09. ¿Qué me sucede?

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   Anny Beckenbauer.

     — ¡Bienvenida a tu nuevo hogar!— Exclamo al abrir la puerta de mi depa.

  
     Sam da una pequeña sonrisa al ver toda la decoración con globos lilas y serpentinas plateadas que le he hecho. Está muy deprimida y su psicólogo me dejó de orientación que hiciera todo por mantenerla alegre, pero es imposible.

     Samantha es muy sensible, de la nada entra en una depresión que controla con antidepresivos y cuando Ever se fue, cayó en una especie de adicción. Me aterra que vuelva a pasar por lo mismo. Ahora no solo perdió al amor de su vida, sino también a sus padres y se por experiencia propia que es algo muy duro estar peleada con tu familia.

    — Gracias por todo Anny — Dice en un susurro, automáticamente comienza a lloriquear otra vez y se me parte el corazón no tener a mi Sam berrenchuda y narcisista de vuelta, a esa Sam que tanto luchamos un día por recuperar y ahora está en riesgo de perderse nuevamente.

   — ¡No no nena! — La abrazo sentándola en el sofá — No quiero verte llorar Sam, recuerda tu promesa.

    Asiente limpiando sus lágrimas con manos temblorosas. Tiene ojeras, la melena azabache atada en un moño despeinado y viste como una indigente. Sus ojos lucen sin ese brillo de alegría y sus labios están agrietados y secos.

    — ¡Más bien, que quieres comer! — Pregunto alegre y ni siquiera me mira — ¿Pollo frito con patatas fritas? — Digo con un tono pícaro debido a que ama la comida chatarra y niega.

    — Quiero dormir y que nadie me moleste — Dice colocándose de pie para dirigirse al dormitorio.

   — ¡Samantha! ¡No puedes ir a dormir sin comer nada! — Grito desesperada a la misma vez que tocan el timbre.

      Sam cierra la puerta en mi cara y cuento hasta diez aclamando paciencia para abrir la dichosa puerta . Al hacerlo me encuentro con un Ewel desesperado que me observa de abajo hacia arriba como de costumbre, solo que esta vez sin ninguna mueca de desagrado.

    — ¿Qué?— Pregunto en un mal tono y levanta la ceja ofendido.

    — Venía a preguntar por Samantha, pero creo que mejor me marcho— Habla molesto y ruedo los ojos tomándolo del antebrazo músculoso con el tatuaje de una pequeña ancla.

    — Lo siento — Me disculpo derrotada— Solo que estoy nerviosa, Samantha esta recayendo en depresión y no quieras ver como se pone.

     La voz se me quiebra solo de imaginarlo y Ewel me abraza dejándome impactada. Su olor masculino me relaja y los latidos exasperados de su corazón, aceleran los mios.

   — Tranquila Anny , ella va a estar bien — Me tranquiliza y sin mas envuelvo mis brazos al rededor de su espalda musculosa y ancha — Te tiene a ti y tiene a mi hermano.

     Sus palabras me hacen quebrarme en sollozos y su abrazo se vuelve más apretado, como si luchara por mantener todas mis piezas unidas...

   — Tengo miedo por ella Ewel , no puede recaer en los antidepresivos ni los sedantes — Suelto en un susurro y este niega separándose. Con sus pulgares limpia las lágrimas de mis mejillas y sonrie viéndose como un ángel caído — Samantha es como mi hermana, es la única familia que tengo.

   — Te prometo que todo se va a quedar en un mal recuerdo.  Samantha va a salir de esto con la ayuda de todos nosotros y estará bien , Anny. No llores, no soporto ver a una mujer llorar.

    Sonreímos mutuamente observando los ojos del otro,  sus ojos negros estan iluminados por un brillo extraño y por alguna razón, me detengo en ver a un Ewel que nunca creí que exisistiese.

    — Hola — Frunzo el ceño al oir la tierna y aniñada voz de Nora. Mi colega en el café.

