I Like Your Mom | Garime G!P

La cereza del pastel

—¿Y qué piensas hacer al respecto?

—No lo sé, yo...

—Karime, no me gustaría sonar posesiva, pero muero de ganas por decir que eres solo mía; incluso si no puedo gritarlo a los cuatro vientos me bastaría con saber que eres solamente mía y para mi —interviene —. Quiero poder decir que estamos juntas y mostrarte mi afecto sin tener que reprimirme o sentir que podrías alejarte si consideras que es demasiado —expresa claramente. En ocasiones, envidio lo directa y certera que puede llegar a ser —. Si no coincides conmigo, entonces no creo que debamos volver a lo de antes.

—Quiero lo mismo —respondo sin dejar espacio para las dudas —. Anhelo que tengas todo de mí y yo tener todo de ti. Me encantaría estar a tu lado y llevar lo que teníamos a algo mucho más profundo. Te quiero, Gala, en verdad lo hago —nunca he sido más franca que justo en este momento —. Aunque debes saber que hay muchas cosas que me asustan y muchas otras que nos desfavorecen.

—Cuéntame y veremos qué podemos hacer —sujeta mi otra mano también y nos guía para sentarnos sobre la cama —. Encontraremos una forma para afrontar cada situación que se nos presente.

—¿Por dónde empiezo? —sonrío nerviosa. Gala me da un apretón, alentándome a seguir hablando —. No tengo ni la menor idea de cómo vamos a explicárselo a Briggitte; dudo que vaya a tomárselo bien —expongo —. No me imagino cómo podrá procesar el hecho de que su madre esté saliendo con su mejor amiga que además le gusta.

—¿Ella te dijo eso? ¿Que le gusto?

—Me contó lo del día en los videojuegos y está confundida —respondo —. Es un lío, se va a sentir súper mal y no me gusta que seamos nosotras la causa de ese dolor.

—No va a ser fácil hallar el momento o las palabras adecuadas para decírselo —Gala suspira —. Pero Briggitte es una chica comprensiva, es de las pocas personas que me han sabido entender, yo creo que será capaz de comprender si le hablamos con sinceridad, le mostramos el aprecio que nos tenemos y lo importante que es esto para nosotras.

Ella es demasiado positiva. Me gusta la manera en que se lo toma con calma porque me contagia y disipa mis inquietudes.

—¿En verdad crees que todo va a salir bien?

—Vas a ver que sí, muñeca —me sonríe cálidamente —. Por cierto, después de todo lo que hablamos, significa que...

—Significa que ahora estás saliendo con una mujer que tiene casi diez años más de los años que tú tienes.

—Lo dices como si tu edad fuera algo malo —se recorre hasta que su hombro queda pegado al mío. Es magnífico poder sentir el calor de su cuerpo junto al mío otra vez —. Además, no es tanto.

—¿Realmente no te importa?

—Para nada —niega. Gira la cabeza y se acerca a mi oído —. Hasta diría que es sexy —sus labios me hacen cosquillas.

—¿Acaso tienes un fetiche con las mujeres mayores, Gala? —pretendo escandalizarme.

—Me atrapaste —bromea alzando las manos en señal de rendición.

—Mmm, tonta —golpeo su nariz con la punta de mi dedo —. Me dirás si llegas a aburrirte de mí, ¿verdad?

—Eso no va a pasar —me asegura —. Es la segunda vez que dices algo similar, ¿por qué piensas eso?

—Porque eres joven, Gala, tienes tanta vida por delante y yo... Bueno, no sé que expectativas tienes para el futuro —expreso una de mis más grandes preocupaciones —. Nada quita que conozcas a alguien de tu edad y prefieras estar con esa persona.