Capítulo 27

636 89 272
                                    

Estaba frente a la pantalla de ese teléfono. Presionó el botón para grabar un audio...

"Hey, soy yo..."

Lo borró, por supuesto que sabe que es él...

Se quedó un momento más. Después de todo ese tiempo, de tantos pensamientos. Ahora mismo, no tenía palabras...

Presionó el botón de nuevo...

"Lo siento... probablemente estás ocupado... 

¿Estás solo...?"

Se quedó con la nota entre las manos, dejando avanzar ese tiempo, sin saber si debía mandarla...

La borró...

Había regresado a Montecarlo por unos días. Después de España, tendrían un fin de semana de descanso. Checo había regresado a México para ver a su familia...

Y ahora estaba allí, sentado en esa oscuridad. Con esas luces cálidas del principado brillando a través de su ventana. Con solo una cosa en su mente. Ese beso...

La vez anterior todo había sido muy repentino. Se dejaron llevar en un instante. Los besos, las caricias, todo pasando al mismo tiempo. Pero ese beso en España, había sido distinto. Max había podido vivirlo de forma intensa. Esa sola acción, con esa persona. El sabor de su boca, con cierto dulzor, sus labios eran más suaves de lo que pensaba; delicados, el interior frágil, y sin embargo la fuerza en ellos tan intensa, el movimiento de su lengua, apasionado, hábil, y aun así... tierno.

La sensación de su cuerpo entre sus brazos. Allí, como si estuviera dentro de su pecho.

Suspiró, cerrando sus ojos... 

Quería más...

Mientras estaban en ese vestidor, de pronto su teléfono había comenzado a sonar. El itinerario de la victoria, después de ese Grand Chelem se había hecho más extenso. La prensa, los inversionistas y la gente pedían más del campeón. Tuvieron que separar sus labios. Se quedaron respirando un momento uno cerca del otro. Max casi pudo sentir dolor al hacerlo. Tenía que irse.

Checo se quedó un momento con las manos sobre su pecho. Y entonces ambos parecieron reunir el valor para abrir los ojos y mirarse nuevamente. Sintió que esas emociones se agolpaban dentro de él, lo apretó de nuevo contra él con sus brazos. Sintió que el mexicano descansaba su rostro, allí, debajo de su cuello.

No quería irse, no quería soltarlo...

El teléfono sonó de nuevo...

—Te necesitan...

Escuchó esa voz suave cerca de su pecho. Sergio, había puesto los pies primero sobre la tierra. Obligándolo a bajar.

Max removió su rostro en ese cabello, aspirando su olor un momento, y después bajó por un costado restregando su mejilla antes de comenzar a separarse. Dejando salir un suspiro mientras aquel pequeño timbre seguía repitiéndose una y otra vez.

Asintió y finalmente sus brazos pudieron dejarlo ir poco a poco...

—Te... ¿vas a ir? —dijo después de un momento, aun sosteniendo sus brazos...

—Mi vuelo sale esta noche...

—Tal vez pueda, desocuparme antes... —Checo sonrió por lo bajo y después negó tranquilamente. Max esbozó una sonrisa triste...

—No...

Ambos se miraron, y dando de nuevo un suspiró, el neerlandés retrocedió lentamente pasando sus manos por sus brazos, luego  a sus manos, hasta que ese contacto se rompió. Caminó hasta la puerta, abriéndola despacio. Se detuvo antes de salir mirando atrás. Checo volvió a apoyar sus manos sobre aquella repisa, con su atención en él...

GreedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora