CAPITULO 16

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JUNGKOOK

Jungkook miró a su viejo amigo en el tenso silencio posterior a la partida del trío.

Yoongi se veía objetivamente bien, supuso que tendría que admitir eso. El aire apresurado y frenético que había poseído todos los años en que Jungkook lo estuvo persiguiendo, finalmente se había ido.

En verdad, era un hombre absurdamente guapo, lo cual era una cosa increíblemente molesta cuando Jungkook estaba enojado con él. Que era siempre, en sentido general.

Jungkook se preguntó, no por primera vez, por qué nunca se había sentido inclinado a iniciar una relación más íntima con su viejo amigo. Pero su monstruo nunca había querido eso de Yoongi, y tampoco Jungkook. Ellos no habían estado en busca de una presa o un amante potencial en ese campo de batalla. Habían estado buscando... compañía. Familia.

Y Jungkook ciertamente había jodido eso, ¿no?

—Me sorprende que dejes a Jimin fuera de tu vista, aquí, en territorio enemigo, mon ami —Jungkook no estaba seguro de por qué añadió esas últimas palabras. Era algo así como un hábito, junto con la incapacidad de evitar burlarse de su viejo amigo con ese apodo tan viejo, uno que alguna vez había sido sincero y que se había vuelto burlón hacía mucho tiempo.

Yoongi cepilló distraídamente el brazo de su silla como si estuviera disipando polvo mientras fruncía el ceño. —Él puede velar por sí mismo en estos días.

Jungkook estaba francamente sorprendido de que su propio monstruo hubiera permitido que Jin saliera con dos vampiros potencialmente hostiles. Pero su monstruo sabía y podía sentir de cualquier manera, que Jimin era... "bueno", a falta de una mejor palabra. No lastimaría a su compañero, al menos no por simple desprecio hacia Jungkook.

Y también estaban las palabras que Jay había dicho anteriormente acerca de su propósito aquí: Era en parte una misión de reconocimiento y parte misión de rescate.

No, Jimin definitivamente no lastimaría a Jin. Él lo protegería, a un humano, un inocente, incluso si esa protección fuera contra el mismo Jungkook.

Encontraba algo de consuelo en eso.

Había un millón de preguntas que Jungkook podría hacerle a Yoongi. Un millón de disculpas que podría y debería pidiendo. Pero se encontró a sí mismo haciendo la única pregunta que ocupaba el plano principal de su mente. —¿Cómo lo soportaste?

Yoongi arqueó una ceja hacia él. —¿Nuestra amistad?

—Que hilarante —Dijo Jungkook de forma inexpresiva. Hizo un gesto con la mano hacia la cocina—. ¿Cómo soportaste.. a Jimin? Amar a un humano.

—Mmm —Yoongi cruzó las piernas y asintió como si entendiera perfectamente a lo que Jungkook se refería. Y tal vez lo hacía. Para sorpresa de Jungkook, respondió a su pregunta con seriedad—. Fue aterrador —Admitió Yoongi—. Horrible, si soy sincero. Y, por supuesto, tus travesuras... —le lanzó a Jungkook una mirada que resultaba familiar—... Lo hicieron todo mil veces peor.

Jungkook descartó la acusación con un gesto descuidado de su mano. —¿Y sin embargo no estás aquí buscando venganza? Yo lo estaría, si estuviera en tu posición.

—A Jimin no le gustaría eso —Murmuró Yoongi sombríamente. Entonces, le lanzó una mirada a Jungkook. Lenta y cuidadosa. Jungkook se preguntaba que es lo que veía en él. ¿A su viejo amigo? ¿A su creador? ¿Al monstruo que lo había perseguido durante década tras década?

¿Todo junto?

—Es extraño —dijo Yoongi finalmente, dándose golpecitos con un dedo en la barbilla—. Hubiera pensado... —Se removió en su asiento—. Con cualquier otra persona, si miran a Jimin de la manera equivocada, mi demonio desea destrozarlos en el acto. Arrancar sus gargantas y drenar sus cuerpos hasta dejarlos secos. En lo que a él se refiere, estoy en una batalla constante para contenerme. Y sin embargo, aquí estamos... Lo lastimaste. Lo heriste de verdad. Y yo estoy aquí, sentado frente a ti —Se rio secamente, pero sus ojos azules eran fríos, prácticamente helados—. Debes haberte metido debajo de mi piel después de todos esos años que viví a tu lado. No puedo pensar en otra razón por la que sigues con vida.

Mi Flor del DesiertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora