Algo dorado// Traducción Dramione

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5 de enero de 1996

Durante las pociones, deslizé una nota en el bolsillo de Granger diciéndole que se encontrara conmigo en la torre de astronomía esta noche. Apenas he tenido tiempo con ella desde que todos regresaron. Nos las hemos arreglado para darnos algunos besuqueos rápidos en pasillos vacíos entre clases, pero no hemos pasado tiempo juntos realmente. Así que una vez que terminó la cena, me separé de Theo, Pansy y Blaise y me dirigí a nuestro lugar de encuentro.

El ligero sonido de los zapatos contra los escalones de metal es seguido poco después por un susurro silencioso. —¿Draco? La oigo decir. —¿Estás aquí arriba?

Al girarme, veo sus rizos que sobresalen de las sombras y al instante una sonrisa se dibuja en nuestros labios cuando nuestros ojos se encuentran.

—Ven aquí, Granger —le digo—.

Despejando rápidamente el espacio entre nosotros, Granger salta a mis brazos. Mis brazos se envuelven con fuerza alrededor de su cintura mientras presiono mis labios contra los suyos. Bajándola lentamente hasta que sus pies están en el suelo, entierro mi cara en el hueco de su cuello. Olvidé cuánto disfruté de estos momentos con ella.

"Te he echado de menos", dice, lo que hace que mi corazón se hinche.

"Yo también te he echado de menos". Mi mano acaricia su mejilla mientras la beso una vez más en los labios antes de bajar por su cuello. "¿Recuérdame otra vez por qué no puedo hacer esto cada vez que te veo?"

Ella deja escapar una pequeña risita. "Porque acordamos que es más fácil así, sin las opiniones de los demás".

—Mhm, claro —tarareo contra su piel, mientras mi mano derecha se dirige a su pecho—. "Sabes, Granger, nunca he sido de los que se preocupan una mierda por lo que otras personas piensen de mí". Mis dedos comienzan a juguetear con su camisa, chupando su piel mientras la desabotono, ganándome un pequeño gemido de ella.

"Sí, ¿pero qué hay de tu padre?", pregunta.

Levanto la cabeza y la miro. "¿Es mi padre realmente en quien estás pensando en este momento?"

"Más o menos", admite, lo que me hace levantar una ceja. "¡Así no!", se ríe, dándome una palmada en el pecho. —Quería decir que si se enterara de nuestra existencia, no puedo imaginar que estaría muy contento, ¿verdad?

—¿Cuándo está? Me arrastra la voz.

"Sabes a lo que me refiero, Draco," suspira.

Lo más probable es que me desheredara, pero...

"¡Exactamente!"

"-No me importa"

—Precisamente por eso tenemos que esperar, ¿qué? Sacude la cabeza y me mira, sin saber si me ha oído bien.

—No me importa —repito—. "Sobre la herencia, lo que piense mi padre o lo que sea. Eres lo único que me importa y si lo que quieres es mantenernos en secreto, entonces lo cumpliré, pero debes saber que estaría orgulloso de estar a tu lado frente a todos".

Sus ojos comienzan a brillar mientras me mira. ¿Está llorando? Dioses, espero que no lo sea. No sé cómo manejar eso. ¿La hice llorar? ¿Qué dije? Joder. ¿Qué se supone que debo hacer?

Cada pregunta que pasa por mi mente se hace a un lado cuando ella me agarra por la corbata y acaricia mis labios con los suyos. Sus dedos juguetean con los botones de mi camisa, pero como es una cosita impaciente, deja escapar un ruido agravado antes de abrirla.