Lunes en la mañana, Jasper se había preparado y desayunado como era de costumbre. Agarró su mochila y comenzó a buscar entre sus cosas la caja de mascarillas reusables, sin éxito alguno, así que decidió salir a buscar por la casa, donde se topó con su prima.
— ¿Qué buscas? — le dijo Diana.
La mujer se hallaba sentada en el sofá de la sala, quien ocupaba su vista en pintarse las uñas de las manos, con suma delicadeza.
— No encuentro las mascarillas. — dijo él.
— Oh, esas las tiré. — Lo miró ella.
— ... ¿qué? —
— ¿Las necesitas realmente? ¿Eres alérgico al polvo o solo a la mirada de los demás? — Bromeó. Después de todo, seguía envuelta en el "cambio de imagen" de Jasper.
— Este año no seré el centro de atención de nadie, y lo que sea que ocurra no te importa, así que ¿dónde diablos están? — insistió el más alto.
— Te dije que las tiré, pero si tanto te molesta, puedo comprar unas para ti hoy. — Se encogió de hombros.
— ...Peor es nada. — Entonces el varón se marchó, malhumorado.
Al llegar a la escuela, todo parecía ser bastante normal. Habían un grupo de gentes en la entrada de la escuela, todos alrededor de dos estudiantes que se estaban golpeando entre sí. Nada nuevo bajo el sol de esta escuela, así que Jasper solo se dispuso a pasar de largo con su típica cara de enfado, mas por primera vez en aquel sitio: sin mascarilla.
Todos los que lo veían reaccionaban de dos únicas formas. Uno: No podían despegar de él la mirada. Y dos: Debían regresar hacia el alto varón los ojos.
Los hombres en su mayoría parecían extrañados, las chicas, por otro lado, algunas se veían sorprendidas, otras, quizás demasiado sonrientes como para tratarse de un lunes más.
Shelly se hallaba en el comedor, desayunando junto a Mely, mientras esperaban a Cal y a Brian, quienes aún estaban sirviéndose. El comedor estaba lleno, como era costumbre a esas horas. Así que no fue extraño que entrase un estudiante más a buscar su sándwich mañanero, lo que sí fue una sorpresa, era que alguien decidiera llevarse todas las miradas y algún que otro silbido proveniente de las vulgares estudiantes de aquella escuela.
Aunque hubiera sido sin querer.
Shelly y Mely se miraron entre sí, extrañadas, mas al ver de quién se trataba, alzaron las cejas en una expresión cuanto menos, sorpresiva.
Jasper, quien había pasado para recoger su respectiva bandeja, siguió de largo ignorando las tediosas reacciones y finalmente fue a sentarse, como era de costumbre, solo en una de las redondas mesas del comedor. Al él pasar prácticamente por la mesa de la ojiazul, el olor del nuevo perfume de Jasper acarició las fosas nasales de ambas mujeres. Él tenía el ceño fruncido y se le notaba malhumorado, pues lo que no quería que ocurriera estaba pasándole.
Shelly y Mely tenían los ojos clavados en Jasper, antes de que la rubia abriera los labios para siquiera hablar.
— ¿Qué le pasó? — Dijo.
Pues no solamente el alto varón malhumorado parecía haberse hecho un nuevo corte, estrenado ropa y zapatos nuevos, sino que también era la primera vez que todos en esa escuela (menos Shelly) lo apreciaban sin aquella mascarilla cubriendo su nariz y labios.
— ¡Sí que es guapo! — Se oyó la voz de Cal que se asomaba por detrás. — ¡Hay que ir a hablarle! —
— Ni te atrevas.. ¿no que ya tenías novio? — Le dijo Mely.
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Debí huir el día que la conocí
RomanceJasper es un tipo problemático, un ex matón que suele usar una mascarilla para ocultar un poco el rostro. Él entra a una vulgar escuela donde, pese a que planea pasar desapercibido, desde el primer día conoce a la popular y rica Shelly, quien le har...