      Nos observa con cierto enojo al vernos tan próximos y medio abrazados. Ewel se separa de mi con delicadeza y cuando va a besar su mejilla, Nora lo toma del mentón y besa sus labios causando sorpresa en mi y en el mismo Ewel.

  — Hola Anny. ¿Cómo estás?— Pregunta con una sonrisa fingida .

   — Bien.

   Contesto a secas ignorando la intensa mirada del trigueño que para mi, volvió a ser el idiota de siempre.

   — ¿Cómo te va con Suang?— Pregunta y levanto una ceja de mala gana — Es que fue y preguntó por ti ayer en el café. Creí que estaban saliendo.

    ¿Qué le pasa a esta mujer?...

    Ewel hace una especie de mueca al oir a la entrometida de su novia...

   — Nora, vamos a casa. Anny está cansada — Le dice cariñoso tomando a la rubia de la cintura pequeña que tiene y controlo el impulso de rodar los ojos.

   — Sí, otro día hablamos — Comento fingiendo normalidad.

 
    Es que debería de estar normal y no inexplicablemente molesta...

   — Adios — Se despide con su mano e imito la acción antes de cerrar la puerta .

    ¿Desde cuando sale con el invasor y porque me importa eso?.

    ***

     Ewel Daniels.

    ¿Ya es novia de Suang?. Creí que solo habían salido una vez. Pienso mientras entro a mi departamento con Nora delante.

   — Te extrañe — Dice en un intento de besarme cuando la tomo de la cintura distanciando un poco.

     La rubia y yo hemos salido varias veces . De tantos encuentros en el café y en el bufete ya que su padre trabaja allí, intercambiamos números telefónicos y llevamos conociéndonos al rededor de un mes. Es linda, carismática, amable y bastante madura. Solo que es demasiado intensa aveces y agobiante.

    — ¿Quedamos en vernos hoy? — Pregunto y niega en una mueca — Estoy en una situación complicada con mi hermano y su Exnovia.

     Le digo con la esperanza de que se marche. Ever esta a punto de terminar su hora laboral y se que cuando venga tendré que hacer miles de intentos para que entienda que lo mejor es dejar respirar a Samantha.  Está como loco por verla y sé que tiene esperanza de volver con ella.

     Mi hermano nunca me habló de ninguna mujer . Solo se que cuando volvió a casa de nuestros padres, era un Ever completamente diferente y nunca logramos que nos dijera que lo tenía tan apagado.

    — Puedo quedarme aquí y relajarte con un masaje — Dice en un ronroneo la rubia besando mi cuello.

    Mi respiración se vuelve pesada ante sus caricias muy certeras y si sigue por ese camino, no creo que logre controlarme.  Es hermosa, sensual y me atrae.

    — Nora, por favor — Digo en una queja separandome logrando que bufe molesta.

    — ¿Yo no te gusto?— Pregunta desesperada y no me atrevo a responder nada — Llevamos un mes saliendo, congeniamos muy bien, nos gustamos y somos adultos. No entiendo porqué no quieres dar otro paso Ewel.

    Remuevo mi cabellera incómodo...

    La verdad yo tampoco entiendo que me sucede...

    — ¿No me deseas? — Vuelve a ronronear acariciando mi abdomen con sus garritas verdes logrando que mi piel se erize — Se que sí y yo también te deseo mucho.

    Se desprende de su vestido quedando en ropa interior.  Trago grueso al ver su cuerpo hermoso y delgado luciendo una lenceria roja pasión. Automáticamente el cerebro me juega una mala pasada y viene a mi memoria el día que hallé la tanga de Anny en mi balcón , el día en que la vi en ese pijama diminuto con sus piernas carnosas y trasero levantado bien marcado. Sus labios adornados de ese arito, el fuego y el veneno que desprende su lengua cuando está enojada y sin poder controlarme me lanzo sobre Nora.  Besandola ferozmente y cargandola en mi torso para dirigirnos a la habitación.

     Esa noche la hice mía con la imagen de esa melómana en mi cabeza. Y ni siquiera sé porque me ha sucedido eso.

     Regálame tu voto ❤ 🙏.

 

¡Baja la Música! [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora