Sus asuntos en Bélgica afortunadamente no tuvieron ninguna complicación. Max había llegado a Mónaco ese mismo lunes por la noche. Después de desempacar, se había ido a la cama. Aunque le había costado conciliar el sueño.
En cuanto la oscuridad de la noche, se disipó, no pudo estar más en la cama. Se levantó, recorriendo el pent-house de arriba abajo, arreglando todos los detalles para recibir a su visita...
Entre los mensajes que estuvo intercambiando con su compañero, trataron de ponerse de acuerdo en qué comer, qué hacer; películas, videojuegos habían saltado a la luz. Habían decidido comprar algo, pero entre todo, Sergio había mencionado que lo único que él sabía cocinar era pasta. Max no lo creyó...
Así que comerían pasta...
Antes de irse a Bélgica, le dijo a Kelly que se adelantara a la camioneta, para poder verlo antes de irse. Pasó a su habitación de hotel y solo estar allí adentro, a plena luz del día lo había hecho sentir extraño. Hablaron levemente de algunos detalles de los horarios, y antes de que Max dejara la habitación, de nuevo le robó un pequeño beso. Checo bajó la mirada y asintió. Un momento después Max estaba caminando en el pasillo hacia el estacionamiento.
Al entrar a la camioneta, la brasileña le preguntó la razón de su retraso. Max dijo que no encontraba su teléfono...
Hasta ese momento. Nadie sabía que él y Checo estaban en esa situación. Sergio no le había dicho a nadie, él tampoco. Solo eran ellos dos.
A pesar de que Checo estaba separado y su divorcio estaba en camino, él aún estaba casado, y aun cuando aquel divorcio se llevara a cabo, no sería información de dominio público. Aunque en la moralidad, pudiera no ser de esa forma, en la práctica, Max se había convertido básicamente en un amante. Como esas mujeres que su padre trataba de esconder de su madre cuando estaban casados...
Con esas llamadas cerca de media noche, esos mensajes...
—"¿Estás solo?"
La pregunta de siempre, antes de saber que podían hablar libremente, que podían verse. Escondidos, pretendiendo delante de la gente que no eran más que dos compañeros de equipo.
Era difícil, más de lo que Max pensaba, estar allí a su lado, constantemente limitado. Se sentía como atado por cuerdas, como si tuviera puesto un bozal. Cuando sus ojos se encontraban, cuando sus manos se rozaban levemente, y su corazón se sentía tan liviano... Verlo allí, sonriéndole a toda esa gente que ponían sus manos sobre él. Desesperante...
Sería la primera vez que estarían tanto tiempo juntos, solos, después de haber iniciado, cualquier cosa que fuera eso... Sin tener que estar viendo sobre su hombro...
Kelly había partido de Bélgica a Brasil, había tenido una pequeña conversación con su madre después de que Max le dijera la verdad sobre ellos. Afortunadamente, todo había salido bien. Aunque a Sophie no le gustaba mucho la idea, sabía que al final lo que Kelly estaba haciendo por Max era un acto de amor desinteresado, y por ese simple hecho, estaba agradecida con ella.
Antes de irse, la chica le dijo que había organizado todo para que fueran a quitar el espejo al otro día. Y le había mostrado a Max la tienda en línea donde ella pedía las cosas que se necesitaban para la casa, incluida la despensa. Max no le había dicho nada, pero sabía que Kelly sospechaba algo...
Después de agradecerle, había pedido todo lo que Checo le dijo que necesitaría para cocinar, llegaría al otro día por la tarde...
Le molestaba un poco aceptarlo. Pero estaba nervioso, porque no quería esperar a que algo pasara.
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Greed
FanfictionLo había observado de tiempo atrás, al hombre amado por todo un país, por todo un continente, por todo aquel que tuviera la fortuna de llamarse su amigo. Pero para el altivo León Holandés, quién era realmente ese hombre, qué era realmente ese hombr...