Los siguientes cinco días fueron de absoluta agitación para Tanjiro. Aunque lidiar con demonios no era problema, se enfrentó a un desafío aún mayor: Cambio. Los días consistían en ir de un lugar a otro sin parar.
Se encontró constantemente palmeándose la cara y poniendo los ojos en blanco, algo que nunca antes había hecho. No importa cuántas veces intentara acostumbrarse, él simplemente aun no podía. Viajo de prefectura a prefectura, peblo a pueblo, cuidad entre ciudad, siguiendo pistas de demonios, matandolos y salvando gente de ellos.
—En todo este bosque, el demonio más grande era sin duda una decepción...—Suspiró mientras se sentaba en una roca, sólo quería quedarse sentado en silencio por un rato.
Lamentablemente, eso no se iba a poder hacer.
—¡Caw! al este, al este ¡Caw! debes ir hacia el este —Anuncio su cuervo Kasugai, Matsuemon.
Así de simple. El partió y caminó por el sendero que conducía a las afueras de la ciudad. Asegurándose de que no olvidara nada importante. El cuervo descendió en picado cuando el pasó por el vibrante campo de flores que habia encontrado, apresurandolo.
Una banda de demonios que residían en un pueblo. El cuervo también mencionó que no estaría solo en esta misión y que esperaría compañía. Tanjiro asintió y comenzó a acelerar un poco.
El sol colgaba alto en el cielo, su luz hacía que las nubes a su alrededor tuvieran un blanco inimaginable, agregando sombras para que parecieran granos de palomitas de maíz. La hierba verde pronto se perdió de vista cuando corrió hacia un espeso bosque. El frío hizo su aparición cuando la luz del sol desapareció. Aunque el frío no era nada comparado con las montañas.
[.....]
Tanjiro llegó al pueblo cerca de la hora del atardecer, un pueblo justo al lado de un río. Su mano rozó el mango de su espada. La gente del pueblo bullía en las calles, deambulando por los puestos de comida callejera y comprando lo que necesitaban o querian de los locales. Observó desde un área bastante aislada, el Demon Slayer Corps era una organización secreta, por lo que trató de no llamar demasiado la atención, lo cual era bastante poco debido a su ropa y la espada en su cintura.
Se sentó en un banco frente un rio, esperando a que el sol se pusiera por completo y comenzara la época de los demonios. Mientras observaba el río resplandeciente que rodeaba la aldea, tuvo tiempo para pensar, un hecho que Tanjiro no pudo superar es ¿cómo entrenaron a los Cuervos Kasugai para hablar?. Aunque su cuervo se había ido a mitad de su viaje para descansar, no podía quitárselo de la cabeza.
¿Tuvieron que criar un tipo especial de cuervo? ¿Fue un proceso difícil o simplemente pudieron agarrar a cualquier cuervo? Se sentía seguro perdido en sus pensamientos, era un ambiente tranquilo, aliviando su estrés. El sol todavía se asomaba un poco por el horizonte, los últimos rayos de sol se extendían antes de que se hundiera por completo, el río reluciente de la ciudad bailaba en cálidos colores anaranjados mientras reflejaba la luz del pueblo.
Tanjiro se tranquilizó al ver que la luz del sol desaparecía lentamente, lo encontró extrañamente calmante.
—Es hermoso ¿eh?.
Tanjiro miro por donde vino la voz de alguien, solo para ver a un chico como de su edad, cabello negro, ojos entrecerrados, parado allí, se encontró admirando la mezcla de azul claro y blanco en el haori de el. La audaz iluminación naranja del atardecer iluminó sus colores claros y les dio un tinte naranja. El viento soplaba lentamente, el cielo nocturno se deslizaba lentamente hacia el cielo, el azul profundo reemplazó al naranja cálido.
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Luna Sangrienta
Fiksi PenggemarUn mundo. Una guerra. Dos bandos: cada uno luchando durante muchas eras. Un solo ganador. Y una Luna sangrienta que no se veía desde aquella noche para él.. Algunos personajes no son míos, los créditos a sus respectivos/as creadores/as. Kny no...