Debí huir el día que la conocí

15. Secretos y rumores.

Pasados algunos días, Shelly y su grupito se encontraban en la parte trasera de la escuela, esta vez acompañados de Luis, quien cada vez parecía hacerse más cercano a los chicos. Estos fumaban mariguana, un porro que el hijo del director había traído como era costumbre para él.

— ¿Entonces de verdad renunció? — Preguntó Cali, elevando las cejas.

— Eso me dijo él. Al parecer los encontraron besándose en el almacén y antes de que echaran al profesor de gimnasia, decidió huir. — Contaba Luis.

— ¿Eso no es ilegal? — Preguntó Brian, pasándole el blunt a Shelly.

— Brian, ¿se te olvida en qué escuela estamos? — Le contestó la de ojos azules, recibiendo el porro para darle una pronta calada. — Aquí desde el más joven hasta el director, perdonando que es tu padre, Luis... todos son unos corruptos. —

— No importa, estoy acostumbrado. — Dijo el anteriormente mencionado. — Por cierto, ¿no has hablado más con ese tipo? — 

Shel abrió los párpados.

— ¿Qué? No me digas que tus amiguitos no saben sobre él... — Y Luis se carcajeó en su cara.

Todos miraron a la pelinegra con confusión.

— ¿Acaso tienes novio? — Preguntó Calli, sorprendida.

— ¿Sales con alguien y no nos dices, Shel? — Cuestionó Mely, incrédula.

— ¡Ah, basta! Maldito Luis... — Ella lo miró mal antes de suspirar, tratando de relajarse un poco. — No tengo nada, solo hay alguien que me llama mucho la atención, eso es todo. — Y fumó un poco más, antes de pasarle el cigarro verde a Luis.

Y este, habló. — ¿Porqué no les dices quién es? —

Ella calló, mirando a Cal de reojo.

Cal enseguida captó todo, cuando ni aún los demás sabían qué querría decir aquella mirada. Ella sonrió y se puso de pie, alzando las manos en señal de inocencia. — ¡Oye! He salido con muchos chicos, si te gusta alguno de ellos me sentiré... rara, porque en general tenemos un diferente tipo de hombre pero ¡juro que no me molestaré! mi corazón le pertenece a alguien más. — Mostró los blancos dientes en una sonrisita enamorada.

— Y dale otra vez con eso... ¿quién es el desafortunado? — Preguntó la otra rubia, ya drogada.

— ¡No te diré! Ya no insistas. — Y Cali le sacó la lengua.

— ¿Y bien? ¿Quién es, Shel? — Preguntó Brian, mirándola con interés.

— No estamos saliendo ni nada, solo nos besamos y poco más. — Shelly rodó los ojos, algo nerviosa antes de contarles, ya que el malhumorado hombre del que iba a hablar tampoco era el tipo de chico del que ella solía fijarse, pero principalmente era porque no sabía cómo reaccionarían los demás.

Luis solo fumaba en silencio, disfrutando del caótico panorama.

— Es Jasper. — Finalmente confesó.

Brian abrió los ojos como platos, Cal se cubrió los labios con ambas manos mientras miraba con asombro a Mely y esta última fruncía con exageración el ceño: todos atónitos.

Mas Brian relajó su expresión facial más rápido que el resto. — ¿Porqué no me sorprende? —

— ¿Que no te sorprende? ¡Pensábamos que salías con Luis! — Mely le dio un codazo a Cal por decir eso.

— ¡Sshh...! Se suponía que era un secreto... —

— ¿Conmigo? Ah, ojalá... esta mujercita no deja de hablar sobre cuánto anhela estar pegada de ese tipo como un chicle. — Añadió el hijo del director.