Lizzie colocó la tiara que me representaba como princesa para darle ese toque mágico que le faltaba a mi apariencia. El vestido era una hermosa y delicada tela azúl, las mangas caían sobre mis hombros dejando ver mi clavícula y el escote en forma de corazón resaltaba un poco mis pechos, el bordado que lucía era una obra maestra, no esperaba algo menos viniendo de Adler. El corset se ajustaba a mi cintura y la falda tenía una abertura en medio dejando ver el bordado que combinaba perfectamente con el resto.
Mi cabello estaba peinado en ondas que le daban un poco más de volumen y caía hacia atrás dejando al descubierto la clavícula y parte de mi pecho que vestía un collar plateado con un zafiro como la pieza principal. El maquillaje era otra cosa que me hacía lucir de otro mundo: el rubor daba ese rojez inocente a mis mejillas y el labial que deslizó suavemente por mis labios le daba el color que hace mucho habían perdido.
Me sentía hermosa. Realmente hermosa.
Bajé las escaleras para dirigirme al vestíbulo donde mis padres y Amy esperaban por mí para recibir al Lord de Asha. También como yo, lucían ropajes azules; al parecer teníamos una obsesión poco sana con ese color pero ¿Quién podría culparnos? Es un color hermoso y cabe resaltar que pertenece a nuestra casa.
—Estás hermosa, Alice—aludió mi hermana menor—. Pero no más que yo, por supuesto.
—No lo niego y te envidio. Ese color te queda de maravilla—sonreí.
—Lo sé, soy preciosa—parpadeó.
—¿Ansiosa? —se acercó mi padre.
—Un poco—respondí.
No mentía, conocer a un nuevo Lord que quizá sería mi futuro prometido me aterraba. Incluso, los nervios eran tantos que no dejé de sonreír y por eso me dolían las mejillas.
—Tómalo con calma. Piensa que es una oportunidad que los Dioses te dieron para hacer lo correcto—aconsejó.
—Tendré eso en cuenta, padre—dije sin más.
Lorient apareció en la sala, acompañado de un hombre jovén que supongo es el Lord que tanto estábamos esperando.
—Majestades, les presento a Kassian Atharis de las Tierras Soleadas de Asha, primogénito de Lord Arnold Atharis y protector de las Tierras del Oeste—presentó formalmente, respondiendo a las dudas que tuve hace un momento.
—Bienvenido a nuestro hogar, Lord Atharis—dijo mi padre con una sonrisa de oreja a oreja, feliz por la presencia del nombrado—. Es un honor tener a un Ashmita en mi nación.
—El honor es mío, majestad—se reverenció. Tragué en seco al oír su voz grave y ronca, y los nervios aumentaron cuando mi padre volteó y extendió su mano hacia mí indicando que avanzara hasta su puesto—Mi hija, Alice II Windsor Duvet.
—Un placer conocerlo al fin, mi Lord.
Quedé de pie frente al Lord y sin palabras porque esperaba a un hombre viejo, canoso y con dientes podridos pero lo que tenía frente a mí era todo lo contrario: un hombre educado que tomó mi mano dejando un dulce beso en el dorso. Tanta era mi sorpresa que ignoré el hecho de que padre mencionara mi nombre completo.
—El placer es mío, princesa—alzó el rostro y sonreí, nerviosa y atrapada por el dulce color miel de sus ojos brillantes antes de que su cabello captara la atención de mis iris azules.
—¡La cena está servida! —habló mi madre—¡Pasemos a la mesa, por favor!
El rey se adelantó hasta llegar al lado de su esposa y tomar la mano de su hija menor mientras que la del medio, o sea yo, carcajeaba sin parar gracias a los nervios que me causaron la vergüenza de mi vida.
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El Caos Del Rey #2© [Borrador]
RomanceAlice Windsor ahora vive junto a la familia Stark después de ser traicionada por el hombre más importante en su vida. En esta travesía junto a su futura nueva familia, descubre un sin fin de secretos que permanecían escondidos entre la fría nieve d...