¡Baja la Música! [Borrador]

05. Constante Guerra

Anny Beckenbauer.

    Camino de puntillas descalza en plena madrugada con la canción de misión imposible en mi subconsciente. Ahí estaba yo, dos de la mañana caminando al ritmo de esa música que se reproducía en mi cabeza de una forma extraña , con linterna , tijeras y piezas en mano.

    Bajo las escaleras con mucho trabajo para no hacer ruido . Algo que es imposible para mi , pero logro poniendo atención y sobretodo en las del piso del invasor. Cuando llego al sótano una sonrisa maliciosa se forma en mi rostro inevitablemente, el cuerpo y las manos me cosquillean en ansiedad por la adrenalina. 

    Busco con la linterna el sistema de electricidad de los pisos y al abrir la cubierta no entiendo absolutamente nada. Pero sonrió sadica al ver que cada conexión está con el numero de departamento puesto . Amplio mas mi sonrisa al ver el 2A , preparo las tijeras para mandarle todo al caño y...

   — ¡Lo sabía!— Exclaman desde lo oscuro haciéndome gritar como si hubiese visto al espíritu de La Monja.

   — ¡ No me mates! . ¡Aunque esté haciendo el mal no soy diabólica! , ¡Por favor, no me comas! — Imploro entre lagrimas viendo mi vida pasar por delante de mis narices tipo película — ¡ADIOS MUNDO CRUEL!.

   — ¿Ya terminaste con la actuación?— Pregunta el monstruo y arrugo mis cejas al reconocer la voz.

   Alumbro con la linterna encontrándome con Ewel en pijama y cabello desordenado cruzado de brazos y cara de burla. Me dan ganas de entrarme a golpes por haber hecho tan semejante ridículo..

     — ¡Imbécil!— Grito con voz ronca debido al llanto al ver como sonrie ampliamente viéndose mas lindo de lo que es y justamente eso me molesta, que sea tan hermoso siendo un completo cascarrabias engreído .

   — ¿Yo? — Mira hacia detrás como si no fuese con el y aprieto mis puños — Yo no era la que le iba a quitar la corriente a mi vecino, ni soy quien le ha hecho un grafito en la puerta , ni le he jodido la cerradura.

    Ruedo los ojos ante su dramatismo...

    — ¿No? — Pregunto y niega — ¿Y que haces con esa pinza escondida detras?.

   Ewel sonrie...¿Apenado? Y sonrojado. Se queda sin saber que decie observando mi aspecto mientras me cruzo de brazos esperando su explicación que no llega..

   — ¡Vamos que eres Abogado, mentiroso de sangre y labor! — Me le burlo y bufa..

   — Qué sea Abogado no significa que sea mentiroso , y justamente como soy abogado, podría procesarte por todo el atentado que estas haciendo contra mi desde que llegué.

     Ruedo los ojos dándole la espalda para subir otra vez a mi depa...

   — Anny — Me llama y volteo de mala gana —Basta de ser tan infantil. Soy un hombre serio, responsable, un profesional que necesita paz y tranq...

   — Blablabla — Acorto su discurso y subo corriendo escaleras arriba.

    No lo resisto. No tenía nada en su contra hasta que llego a mi puerta con mala cara y actitud arrogante criticando mi música y mi forma de ser. Si me lo hubiese pedido amablemente y me hubiese dicho que es un hombre aburridamente patético hubiese tratado de comportarme mas. Pero no, y entonces que se aguante.

    El otro punto, lo veo a el y recuerdo a Ever y a Sam en su época de depresión . Se que no tiene la culpa de lo que el imbécil de su hermano hizo pero no puedo evitar odiarlo.

    ***

    — No se cómo puedes vivir en constante guerra — Comenta Sam mientras se mete una papa frita a la boca...

    La verdad que me distrae hacerlo molestar...

    — Es divertido hacerlo perder el control.— Respondo encogiendome de hombros y sonrio al recodar a Ewel rojo de rabia...

    — ¡Uhh , no será que te gusta!— Canturrea la loca y la aniquilo con la mirada — Ok. Queda claro que lo odias.

   — Ya sabes quien me gusta — Digo derretida al observar a Suang entrar a la cafetería de la facultad vistiendo la bata de Médico.

    Nuestra facultad es al lado de un hospital, hospital donde trabaja Suang, quien es mayor que yo por cinco años ya que tengo veinte y el veinticinco. Lo conocí en primer año de la carrera donde el  estaba recién graduado.  Enseguida hicimos amistad.

     Suang toma una manzana, un sándwich y una botella de jugo y mi cuerpo tiembla al ver que se dirige hacia nuestra mesa...

    — Hola chicas — Saluda sonriente y le brindo una sonrisa radiante — ¿Puedo sentarme?.

   Me dan ganas de besarlo de lo tierno que es...

   — ¡Obvio!— Respondo de inmediato y...¡Espera!...

    ¡¿Me ha guiñado un ojo?!..

    ¡ME MUEROOOO!...

  — Y ...¿Cómo les va en la carrera?— Pregunta mordiendo su manzana y yo me quedo embelesada al ver el movimiento de sus labios al masticar.

   — ¡Muy bien! — Habla Samantha pegándome un codazo haciéndome reaccionar— ¿Verdad Anny?..

    Suang se concentra en mi y mi corazón se acelera, noto como mira mis labios e inevitablemente me saboreo...

   — Sí, estupendamente — Contesto bebiendo de mi cocacola controlando la sonrisa que se me forma en los labios..

    ¡¡¡Creo que le gusto!!!

   Nos quedamos viendo mutuamente entre sonrisas coquetas y Sam se coloca de pie...

    — Debo...ir a ver al director Beckham que me estaba buscando.  Nos vemos en clases — Me dice giñandome un ojo en complicidad — Hasta luego Suang.

    Se marcha y nos quedamos en un momento realmente incomodo. Estoy nerviosa y sé que Suang también al tocarse repetidas veces el puente la la nariz...

   — Anny...Yo tengo algo que decirte — comienza y asiento rogando por que sea lo que estoy pensando. Respira hondo calmando los nervios y me hace reir contagiandolo — Me gustas mucho .

    Soltó de repente logrando que abra los ojos sorprendida. Creí que por fin me invitaría a salir esta noche y resulta que fue directamente al asunto...

     Rio incómoda sin saber que decir...

   — Me gustas desde la primera vez que te vi en los pasillos del hospital, alegre y sonriente. Con esa energía contagiosa y vibra armoniosa — Mis ojos comienzan a picar de emoción ante sus palabras — Hace rato quería decirtelo, pero no sabía como y hoy...decidí soltarlo por fin.

     Ahora quien toma aire soy yo..

   — Tu también me gustas , Su. Igualmente desde la primera vez que te vi— Confieso y sus hombros se relajan a la vez que hace un gesto de alivio...

   — Menos mal...Creí que no te gustaba — Comenta y rio...

    Si supiera que hasta los nombres de nuestros hijos tengo, absolutamente no dijera eso...

    — Bobo, claro que si. Eres muy buena persona, amable, caballeroso, respetuoso, humilde , modesto...y lindo— Se sonroja con los ojos prácticamente cerrados al sonreír..

   — Bueno...puedo pasar por ti hoy en la noche si quieres claro.

   — Claro que sí, a las nueve estaré lista.

    Me muestra una amplia sonrisa la cual me transmite alegría. Hace mucho estaba esperando esta oportunidad, incluso, después de mi exnovio de hace tres años no he estado con más nadie y cuando conocí a Suang, supe que sería el hombre que estaría conmigo para el resto de mi vida.  Con Suang imagino un noviazgo sano y romántico, una boda hermosa, la planificación de nuestra casa, trabajando juntos como colegas en el mismo hospital, la etapa de embarazo y recibimiento de nuestros hijos...Y es que con Suang me imagino todo lo hermoso que el amor puede ofrecer. Por eso no puedo sentirme más feliz  de ver como se me está realizando esa fantasía poco a poco.

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