CAPITULO 21

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JUNGKOOK

Sangre. Sangre metálica, picante, con olor a canela, le inundaba las fosas nasales.

El compañero de Jungkook estaba sangrando, y no era para el propio placer de Jungkook...

Ese fue el primer hecho que entró en su cerebro en cuanto volvió a la conciencia.

Jungkook gruñó por lo bajo, tirando de su compañero más cerca de él, enfurecido por el grito de dolor que dejó escapar su humano ante el brusco movimiento. ¿Por qué le dolía tanto a su pareja? ¿Por qué estaba haciendo esos sonidos por el toque de Jungkook?

Jungkook acarició sus manos, reacomodando sus cuerpos para sostenerlo más cerca manteniendo un brazo alrededor de su pecho. El agarre no parecía lastimar a su compañero, no de la forma en que había sucedido con el agarre de su brazo.

Jungkook no había tenido la intención de lastimarlo. No lo lastimaría. Solo necesitaba a Jin cerca de él.

Estaba empezando a recordar cosas. Otro vampiro había intentado llevarse a Jin para siempre. Otro vampiro había intentado quitarle a su compañero.

El siguiente hecho que Jungkook registró, fue que él mismo estaba herido.

Podía sentir su garganta abierta, su funcionamiento interno expuesto al aire libre de una manera que no se sentía natural. En el fondo de su mente, en las profundidades más oscuras en donde todavía era capaz de razonar, sabía que estaba lo suficientemente abierto como para que algo en su médula espinal probablemente hubiese sido cortado. Lo suficiente como para haberlo hecho perder el conocimiento.

Jungkook podía sentir cómo se curaba, esa sensación de picazón de sus partes volviéndose a fusionar. Necesitaría alimentarse pronto para ayudar a su cuerpo con el proceso.

También estaba ensuciando a su pareja, cubriendo su hermosa espalda con la sangre de su herida, pero eso no podía evitarlo. Necesitaba tener a su compañero cerca de él.

Porque el siguiente hecho se registró... había gente a su alrededor. Vampiros que los rodeaban.

Jungkook gruñó como una advertencia a la figura más cercana. Habían amenazas por doquier. Intentaban quitarle a su compañero.

Jungkook los destrozaría a todos antes de permitir que eso sucediera.

Mientras tanto, su compañero murmuraba palabras sin sentido y estiraba el cuello para tratar de mirar a Jungkook a los ojos, desde la posición restringida en la que se encontraba.

—Relájate, monstruo. Solo es Jimin.

Pero los nombres no significaban nada para él. No ahora. El único nombre que existía en su mente era el de Jin. Cualquier otra persona que se acercara, se sentía simplemente como alguien que podría intentar quitarle a su pareja. A su compañero sangrante. Y eso era lo único que le importaba.

Jungkook levantó el brazo herido de su compañero con una mano cuidadosa, tratando de inspeccionar el daño y gruñendo más fuerte cuando el horrible gemido de dolor volvió a salir de Jin.

Lo arreglaremos, dijo la otra presencia dentro de él. Jungkook puso su boca sobre esa herida ofensiva y comenzó a lamerla. Él podría arreglarlo, sí.

No, no, murmuró la voz. Lo arreglaremos. Él es demasiado frágil de este modo. Es demasiado rompible. Estaba dispuesto a morir. No lo dejaremos morir. Lo intentamos a tu manera, Jungkook. Ahora lo haremos a mi modo.

Jungkook reflexionó sobre eso mientras lamía la herida de su compañero, vagamente consciente de otras conversaciones menos importantes a su alrededor.

Mi Flor del DesiertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora