Capitulo 7

9 3 0
                                    

"Fuiste, eres, serás, mi más bonita casualidad"

ERIK

Al recibir la llamada de Valeria, no sabía si contestar, pero al final decidí aceptar la llamada.

Al escuchar su voz tan dulce mientras que hablábamos me pareció tan extraordinario que no dudé en decírselo. Cada palabra, cada melodía era encantador que me imagina sus labios gruesos con un tono rosado y otras veces rojos de tanto que se los muerde.

¿Cómo se sentirán bajo los míos? ¿Serán tibios y suaves? ¿Cómo...?

Me golpeó mentalmente la frente por pensar cosas que no debería.

Jugar verdad y reto con ella fue muy divertido, pero quisiera verla a los ojos para ver sus expresiones, sonrisas y sus mejillas tomar un color rojo por cada vez que la miró.

Eso me encanta... Se ve tan tierna, pequeña y sobre todo inocente cada vez que le pasa que al ser sincero es casi siempre.

Cuando me dijo que leía libros eróticos me sorprendió mucho, ya que no pensé que a ella le gustará eso o sabría cómo "poner caliente" a un hombre gracias a ese tipo de lectura.

Al decirme que le gustaría practicar unas escenas de Mátame lentamente... me imaginé varias cosas indebidas, pensé en decirle algo; pero recordé que es muy pequeña y no debería de pasarme—decirle cosas sobre el sexo—Ya que podría arruinar la poca amistad que tenemos.

Yo en cambio dije muchas cosas sobre mi vida personal, cosas favoritas y más. Cuando llegamos al tema de las relaciones le quise ser sincero sobre Amelia, pero ella me cortó y me dijo que eso es personal y aún no se lo debería de decir, yo en cambio me sentía seguro en decirle. Total, no la conoce, ni la conocerá.

Sigo caminando por el parque, escuchando música gracias a mis audífonos. Pero todo se arruina cuando mi teléfono se queda sin batería ya que el cargador no sirve.

Que estupidez... Ya me compraré un nuevo teléfono.

Desconecto los audífonos de él y los guardó en mi bolsillo del pantalón bien enrollado.

Lo bueno, es que podré disfrutar de la naturaleza. El canto de los pájaros, el sonido de los árboles por la increíble brisa que choca con ellos y mi rostro.

Cierro por un momento los ojos y sigo caminando. Igualmente, nadie debería chocar conmigo ya que...

Pasa lo contrario.

—De verdad que lo siento muchísimo —una voz femenina.

Abro mis ojos y lo primero que veo es a una chica morena de ojos verdes y facciones muy lindas, su cabello está en una cola alta, pero se nota que es liso y largo. Lleva puesto una camisa negra con unos pantalones anchos del mismo color, además de unos zapatos blancos deportivos. Es tan alta como yo y se nota que tiene buen cuerpo.

Abro mis ojos, sorprendido por su belleza y trato de hablar.

—Tran... quila es que yo venía con los ojos cerrados y no me di cuenta que podíamos chocar.

—Pero también es mi culpa por andar en otro mundo. Pero no importa —guarda su gran teléfono en si bolsillo delantero—Mucho gusto, mi nombre es Linda —me tiende su pequeña mano.

—Erik... —le estrecho cortésmente.

— ¿Cuántos años tienes? —me pregunta muy interesada.

—Dieciocho años, ¿y tú?

—Diecisiete años, cumplo en una semana los dieciocho años.

—Qué bueno.

Al final terminamos caminando el resto de la tarde mientras hablábamos de muchas cosas interesantes.

El primer amor| Un Final Inesperado © VOL 1.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora