Capítulo 14

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Azerbaiyán 2022

Pasaron dos semanas después de Mónaco. Checo había regresado a México por unos días después de que los videos de su supuesta infidelidad salieran a la luz. Antes de eso, el equipo de PR le había sugerido publicar una disculpa por su comportamiento inmediatamente, Sergio ya había escrito una. 

Lo último que había sabido el equipo, era que Max había dejado a Sergio a cuidado de su hermano, pero después de todo lo ocurrido, dijeron que hablar acerca de la intoxicación podría ayudarlo con la opinión pública. Él se negó a hacerlo, argumentando que al final aquello solo crecería como una bola de nieve, y que los más afectados serían ellos. También porque decía no recordar nada después de haber subido al palco del señor Moet. Christian tuvo que dar la orden de hacerle una revisión médica exhaustiva, para descartar si la sustancia que había tomado estaba completamente fuera de su organismo, o había dejado rastros y también para descartar cualquier indicio de abuso sexual, incluido distintos análisis para detectar enfermedades venéreas y un examen físico que desgraciadamente resultaba muy invasivo.

El mexicano sin embargo no se negó a nada. Los briefing había estado llenos de gente. Entre los exámenes médicos y sus propias obligaciones, Max no tuvo tiempo de hablar con él. Solo había permanecido allí en silencio, sin saber siquiera como sentirse acerca de la situación. Se separaron, cuando Checo se fue a México después de eso, y él a Países Bajos, a pasar unos días a casa de su madre.

Al regresar para el Gran Premio de Azerbaiyán, pese a hospedarse en el mismo hotel, no habían cruzado palabra. En otras ocasiones ambos se llamaban para ir a las actividades del equipo juntos, pero esta vez no había habido comunicación de ninguno de los dos lados. Ni siquiera un mensaje. En el día de Medios, Sergio había partido muy temprano para una reunión con uno de sus patrocinadores. Después se reuniría con Max y con el equipo de redes sociales. Al llegar, Sergio estaba en una sala donde harían una pequeña actividad, la mayoría de las actividades se habían suspendido hasta que el asunto de Checo se enfriara más.

Era una habitación con puertas de cristal, Sergio estaba allí sentado, solo, mientras la gente de marketing terminaba de organizar la dinámica.

—Max, porque no entras allí con Checo, y en un momento iremos con ustedes... —le dijo una de las chicas, a Max no le quedó más opción.

Al abrir la puerta sintió de nuevo aquella opresión sobre su pecho. Checo lo miró inmediatamente, asintiendo ligeramente, con una sonrisa casi indetectable. Al verlo, de pronto sintió un nudo en la garganta.

—Lamento todo lo que pasó Max... —su corazón saltó, cuando la voz de Sergio se escuchó primero. Sus manos comenzaron a temblar— Por lo que pasó en Mónaco. Se que ese tipo de cosas dañan la imagen del equipo...

Se quedó en blanco, hasta caer en cuenta poco a poco por lo que se estaba disculpando. Miró a un lado a través de la ventana al panorama de Baku, y tomó aire ligeramente, reuniendo fuerzas para contestar. Sergio se había quedado mirándolo expectante.

—Bueno, no estuvo bien. Eso que hiciste... —Checo bajó la mirada, como si de pronto se hiciera pequeño sobre el sillón.

—Lo sé, yo... —se levantó de hombros. Max de pronto se sintió irritado ¿de verdad no se acordaba? ¿Y ahora que podía hacer con ese sentimiento de frustración?

—Le dije a tu hermano que no estabas en buen estado... —se forzó a responder — ¿En qué diablos estaba pensado? ¿Por qué no fueron con un doctor, o regresaron al hotel?

—No sé... Toño dice que me puse muy terco, y al final, que no me veía tan mal, así que se dedicó a seguirme por todos lados para según cuidarme...

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