01. Mastermind

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Lo complicado que ha sido escribir para mi es impresionante. Espero, esta vez concluirlo.

Muchos creen que el alfa dominante de la escudería austriaca es el número uno cuando se trata del poderío entre ambos pilotos fuera del auto, cuando la realidad es diferente

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Muchos creen que el alfa dominante de la escudería austriaca es el número uno cuando se trata del poderío entre ambos pilotos fuera del auto, cuando la realidad es diferente.

Efectivamente, Emilian aguardaba a ser el real y único hombre digno de ser considerado y llamado la pareja de Michel. Pero el neerlandés se habría lanzado desde su año debutante hacia el omega de no ser por qué éste mismo le detuvo con cierta aclaración lanzada al aire y durante su conversación con Hulkenberg.

"No te ofendas, Nico. Te adoro pero no te veo como candidato para ser mi alfa". Explicó Sergio al otro piloto, quien, afortunadamente aceptó de la mejor forma el rechazo -quizás por no haberlo querido lo suficiente- y siguió con su camino (terminando enamorándose años más tarde de Kevin Magnussen). Aquella declaración se grabó en la mente de Max tan profundamente que se encargó de trabajar en sí mismo día tras noche para ser reconocido por el mexicano y no sólo como un cachorro. Convirtiéndose en Mad Max. Atropellando a todo aquel que se interpusiera en su camino, incluido Sergio. Lesionándolo durante el 2022, durante el gran premio de Brasil.

Y Verstappen aprendió la lección.

"No es sólo ser un gran alfa, Max. Es también ser una gran persona. Admiro tu trabajo, pero no la forma en la que le negaste lo que le pertenecía", y tras la dura conversación con Sebastián Vettel, el rubio entendió que para ser buen alfa también hay que ser un buen hombre.

Y empezó una vez más. Por ello demoró tanto en cortejar al omega dominante, y pese a convertirse demasiado perfeccionista, aguardó -su instinto- a la señal de su destinado para qué pudiera acercársele de forma romántica.

Y Checo estaba ahí para él. Lo ayudaría.

Ambos habían sido pacientes, demasiado, y ahora era el mejor momento para dar el salto.

Pero aún siendo el tiempo indicado, Sergio odiaba la idea de hacerlo simple y a la ligera. Admitía disfrutar de los rituales de cortejo y de los detalles, y nada le emocionaba más que la idea de ser él quien cortejara al alfa.

Sabía lo descomunal que era esto y de la aversión que aún generaba en cierta gente, pero no era como cualquier otro omega de antes, anhelante y desesperado por cumplir con las normas y expectativas de la sociedad y tampoco como los de ahora, lanzados y despreocupados, sin ganas de enamorarse realmente.

Así que, muy emocionado y motivado en llevar a cabo su cortejo, investigó un poco y rememoró aquella conversación con su madre. "Un omega también puede llegar al lado más emocional, risueño y anhelante de cuidado de un alfa. Todos pueden. Pero no todos saben cómo hacerlo. Es más sencillo de lo que parece, un poco de feromonas, coqueteo furtivo, dedicación, diversión y determinación, ¡ja! Y no olvidemos la comida.", conversaban mientras alistaban la maleta del aquel entonces veinteañero Sergio. "Los alfas son testarudos", declaró aquel joven piloto que no hacía mucho debutaba en la fórmula 1. "¡Ja, ja, ja! Nosotros también podemos serlo, incluso más que ellos. Son testarudos pero mucho más intensos en cuestiones de instinto, nosotros siempre buscamos ser más racionales, rápidos, responsables. Ante ciertas diferencias tenemos que aprender mucho más, ser resilientes y resolutivos. Por ello somos los indicados, porque la sociedad a pesar de querer minimizarnos, no coexisten sin nosotros. Nosotros podríamos, pero ellos se destrozarían entre sí. Podemos dominarlos sin la fuerza física, impresionante ¿no?", dio un par de toques amorosos a la barbilla de Michel. "¿Y sí quieres dominar a un alfa, sólo necesito engordarlo y bañarlo en feromonas?", preguntó el menor de los hijos de Antonio y Marilú. La mujer soltó una risa genuina y gentil, "No seas vulgar cielo. No sólo es engordarlo o engordar tú. Tienes que ser encantador, brillante e independiente, pero que no por ello rechaces la amabilidad de un caballero. Es saber cuando ser alguien en apuros y cuando ser tu propio defensor. Hay que discernir cuándo entregarnos y cuándo hacer que se entreguen a nosotros", le guiñó un ojo a su retoño. Checo dibujó un puchero en aquel entonces, "Se pide demasiado, mejor soltero", resopló fatigado, a lo que su mamá carcajeó muy divertida.

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⏰ Última actualización: Nov 04 ⏰

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𝐀𝐍𝐓𝐎𝐋𝐎𝐆𝐈́𝐀: 𝐜𝐡𝐞𝐬𝐭𝐚𝐩𝐩𝐞𝐧 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora