Algo dorado// Traducción Dramione

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25 de diciembre de 1995

"Y luego dije 'Feliz Navidad Granger', ¿cuándo me convertí en un imbécil?" Yo gimo.

La mano de Myrtle se cierne sobre mi rodilla. En su mente, ella está ofreciendo un toque reconfortante y, por alguna razón, no tengo la capacidad de decirle que no puedo sentirlo. A veces pienso que realmente se olvida de que está muerta.

"Si las cosas no funcionan entre ustedes dos, saben que siempre estaré aquí", sonríe mientras me mira con los ojos.

—Eh, gracias, Myrtle. Me aseguraré de tenerlo en cuenta". De pie, le ofrezco un rápido adiós antes de salir del baño.

Mientras camino por los pasillos, con el regalo de Granger en la mano, sigo tratando de procesar todo lo que sucedió anoche. Granger siempre ha ocupado un espacio en mi mente, ya sea que se trate de vencerla en lo académico o en más... formas explícitas. Pero siempre era algo que podía apagar. De la que podía escapar. Pero ahora, todo en lo que puedo pensar es en ella.

Creo que estaría bien si los pensamientos consistieran principalmente en ella apenas vestida, porque al menos entonces podría culpar a las hormonas adolescentes, pero no. En cambio, estoy sentado aquí pensando en cuánto quiero abrazarla. Quiero ser la única con la que pueda contar para protegerla, para hacerla reír y también estar ahí para consolarla cuando esté triste.

Siempre me he reído de la idea del amor. Siempre me pareció una fantasía tan estúpida y las citas en general nunca fueron algo que me entretuviera. Nunca le vi sentido a concederle a alguien la capacidad de lastimarte.

Follar a una chica un par de veces y no volver a hablarle nunca más siempre ha sido la ruta ideal. La forma inteligente de hacer las cosas. Sin ataduras. Sin emociones. Sin responsabilidad. No hay posibilidad de lastimarse.

Granger siempre ha sido un objeto de deseo sexual para mí. Quiero decir, tendría que estar completamente ciego para que ella no lo fuera. Pero en algún momento de los últimos meses ha conseguido volverme blando y no, eso no es una broma de pendejos. Es decir, suave emocionalmente. Es decir, tengo emociones... para ella.

Antes, si Granger se colaba en mi mente por la noche, fantaseaba con enterrar mi cara entre sus pechos, pero ahora solo pienso en lo agradable que sería acostarnos juntos en la cama, ambos completamente vestidos, con mi brazo alrededor de ella o su cabeza en mi regazo mientras leemos nuestros libros. Quiero decir, honestamente, ¿de qué diablos se trata eso?

¿En qué mundo podríamos trabajar ella y yo? No tenemos sentido juntos. Ella ha estado y siempre estará destinada a la grandeza y yo... bueno, todo el mundo sabe a qué estoy destinado.

Granger es demasiado bueno para mí. Puede tener la tendencia nauseabunda de buscar siempre lo bueno en todos, independientemente de si no hay ninguno, pero eso no la hace ciega al verdadero carácter de alguien. Todo lo que seré es la niña dañada que proviene de una familia jodida que, inevitablemente, se convertirá en el villano en su vida y la de su amiga.

Puede que a ella le parezca bien hacerse amiga mía, pero sé que los sentimientos románticos nunca estarán sobre la mesa. Supongo que lo aceptaré, siendo amigos. Se siente como si me estuviera tragando una botella entera de ácido cuando ella se refiere a mí como tal, pero si eso significa que puedo tenerla en mi vida, entonces soportaré felizmente el dolor.

Mientras estaba perdido en mi propia cabeza, debí haberme dirigido a la biblioteca, lo que también significa que me dirigí a ella. Como de costumbre, tiene la nariz enterrada en un libro. Puedo sentir cómo se me forma el sudor en las palmas de las manos mientras respiro profundamente y empiezo a dirigirme hacia ella.