I Like Your Mom | Garime G!P

Coco Mademoiselle

—Tienes mucha ropa —dijo Gala observando como el guardarropa estaba comenzando a saturarse con el montón de prendas que Karime había traído consigo en dos grandes maletas y una bolsa de plástico aparte.

—Me gusta variar mis atuendos.

—Y yo que solo alterno entre cinco o seis prendas —lo dijo en un tono tan bajo que solo ella misma pudo escucharse.

Karime sonrió al ver a la otra chica luchando por colgar dentro del closet el blazer negro que pendía de una percha.

—Dámelo, dejaré algo de ropa en las maletas, no creo que toda alcance en el ropero —y su hipótesis era correcta, en ese armario no entraba ni una prenda más.

Mientras Gala se había encargado de la ropa externa, Karime había organizado algunos cajones con zapatos y llevado sus artículos personales al baño de la habitación.

—Cuidado con esa caja —Karime señaló uno de los contenedores medianamente pequeños que estaba sobre otras dos cajas más grandes —. Adentro tiene frascos de perfume.

Gala tomó la cajita con cuidado y la llevó a la cama, estaba abierta, alcanzó a distinguir el nombre de una colonia grabado en uno de los frascos de cristal.

—Coco Mademoiselle —leyó Gala.

—¿Lo conoces? —Karime alcanzó a escucharla —. Es de mis favoritos.

—Me encanta como huele —respondió recordando las notas que hacían a ese perfume tener un olor delicioso —. Adoro los aromas cítricos.

—¿Quieres ponerte un poco? —tomó el frasco de perfume y le quitó la tapa.

—No. Es costoso, no deberías gastarlo así nada más —dijo Gala agitando su cabeza y sus manos en negación.

—Ándale, no es como que vaya a rociarte medio frasco —Karime sujetó la mano de Gala —. Extiende tu otro brazo —le indicó.

Gala hizo caso y estiró su brazo derecho para dejarlo a la misma altura que el izquierdo; Karime roció el perfume en la parte interior de cada una de sus muñecas.

—No las frotes, deja que se absorba solo —dijo cuando vio que Montes estaba por hacer ese movimiento —. Inclina un poco la cabeza hacia atrás —le pidió y una vez que lo hizo, roció el perfume sobre la base de su cuello —. Listo, ahora tienes impregnada mi fragancia favorita.

—¿Segura de que es tu favorita? El frasco está casi lleno —cuestionó.

—El que tenía antes se terminó y este lo compré hace unas semanas, además solo lo uso en ocasiones especiales.

—No sé si creerte eso último porque acabas de usarlo conmigo y esta ocasión no es para nada especial —dijo Gala con una sonrisa juguetona.

—Ya, pero es una muestra de mi agradecimiento hacia ti.

Karime se dirijo hasta la cómoda que estaba en una esquina de la habitación, situada debajo de un espejo redondo pegado a la pared, para guardar el perfume que había usado con Gala, y el resto de los que había en la pequeña caja, dentro del primero de los cajones de madera.

—Deberías venir esta noche al cine conmigo y con Briggitte—Karime sugirió —. Todo va por mi cuenta, yo invito.

—Si lo haces por agradecerme, te digo de una vez que no es necesario.

—En parte sí es por eso, pero creo que Briggitte también estaría de acuerdo en que nos acompañes —insistió.

—¿Qué película van a ver?

—No lo sé, planeaba dejar que Briggitte elija alguna de la cartelera.

—Seguro que escoge alguna de terror —Gala dijo entre dientes.