Sinfonía de Corazones

21. Un latido más cerca

Luego de firmar el contrato, Louis destapó una botella de Champagne con una sonrisa que reflejaba satisfacción y orgullo.

- Por lo general no bebo está mierda, pero esta es una ocasión especial - comentó, levantando la botella ante los presentes. Con un gesto amplio, sirvió las copas y ofreció una a cada uno de los asistentes - Por Harry y su prometedor futuro como cantante.

Alzó su copa, y todos lo imitaron, brindando con entusiasmo. Las copas tintinearon y, tras un breve silencio, el bullicio de la celebración se reanudó entre risas y felicitaciones.

Harry, aunque visiblemente emocionado, no pudo evitar que una ola de pensamientos invadiera su mente. Después de tantos años de incertidumbre, de sueños callados y esperanzas silenciadas por la realidad, finalmente había llegado ese momento. Aún estaba procesando lo que acababa de suceder. Había firmado un contrato, había dado el primer paso hacia su futuro como cantante. Decidió llamar a Liam para compartir la noticia.

El teléfono sonó varias veces antes de que Liam contestara, su voz llena de sorpresa y alegría apenas escuchó el nombre de Harry.

— ¡No me lo puedo creer, hermano! ¡Eso es increíble! — Liam exclamó, y Harry sintió que la emoción de su amigo lo envolvía, como si ambos compartieran el mismo momento, a pesar de la distancia. Prometió visitarlo tan pronto como terminara el semestre. Harry se sintió reconfortado por sus palabras, pero al mismo tiempo, algo le pesaba en el pecho. Su familia, especialmente sus padres, merecían saberlo. Sin embargo, aún no era el momento adecuado. Necesitaba asegurarse de que todo estuviera bien y de que la carrera de Louis no se viera comprometida de ninguna forma.

La reunión continuó entre sonrisas y charlas sobre los próximos pasos en su carrera, pero Harry no podía dejar de pensar en lo que había pasado antes. Algunos productores, aunque presentes en el evento, no estaban tan convencidos de que Simon fuera la mejor opción como productor de Harry, por lo que no perdieron oportunidad para expresar sus dudas. En cambio, le aseguraron que, una vez que su contrato con Simon terminara, tendría las puertas abiertas para negociar con ellos, lo que Harry agradeció, consciente de que esto representaba nuevas oportunidades.

A pesar de todo, no podía evitar sentir que su vida acababa de cambiar para siempre, y ese cambio le dejaba un nudo en el estómago. Estaba pasando de ser una persona común a alguien con un futuro incierto, pero lleno de promesas.

Cuando la reunión llegó a su fin, Joni pasó a recogerlos para llevarlos de vuelta a casa. Zayn, que había estado en la reunión, decidió irse por su cuenta, con la excusa de que aún tenía varios compromisos pendientes. Louis y Harry, exhaustos pero felices, se acomodaron en el coche, mientras el mundo afuera parecía haber quedado en pausa por un momento.

El trayecto hacia casa fue silencioso, pero Harry no podía callar lo que sentía. Al llegar a casa, apenas cruzaron la puerta, la emoción reprimida que había estado acumulando durante toda la tarde salió a borbotones. Harry no pudo contener las lágrimas. No era un llanto de tristeza, sino más bien una mezcla de liberación, de alivio por finalmente haber alcanzado algo que parecía casi un sueño. Había estado en la oscuridad tanto tiempo, manteniendo su talento oculto de los demás, y ahora la vida le estaba dando una oportunidad real de cambiar todo. El contrato estaba allí, frente a él, y parecía irreal.

Louis lo miró en silencio, pero no hizo falta más. Sin decir una palabra, se acercó a Harry, lo rodeó con sus brazos y lo sostuvo contra su pecho. No había necesidad de palabras, porque en esos momentos, el abrazo lo decía todo. La empatía y el apoyo de Louis eran palpables, como si entendiera perfectamente lo que Harry estaba experimentando. No había juicio, ni prisa. Solo un gesto sencillo pero cargado de significado: estar allí para él, sin más.