Capítulo 36

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Gyutaro estaba en cuclillas, inmóvil en la parte superior de un edificio, con su mirada aguda vigilando a cada persona que pasaba abajo, los que entraban y salían de los establecimientos de 'diversión'. No había oído nada de sus tres espías en el transcurso de los dos días que habían estado en kabuki-chō, pero aún no tenía motivos para preocuparse.

Había vislumbrado a Ume, Ayame y Toko varias veces durante sus investigaciónes de la noche, por lo que afortunadamente aún no las habían descubierto. Gyutaro también sabía que si tenían algo que decirle, entonces todo lo que tenían que hacer era contactarlo por el auricular y el se acercaría discretamente a ellos para escuchar lo que tenían que decir. 

Nada está fuera de lo común hoy... todavía no, al menos. Parece que este demonio es excepcionalmente bueno para cubrir sus huellas. Sin embargo, una cosa es segura, este mal presentimiento mío que he tenido desde que llegué aquí todavía no se va... —pensó el pilar mientras se rascaba un poco la barbilla, sus ojos detectaron a un individuo de aspecto particularmente único y lo incitaron a seguirlo—Un mal presentimiento, junto con prácticamente ningún rastro de un demonio en ninguna parte, aparte de las sospechas de Agatsuma y Ume... ¿podría ser una Luna? Si ese es el caso... podemos terminar en una batalla que llamara la atención como el tren infinito. 

—¿Encontraste algo?.

Gyutaro vio por el rabillo del ojo a Ayame, quien estaba apoyada contra el barandal del edificio.  

—Nada. El demonio es muy bueno para ocultar sus huellas —Respondió el pilar —¿Y tu?.

—He captado una pesencia —Dijo ella. Eso llamo la atencion del pilar.

—¿Explícate? —Pregunto el pilar, queriendo saber.

—En tiempo que llevamos aquí, he captado la presencia de un demonio. 

—Entonces si hay uno, ¿Donde?.

—Abajo de nosotros. O lo estaba —Fue la respuesta de Takahashi. Gyutaro estaba a punto de hablar, pero el fue más rápida —Sigueme, no te gustara ver esto. 

El mal presentimiento de Gyutaro solo se hizo más fuerte al escuchar lo que dijo. Él la siguio por las escaleras, hasta llegar a una puerta, Ayame la abrío y se fijo si no había nadie por los alrededores, al confirmar que no hay nadie, los dos caminaron rapido por el pasillo hasta la puerta de una habitación. Al entrar, lo primero que Gyutaro notó en la habitación fue la presencia demoniaca que había en el lugar. 

—Aquí hubo un demonio —Dijo el pilar, mirando por la habitación bien lujosa. 

—Sí. Uno que sabía lo que hacía —Ayame se acerco a la cama —Y deberias ver lo que hay en esas sabanas. 

El pilar se arrodillo aun lado de la cama, y miro las sabanas. Al principio no vio nada extraño, hasta que forzo su vista y ahí lo notó. Entre los hilos que conformaban la sabana había algo, algo irregular. Esto es, se pregunto Gyutaro antes de sacar de su ropa un lente de microscopio, y miro con el hacia las sabanas. 

—Sangre. Matarón a alguien aquí. Y fue como hace unas tres horas —Diagnostico el pilar al reconocer aquellas manchas. Miro a Ayame —¿Comó...?.

—Mi nariz no es muy buena comó la de Tsugikuni, pero ya puedo reconocer el olor de la sangre incluso si limpian el lugar —Explico la cazadora —Además, fue parte de mi entrenamiento con el. Me dijo que podia ser util en misiones encubiertas. Tuve que forzar mi vista para poder ver esas manchas. 

Gyutaro asintio ante su explicación, sabiendo la habilidad de la nariz de Tanjiro. Claramente le sorprendio que el la entrenara en esa habilidad, pero no lo demostro. Saco un telefono de su bolsillo y marco un numero. 

Luna SangrientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora