un ápice de compasión. Sergio salió del baño sin mirar atrás, sin decir otra palabra. 

Se encontró con Toño, que venía subiendo las escaleras...

—Te estamos buscando... —preguntó extrañado, viéndolo tambalearse ligeramente antes de llegar a las escaleras.

—Dónde están todos, vámonos ya... —respondió Checo sin mirarlo.

—A dónde...

—¡Vámonos ya Antonio!

Toño arrugó el ceño cuando su hermano reaccionó claramente alterado antes de bajar. Miró a un lado, viendo a través de las cortinas en el fondo a Max que estaba recargado en el lavamanos del baño con la mirada abajo. Antonio no dudó un solo momento, decidiendo ir a él inmediatamente de forma retadora.

—Qué le hiciste... —La voz del mexicano sacó a Max de su trance. Levantó la mirada. No contestó, simplemente tomó su chaqueta que ahora estaba en el piso, dispuesto a irse— ¡Hey! —Toño comenzó a caminar detrás de él después de que el neerlandés pasó a su lado casi empujándolo— ¡Qué le hiciste cabrón! —gritó en español, para después ponerse frente a él intentando cerrarle el paso sin conseguirlo, Max seguía caminando como si no hubiera nadie delante de él— Que... ¿no aguantaste que te ganara? ¿viniste con la idiotez que estuvo diciendo tu papá en el paddock? ¿Qué hizo trampa?

Max estaban a punto de llegar a las escaleras, pero al escuchar lo que dijo lo tomó por la camisa casi levantándolo, atrayéndolo hacia él quedando frente a frente, el mexicano se sorprendió, no tuvo tiempo de reaccionar...

—A tu hermano lo acaban de drogar, ve con él...

—¿Qué? Que mierd...

—¡Qué vayas a cuidar a tu maldito hermano! —lo soltó de forma agresiva haciendo que Toño se tambaleara hasta topar con la pared— Me largo, terminé de ser su maldita niñera idiotas...

Max bajó las escaleras, desapareciendo de la vista de Antonio, que sé quedó confundido con la actitud de ambos. Max estaba furioso, pero por un momento, entre ese vacío que se formó en su mirada dilatada y agresiva, le pareció escuchar un dejo de despecho en su voz... Entonces reparó finalmente en lo que había dicho, bajando inmediatamente en busca de su hermano...

...

Kelly se levantó, había esperado a Max algunas horas después de que lo vio partir en la madrugada, pero había tenido que regresar a la cama con P porque había comenzado a llorar. La luz de la madrugada ya estaba aclarando la oscurida. Al salir de su habitación, vio que en la barra de la cocina había un vaso roto con lo que parecían restos de whisky, y delante una laptop con las imágenes de una telemetría del RB18, era el de Sergio. Se quedó observándola un momento, hasta que la voz de Max le sacó un susto, encontrándolo de pie en la puerta del balcón...

—Qué piensas... —Max estaba recargado en el marco, mirando hacia abajo.

—A dónde fuiste anoche... —Max no contestó, hizo un gesto con la cabeza, pidiéndole a Kelly que mirara de nuevo las telemetrías... —Kelly miró de nuevo un tanto dudosa.

—No sé, porqué estás viendo esto ahora...

—Es el accidente durante la clasificación. Qué piensas... —Kelly miró un momento más, para después levantarse de hombros, con el rostro ligeramente confundido.

—No sé, no sé qué estoy buscando, es decir, hay algo raro, pero...

Max se acercó a ella, moviendo algo en la laptop para que ella notara un punto específico, pero Kelly no estaba prestando atención, los ojos del neerlandés estaban ligeramente rojos, su rostro parecía irritado. Su expresión dura le hizo sentir un dejo de temor, era fría, completamente diferente a la que había visto un par de noches atrás.