9. A la espera de Louis

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El viaje fue tranquilo y sin contratiempos. En unas cuantas horas aterrizaron en Londres y todos estaban emocionados, no solo por el hecho de estar en su país, sino porque pronto disfrutarían de unas merecidas vacaciones. El aire fresco de Londres les dio la bienvenida, llenando sus pulmones de un sabor familiar que hacía tiempo no experimentaban. Las luces de la ciudad brillaban intensamente, y cada uno de ellos sentía la energía vibrante de la capital.

El último concierto estaba programado para el día miércoles, lo que les daría el tiempo necesario para superar el desfase de horario y descansar adecuadamente. Mientras tanto, Niall y Zayn estaban ocupados planeando una fiesta de cumpleaños para Louis. Querían hacerlo lo más especial posible; su cumpleaños era el sábado y sabían que era una ocasión que merecía ser celebrada a lo grande. Desde decoraciones hasta una lista de invitados, cada detalle se discutía con entusiasmo. Sabían que a Louis le encantaría una celebración íntima con amigos cercanos, así que se pusieron manos a la obra.

Louis, sin embargo, lucía demasiado cansado. Las semanas de gira habían pasado factura, y la adrenalina del último concierto aún no había desaparecido por completo. Así que decidió que lo mejor sería ir a un hotel a pasar la noche antes de regresar a casa. De esa forma, podría despejar su mente y descansar a solas. La idea de una habitación tranquila, lejos del bullicio, le sonaba reconfortante.

Niall y Zayn se despidieron de él en el vestíbulo del hotel, prometiéndole que se verían el miércoles para finalizar con los conciertos de este año. Ambos amigos se mostraron entusiasmados y optimistas, bromeando sobre lo que planeaban hacer en la fiesta y asegurándose de que Louis se sintiera querido y celebrado. Él sonrió, agradecido por su apoyo y amistad. Se sentía afortunado de tener amigos tan buenos como ellos, que siempre estaban dispuestos a hacer que su vida fuera más brillante.

Mientras se acomodaba en su habitación de hotel, Louis dejó escapar un suspiro de alivio. Se dejó caer en la cama, sintiendo el suave acolchado bajo su cuerpo, cerró los ojos por un momento, permitiendo que el silencio lo envolviera. Sin embargo, su mente no podía evitar vagar de nuevo hacia Harry. Aquellos recuerdos recientes no lo dejaban en paz, pero, por otro lado, lo llenaban de un tipo de esperanza que no sabía que necesitaba.

Con el sonido de la ciudad de fondo, Louis finalmente se permitió descansar. Sabía que en unos días todo cambiaría, no solo tendría la oportunidad de celebrar su cumpleaños, sino también de recargar energías y prepararse para el próximo capítulo de su vida. La idea de lo que vendría en un nuevo año lo emocionaba y, mientras el sueño lo reclamaba, se sintió agradecido por cada momento vivido.

Louis cayó en un profundo sueño que evidentemente necesitaba. Antes de cerrar los ojos, había pedido a Paul que nadie lo molestara, asegurándole que él saldría del hotel al día siguiente, ya fuera para buscar algo de comer o para dirigirse finalmente a su casa. Las órdenes fueron acatadas a la perfección, y Louis se sintió aliviado al saber que podría descansar sin interrupciones.

Al día siguiente, Louis despertó sintiéndose renovado y con más energía. Había sido un sueño reparador, y realmente necesitaba ese descanso. Se frotó los ojos, tratando de despejar cualquier rastro de somnolencia, y se dirigió al baño para tomar una buena ducha. El agua caliente caía sobre él, relajando cada músculo cansado y ayudándolo a dejar atrás la tensión acumulada de las semanas de gira. Mientras disfrutaba del momento, su mente divagaba entre los recuerdos de sus actuaciones y la anticipación de reunirse con su familia.

Cuando finalmente salió de la ducha, la idea de la comida lo golpeó con fuerza. Tenía mucha hambre, así que decidió que primero comería algo antes de ir a casa. Sin embargo, se dio cuenta de que desde que despertó no había tocado su teléfono. Se le había agotado la batería, y por descuido, olvidó ponerlo a cargar la noche anterior. Pensó que podría cargarlo una vez que estuviera en casa rodeado de su familia, donde todo parecía más cálido y reconfortante.

Sinfonía de CorazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora