Capítulo 37

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Ser sorprendida con la guardia baja no era algo que la demonio Hina disfrutara, casi tanto como odiaba que la gente la interrumpiera. La molestó ver a esa pilar frente a ella, esa junto con esa chica de ojos rojos y el otro cazador desconocido que causo la furia de su señor. 

Mientras esquivaba la espada de esa chica de cabello de cebolla y el hombre de rostro horrible, recordo lo que le dijo su señor antes. 


[.....]


—Escucha, Hina —Dijo Muzan, sentado en el sofa y mirando a la demonio Hina, que tenía su cabeza acostada en el regazo —Ya que eres tan especial, quiero que hagas algo por mí. 

—Lo que usted quiera, mi señor —Respondío feliz la demonio. 

—Si te encuentras con esta humana, quiero que me la entregues... viva —Le clavo su dedo en su cerebro, pasandole una imagen de Ayame —Y... si te encuentras con este cazador —La imagen de Ayame se reemplazo por una de Tanjiro —Quiero que lo mates, sin que pueda respirar. 

—Así sera mi señor —Obedecio la demonio. 

—Tengo mucha esperanza puesta en ti. 


[.....]


La enojó tanto que ni siquiera se dio la oportunidad de pensar en cómo pudo haber sucedido. Estaba a punto de explotar si no fuera por una voz en la parte posterior de su cabeza que le decía que pensara con más claridad. Sus oponentes no debian aprovechar eso, o sera su fin. 

A regañadientes, escuchó la voz, tomó aliento para calmarse y, en una fracción de segundo, descubrió por sí misma que fue lo que hizo que la descubrieran.

—No solo era ella.....Había otro, ¿no? — preguntó Hina, antes de agarrarse el estómago y comenzar a reírse —Ustedes si que no tienen verguenza. ¿Usan a civiles para descubrirnos? muy bajo. 

Ume y Gyutaro permanecieron en completo silencio y dejaron que esa demonio terminara su risa, la Luna se secó una lágrima metafórica de su ojo antes de mostrarles sus colmillos mientras sus hilos, siendo vistos por la luz de los edificios, lo que hacia que reflejen la luz, se retorcían y retorcían a su alrededor como serpientes venenosas listas para atacar.

Este iba a ser su desafío más difícil hasta el momento, ambos hermanos lo sabían. A pesar de que una parte se preguntaban si terminaran como su compañero Hakuji, el pilar de la roca, o peor, despues de su lucha contra aquella luna. 

No. 

Eso no va a pasar. Ambos hicieron a un lado esos pensamientos y se concentraron en lo que estaba frente a ellos. Ellos no iban a perder.

El ambiente era tenso, con los pilares Rayo y Nieve mirando a la demonio, y ella devolviendoles la mirada. La demonio sonrio de lado, y antes de que Ume y Gyutaro pudieran reaccionar, los hilos se movieron hacia Gyutaro, envolviendolo y lanzandolo por donde vino. 

—¡Gyutaro! — Grito Ume de preocupación, y cuando iba por él, una pared de hilos con Kunais se lo impidio —¡Maldita! —Viendo con furia a la demonio quien no se inmuto. 

— Bien, niña....divierteme —comentó la demonio ninja con un siseo mientras se encorvaba un poco, sus uñas crecían un poco para convertirse en garras —¡Voy a disfrutar arrancándote esos ojos y comer tu carne!. 

Con eso ella desapareció, Ume entrecerró los ojos antes de agacharse a un lado y desviar varios de los hios y Kunais de la Kunoichi con su espada mientras la atacaba con toda su fuerza. Hábilmente, y con absoluta calma, paró todos y cada uno de los golpes de ella, esperando una apertura en su estilo para hacer su contraataque.

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⏰ Última actualización: 16 hours ago ⏰

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