Capítulo 21

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Para Red Bull, la pretemporada inició formalmente con las reuniones del equipo, que trataban temas relacionados a los distintos circuitos, cambios en el monoplaza, en el personal, compromisos de mercadotecnia, y la preparación para las pruebas en el simulador, así como ciertos test para el auto entre otras cosas.

A Max la carga de trabajo le parecía beneficiosa, aunque no sintiera el mismo pesar que al final de la temporada pasada, no quería que las cosas volvieran a empeorar. Si bien, no podía decir que Checo y él tenían una relación como antes, el mexicano se veía más relajado también, y en los días consiguientes incluso volverían a exitosamente tener conversaciones de más de cinco minutos. Aunque la mayoría fueran pláticas triviales, el solo hecho de que hablara con él, de escuchar su voz y verlo reír de nuevo a su lado, era suficiente.

Checo estaba en muy buena forma esa temporada, se veía radiante, enfocado.

Después de los primeros días, ellos incluso habían empezado a quedarse hasta altas horas de la noche discutiendo detalles del auto. Para Max, los detalles técnicos, eran la parte aburrida de su trabajo, los entendía bien, y sabía que era fundamental trabajar en ellos para poder tener un buen rendimiento, pero definitivamente no eran su parte favorita. Sin embargo, cuándo trabajaba con Sergio en ellos, el tiempo se pasaba volando. El mexicano tenía una gran capacidad para entender esas cosas y explicarlas a detalle de una forma simple. A Max siempre le había parecido tedioso cuando otra gente se acercaba con él a hablar de ese tipo de cosas, pero con Checo era muy agradable.

Daniel ahora como piloto de reserva, también se pasaba por allí de vez en cuando. Haciendo de aquellos días más llevaderos. Su inconformidad inicial se había atenuado todavía más, llegando a hacer caras cada vez que veía a Max hablando con Checo, de forma burlona. Max siempre terminaba nervioso, apartándose del lugar.

Y así los días continuaron pasando...

También había mantenido comunicación con Julian, quién había prometido ir a verlo más seguido. Ese fin de semana, tenía boletos para un concierto. Lo había invitado, pero Max se había negado argumentando que tenía muchas cosas en las cuales trabajar. Después de que al rebasar el presupuesto de la temporada 2021, Red Bull fue penalizado con menos tiempo en el túnel de viento.

Sin embargo, una noche mientras estaba terminando una reunión con su ingeniero de pista, Christian lo llamaría a su oficina. Le había parecido algo extraño a esa hora, pero igual acudió. La oficina de Horner al igual que la mayoría de las oficinas de MK-7 tenía paredes de cristal, por lo que antes de entrar, alcanzó a ver que el director estaba sentado sobre una cajonera detrás de su escritorio, hablando de forma entretenida con alguien, que se encontraba sentado en su silla, dándole la espalda... Tocó la puerta, y entró, y entonces esa persona se dio la vuelta...

—¿Julian? —dijo un poco confundido cuando lo vio levantarse para ir a saludarlo. Mirando a Horner con extrañeza al recibir el abrazo.

—Perdón por venir sin avisar, pero le pregunté a Christian si podía visitarte rápidamente, como me dijiste que estabas tan ocupado...

Horner conocía bien a Julian desde hace años, después de todo, el director era una de las personas que estaban al tanto de la situación de sus preferencias, y sabía que aquel muchacho era una de las parejas casuales del piloto. Debido a que la familia de aquel joven, había sido parte importante de los patrocinadores del neerlandés por varios años, no era la primera vez que había visitado la fábrica. Después de que Julian se fuera a Estados Unidos, esas visitas se detuvieron por completo, pero cuando recibió la llamada le pareció buena idea que pasara a saludar.

—Julian quería sorprendernos, hace dos años que no lo veíamos por aquí.

—Este lugar es tal y como lo recuerdo, tú tampoco has cambiado Christian...

GreedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora