Luego de que Harry y Liam se retiraron de la habitación de Louis, los chicos quedaron sumidos en un silencio que no resultaba incómodo. Era un silencio denso, cargado de emociones y pensamientos en ebullición, un momento para procesar todo lo que acababa de suceder. La energía en el aire era palpable, un torbellino de sentimientos que invitaba a la reflexión.
Niall observaba a sus amigos con atención. Conocía a Louis y Zayn tan bien que podía leer sus expresiones como un libro abierto, sabía que ambos estaban completamente cautivados por Harry y Liam. Sin embargo, era evidente que se resistirían a ceder ante sus corazones, eran chicos razonables, siempre guiados por la lógica, pero esa racionalidad les impedía la oportunidad de ser felices en el plano romántico. Pero Niall no podía quedarse de brazos cruzados. Tenía que encontrar una forma de ayudarles a enfrentarse a sus verdaderos sentimientos, de empujarlos a dejar de huir de lo que claramente deseaban.
Mientras pensaba en cómo podría hacerlo, Zayn estaba sumido en sus pensamientos. Cada punto del contrato danzaba en su mente, quería que todo estuviera en orden, sabía lo mucho que había luchado Louis por sobresalir en su carrera musical y no permitiría que nada se arruinara. Sin embargo, en el fondo, su mente era un laberinto de recuerdos de Liam. Se encontraba atrapado en un ciclo de autorreflexión, burlándose de sí mismo por haber ridiculizado a Louis. La forma en que su amigo había actuado por Harry ahora parecía reflejar sus propias emociones, algo que nunca pensó que experimentaría.
Zayn se había convencido de que no encontraría a nadie que le despertara interés de esa manera, pero desde el momento en que vio a Liam en la tienda, su perspectiva cambió radicalmente. Cada vez que pensaba en la sonrisa de Liam y la calidez en su mirada, una sensación de mariposas revoloteando en su estómago lo envolvía, era un sentimiento real, tangible, que lo dejaba en un estado de confusión agradable. Cuando Liam entró nuevamente con Harry, Zayn sintió como si el universo le estuviera dando una segunda oportunidad, un giro del destino que nunca imaginó.
La conversación que siguió fue amena y fluida, un intercambio de ideas y risas que parecía desdibujar las tensiones del momento. Zayn, casi sin pensarlo, le pidió a Liam su número de teléfono. Un impulso nacía dentro de él, un deseo de conocer a esa persona que había logrado captar su atención de una manera tan inesperada. Sin embargo, la realidad lo golpeó de inmediato; no podía distraerse, tenía que mantener un enfoque claro en su carrera, así que, por el momento, decidió que sería mejor comunicarse de manera discreta, solo a través de mensajes, algo que no interfiriera en sus responsabilidades.
Louis, en medio de toda esta confusión, era un torbellino de emociones, la intensidad de lo que había sentido por Harry era abrumadora. No podía dejar de pensar en él, en cómo había iluminado su mundo de una forma que jamás había anticipado. Cada recuerdo de Harry venía acompañado de una mezcla de esperanza y temor, y esa lucha interna lo consumía. ¿Era posible que alguien tan diferente pudiera entenderlo y aceptarlo por quien realmente era? Las preguntas asaltaban su mente, mientras su corazón palpitaba con la idea de que, tal vez, había encontrado algo especial.
El silencio entre ellos se volvió un espacio de introspección. Mientras cada uno luchaba con sus propios sentimientos, una conexión más profunda se tejía entre ellos, como un hilo invisible que los unía. Era un momento crucial, una encrucijada en la que las decisiones que tomarían podrían cambiar el rumbo de sus vidas para siempre.
La posibilidad de amor y amistad se alzaba ante ellos, y aunque el futuro era incierto, la promesa de que no estarían solos en este viaje era un consuelo. Sabían que, al final, tendrían que enfrentarse a sus emociones, y eso les daba una chispa de valentía. Cada uno comenzaba a darse cuenta de que la felicidad no solo dependía de su carrera, sino también de sus corazones.
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Sinfonía de Corazones
RomantizmHarry, agobiado por la monotonía de su vida, sentía que necesitaba un cambio radical y urgente. Desesperado por encontrar una solución, decidió enviar un mensaje a su cantante favorito, pidiéndole ayuda en un acto impulsivo que no esperaba que tuvie...