Capítulo 13

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Mi humor ésta mañana estaba perdido, completamente extinto. No me apetecía hablar con nadie, solo estar sola en silencio me llenaba de la paz y la serenidad que necesitaba.

Lucía un vestido negro, el corset se ajustaba a mi cuerpo haciendo mi cintura un poco más pequeña. El escote relucía mis pechos y mi clavícula mientras las mangas caían por los hombros dejándolos descubiertos. Hace mucho no usaba un vestido de éste color pero puedo acostumbrarme, además, representa el luto por el que atravieso sin que nadie se de cuenta.

Después del desayuno en el que solo estuvimos las tres mujeres de la realeza en el palacio, decidí hacerle una visita a mi mejor amiga Magda porque hace mucho no la veía y tenía tanto que contarle. También a Valerie pero digamos que nuestra última conversación estuvo un poco fuerte, por así decirlo. Espero que no haya afectado nuestra amistad aunque conociéndola, preferiría comer carne podrida a entablar una conversación conmigo.

Antes de irme, me atravesé en el camino de mi madre que acompañaba a Amy a sus tutorías privadas en la biblioteca. Me mostré sonriente y enérgica porque quería mantener lo mal que me sentía para mí misma.

—¡Madre!—volteó.

—Alice, se hace tarde para mis clases—dijo mi hermana.

—Solo será un minuto, Amy—respondí—. ¿Puedo ir al pueblo?

—¿A qué?—inquirió enarcando una ceja.

—Visitaré a Magda. Puedes enviar guardias, sí quieres...

—Está bien—concedió—. Puedes ir pero con cuidado, Alice.

Sonreí.

—¡Gracias!—vociferé.

—¡Baja la voz!—gritó Amy.

Corrí hacía afuera y busqué al cochero que acaricia al caballo blanco.

—Llévame al pueblo—dije estando detrás de él.

—El rey dió estrictas órdenes de que no podía salir del palacio, princesa—anunció.

—¿Cuándo dijo eso mi padre?

—Ésta mañana antes de partir al norte.

—¿Al norte?—mascullé.

—Sí, princesa, al norte—asintió.

—¿Sabes el motivo?—pregunté y dudó—Te pagaré doscientos kyat.

—Lo oí decir que tendrá una audiencia con Lord Stark y traerá a su guardia personal de vuelta a sus servicios—habló—¿Sí me dará el dinero?

—¿Josiah? ¡Sí!—sonreí. Tomé el rostro del hombre y le dí un beso en la mejilla.

—¡Princesa!—gritó cuando me alejé—¡¿Me dará el dinero?!

Lo ignoré entrando al palacio. En la oficina de mi padre, redacté una carta para mi amigo y llamé a uno de los soldados dándole la órden de traer a Magda a casa porque sí la princesa no puede ir a ver a su amiga, mi amiga vendrá a mí como una princesa.

Esperé en el vestíbulo, estaba impaciente y amortiguaba las emociones mordiendo mis uñas pero la calma entró en mi sistema cuando ví a la castaña que se acercaba a pasos rápidos. Corrí hacia ella y sujeté sus manos entre gritos de emoción y ganas de llorar de la felicidad que me transmitía tenerla de vuelta.

—¡Te extrañé tanto, Alice!—dijo una vez nos separamos del abrazo.

—Yo también—limpié la lágrima que escapó—Han pasado muchas cosas...tengo tanto que contarte y no podía esperar un minuto más.

El Caos Del Rey #2© [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora