A medida que los siguientes días transcurrían, tanto los amigos de Shelly como todos los demás estudiantes se preparaban para la fiesta. Los pasillos eran decorados, las estudiantes llenaban el centro comercial para comprar los más llamativos y algunos vulgares vestidos brillantes, tacones, etcétera. La escuela era un caos y el director lo experimentaba en primera persona.
El hombre se dejaba caer sobre el escritorio medio moribundo, mientras alguien tocaba la puerta.
Él gruñía. — Pase. —
— ¡Director! Buenos días... como sabe, mañana es la fiesta y quería saber si deseaba usar su traje gris o el negro... aunque por si las dudas, mandé a ambos a tintorería. — comentaba su ayudante.
Hasta el ajetreado hombre era víctima de este evento, aunque un principio había sido su idea... o algo semejante. "Una reunión tranquila un fin de semana sería agradable para la escuela." Y a medida que se fue corriendo la voz, la "reunión tranquila un fin de semana" se convirtió en "¡Hay fiesta el sábado con temática de noche de gala!" y la locura llegó a tal extremo que para cuando el director quiso frenar las cosas, ya se veía a los estudiantes y más aún a los mismos profesores, envueltos en la elaboración de la celebración sin motivo aparente.
Las cocineras ya tenían el ponche planeado desde el lunes, el profesor de educación física cooperó con la espaciosa cancha como el lugar exacto para la celebración y así los demás fueron sumergidos en la colorida fiesta. Hasta el amargado ser de Jasper, ese viernes, se hallaba finalmente de regreso en casa preparando la cena para su familia.
Diana se acercó con un vestido brillante de lentejuelas rojo y corto que brillaba por sí solo. — ¡Mira! ¿Qué tal este? Serás la envidia de todos cuando vean que llegas con una dama como yo al baile. — Modeló la chica, emocionada.
— ¿Puedes dejarme cocinar? luego se están quejando de que doré demasiado el pollo. — Gruñó el más alto.
Diana rodó los ojos. — ¿De verdad no estás emocionado por el baile de mañana? Todos los demás en tu escuela deben estarlo. Yo lo estoy. — Y dio una pequeña vuelta, ensanchando los tacones negros.
Jasper la divisó de reojo, notando cómo el vestido se ceñía al cuerpo femenino de forma ya no tan elegante como se solía vestir ella, sino más sensual. El rubio tosió y en un movimiento involuntario brusco, derramó un vaso de agua por el suelo.
Diana se sobresaltó y esquivó el líquido. — ¡Casi arruinas mi vestido! Ah, debes elegir algo para ponerte mañana... y más te vale ir pulcro. Hmf, iré a cambiarme. — y así hizo ella.
Por otro lado, Cal, Mely y Shelly se hallaban juntas. Las primeras dos esperaban sentadas en el pasillo delantero a los probadores, mientras esperaban por Shelly, quien se medía un traje más.
— Yo estoy lista, solo me faltan los zapatos... no tengo un tacón lo suficientemente alto como para poder llegar a agarrar el brazo de Jasper. — Se quejaba ligeramente.
— ¿Podrías dejar de pensar en él por un minuto? Te recuerdo que irás con Robert al baile mañana. — Regañó Mely.
Cal suspiró. — Lo sé... —
Finalmente el sonido de la cortina corriéndose hacia la izquierda se oyó y la figura bien parecida de Shelly se dio a conocer frente a sus dos amigas. — ¿Y bien? Este es lindo, combina con mis uñas rojas y me hace sentir como que seré el centro de atención otra vez. —
— ¡Precioso! — Exclamaron ambas rubias.
— Aunque... ¿no serán mucho las lentejuelas? no estamos en navidad. — Comentó Mely.
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Debí huir el día que la conocí
RomanceJasper es un tipo problemático, un ex matón que suele usar una mascarilla para ocultar un poco el rostro. Él entra a una vulgar escuela donde, pese a que planea pasar desapercibido, desde el primer día conoce a la popular y rica Shelly, quien le har...