CAPITULO 22

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SEOKJIN

—Entonces, um. Nos vamos —Jimin se encogió de hombros junto a sus palabras, desde su lugar en el porche. Yoongi se cernía detrás de él y Jay agitaba la mano desde su lugar ligeramente hacia un lado.

Jin estaba un poco sorprendido de que hubiesen venido para despedirse en persona, sin embargo no se quejaba de eso. Le agradaba Jimin y el pequeño y raro Jay. Con Yoongi era un poco "tómalo o déjalo", pero claramente significaba algo para Jungkook, incluso después de toda la mierda, así que Jin estaba dispuesto a ser un poco paciente con él.

El hilo de paciencia más pequeño y raído, que podría romperse en cualquier momento.

El hecho de que Yoongi hubiera salvado la vida inmortal de Jungkook también podría haberlo inclinado un poco más en la balanza del favor de Jin. nunca olvidaría esa visión de Yoongi arrojándose sobre el vampiro salvaje que había cubierto el cuerpo inerte de Jungkook. Los gemelos también habían ayudado, por supuesto, pero fueron ellos los que metieron a Jungkook en todo ese lío en primer lugar, por lo que Jin no se sentía precisamente caritativo con esos dos ahora mismo.

Aunque, al menos habían estado en el lugar para presenciar la transformación de Jin ellos mismos. Ahora sabían, por lo que habían visto con sus propios ojos, que Jungkook estaba atado y anclado, y ya no corría el riesgo de comportarse de forma salvaje. Además, Jin como vampiro tenía sus propios derechos territoriales en Tucson, y como les había dicho antes, llevaba ahí más tiempo que ellos. Ya no continuarían merodeando tratando de echar a Jungkook fuera de la ciudad, no si se basaban en sus propias reglas tontas.

Tal vez incluso hubiera sido divertido tratar de obligar a los gemelos a irse (a lo: "esta es mi ciudad ahora, pequeños imbéciles"), pero quizás no valía la pena, o eso suponía Jin.

Más tarde, Jin se enteraría que Jay había llevado a la víctima del vampiro salvaje al hospital. Los gritos de la mujer habían sido reales, y él y los gemelos habían hecho que el vampiro se alejara al llegar desde diferentes direcciones. Había sido la suerte de Jin que la criatura hubiese decidido dar la vuelta y acecharlo a él en su lugar. Tal vez se trató de su deliciosa sangre de vidente lo que lo había tentado, ¿quién sabe?

Hechos heroicos aparte, Yoongi y Jungkook estaban evitando cuidadosamente el contacto visual, cada uno fingiendo que el otro no existía. Era casi lindo, un comportamiento de macho alfa obstinado y descarado. Jin se sentía un poco herido ya que nunca se había sentido inclinado a adoptar esa postura. Francamente, parecía agotador. Aunque, había algunos beneficios de estar emparejado con un tipo así, supuso Jin.

Como que él y Jungkook follaron literalmente toda la noche.

Sonrió para sí mismo ante esa idea, moviéndose en su lugar y maravillándose de lo bien que se sentía después de todo eso. Debería haberse sentido increíblemente dolorido, pero aparentemente la curación de los vampiros era útil para algo más que las heridas de batalla. Y Jungkook había sido terriblemente generoso con ese beso negro mágico...

Pero Jin no creía que hubiese podido contenerse, incluso si el dolor hubiese sido un problema. Se había despertado en llamas, el deseo ardiendo dentro de él. Había necesitado el toque de Jungkook, estar cerca de él. A Jimin le costó mucho convencerlo para que dejara el lugar junto a su compañero, al final, el otro vampiro se vio obligado a afirmar sin rodeos que mientras más rápido Jin bebiera un poco de sangre, más rápido los dejaría a Jungkook y a él solos para que cogieran como conejos.

A Jin realmente le gustaba el chico, de verdad.

Pero, ¿cómo es que los vampiros hacían algo de trabajo en el mundo? ¿Cómo es que no estaban follando y mordiéndose entre ellos todo el tiempo? Verdaderamente uno de los grandes misterios de la vida. Supuestamente, parte de la... ferocidad de la atracción se desvanecería, si es que creía en las palabras de Jimin. Pero solo había que ver la forma en que Yoongi observaba a su pareja, para saber que no se había desvanecido tanto. Yoongi miraba a Jimin la mitad del tiempo como si fuera un jugoso bistec, y como si colgara la luna literalmente en el cielo el resto.

Mi Flor del DesiertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora