¡Baja la Música! [Borrador]

04. ¿O tú o yo?

   Ewel Daniels.

    Mientras mi cliente me explica los detalles de su caso no logro estar del todo concentrado en escucharlo...

     ¿Por qué?. Ahh, porque mi maldita vecina no deja de lanzarme miradas asesinas, no deja de hablar...¡Qué digo hablar! , de gritar llamando la atención de todos en el café.

      No sé como no le da vergüenza eso...

    — Aquí tienen su delicioso café — Le dice a Suang – Li mientras a mi me ignora por completo.

     Maleducada...

    — Gracias— Respondo por cortesía.  Aunque a ella no, a mi si me enseñaron modales.

     Se retira revirandome los ojos en desagrado con su contorneo de caderas habitual..

   — Es muy hermosa, cierto — Me comenta Suang hechizado viéndola atiborrearse de galletas sin ningún tipo de delicadeza.

    ¿Eso es hermoso?...

   — Ajá — Respondo queriendo que acabe con el tema "Anny".
   
  
    — Quiero invitarla a salir . Me gusta mucho pero no se bien como...tratarla.

    Con camisa de fuerza y diez tipo de sedantes distintos...

    — Sólo hablale normal, créeme que no exige mucho.

   — Es tan diferente y natural — Continua mi fastidioso amigo haciendo ver que no ha cambiado nada.

    Suang y yo estudiamos juntos en el instituto, luego el eligió medicina y yo abogacía. Siempre ha sido un romántico de la vida, un inocente y atento hombre. Ni siquiera me lo imagino con un desastre como esa chiquilla.

     Respiro hondo queriendo largarme cuando Anny tropieza con algo dejando caer la bandeja vacía. 

    A quien se le ocurrió la fantástica idea de contratarla en algo...

     Suang ríe viéndola recoger todo. Aún irritante esa mujer se las arregla para ganarse el cariño de la gente. En el edificio todos la tratan como a un sol , tiene una amiga quien parece ser completamente diferente a ella y tiene hasta pretendientes.

    La gente está loca...

   — Me marcho.  Tengo que terminar con la mudanza y descuida Su, ese caso está ganado.

     Estrechamos manos y antes de irme voy a la barra a comprar bombones. Desde que tengo uso de razón el chocolate me relaja...

   — Hola , una caja de bombones sin azúcar por favor — Le pido a una trigueña quien me sonríe sonrojada.

   — Claro , enseguida.

    Con mucha delicadeza de tiende la caja de bombones y yo el dinero dejandole diez dólares de propina.  Es muy hermosa, sencilla y sobretodo educada.

   — Muchas gracias, bonita.

    Sonríe mostrando sus dientes y pasando el flequillo detras de su oreja apenada...

  — De nada , esperamos y vuelva pronto. Gracias por la propina.

  — No hay de qué.

   Al girarme hacia la salida alguien se estrella contra mi pecho escachando los bombones que traía.  No hay que ser adivinos para saber quien...

   — ¡Qué daño tan grande le hice a este mundo! — Me quejo mirando a Anny quien sonrie ...

  — Uno muy gordo seguro. Conociendo a tu familia.