19. Sólo para valientes

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Liam llegaría al día siguiente. Aunque deseaba con todas sus fuerzas estar al lado de su mejor amigo, sabía que tenía exámenes importantes en la universidad que no podía ignorar. Por eso, había decidido solicitar presentarlos antes, alegando una emergencia familiar. La verdad era que la preocupación lo consumía; la salud de Harry era lo único que realmente ocupaba su mente.

Mientras tanto, Louis permanecía junto a Harry, sin moverse de su lado. Zayn, preocupado por la situación, le había sugerido que se fuera a casa para evitar que la prensa se enterara de su presencia en el hospital. Pero Louis se negó rotundamente. La idea de dejar solo a Harry le atormentaba. Temía que, si se alejaba, algo malo podría suceder y no estaría allí para ayudarlo. Así que le pidió a Joni que le llevara algunas cobijas y otras cosas que pudiera necesitar para pasar la noche en el hospital.

Joni cumplió con su petición, trayendo no solo las cobijas, sino también una almohada y ropa más cómoda. La dureza del hospital, aunque fuera particular, era abrumadora, y Louis intentaba hacer su estancia lo más llevadera posible. No quería que el rizado se sintiera solo o abandonado en ese lugar frío y clínico.

Gracias a los medicamentos que le administraban, Harry finalmente logró conciliar el sueño. Sin embargo, su semblante seguía siendo desastroso. Ojeras enormes marcaban su rostro, sus labios carecían de color y su piel estaba pálida, casi traslúcida, como si su sangre no fluyera con normalidad. Louis no pudo evitar sentir un profundo remordimiento. Aunque sabía que la enfermedad de Harry era consecuencia de sus malos hábitos alimenticios a lo largo de los años, no podía evitar cuestionarse si debería haber insistido más para que se cuidara, que descansara y se alimentara adecuadamente.

Una avalancha de emociones y pensamientos se arremolinaban en la mente de Louis. Con manos temblorosas, tomó delicadamente la mano de Harry para no despertarlo. La encontró fría al tacto. Sin pensarlo, tomó una de las cobijas que Joni había traído y se la acomodó sobre él, asegurándose de que estuviera abrigado. Luego, entrelazó sus dedos con los de Harry, tratando de calentar su mano con su aliento, como si su calidez pudiera transmitir algo de vida y fuerza.

Mientras observaba a Harry dormir, Louis se prometió a sí mismo que nunca volvería a dejar que nada malo le sucediera. Harry era demasiado valioso, se consideraba responsable de cuidar de él. La noche avanzaba lentamente, y sin darse cuenta, el cansancio se apoderó de él. Con su mente aún llena de preocupaciones y promesas, Louis también se quedó dormido, aferrado a la mano de Harry, en una silenciosa vigilia de esperanza y amistad.

Momentos más tarde, Harry despertó sintiéndose desorientado. Al abrir los ojos, notó que el sillón donde debería estar Louis estaba vacío. Un leve pánico lo invadió al pensar que el castaño lo había dejado solo en aquel frío y austero hospital. Sin embargo, al girar la cabeza, se dio cuenta de que Louis estaba justo a su lado, sosteniendo su mano con delicadeza. Esa imagen hizo que una corriente eléctrica recorriera su cuerpo, y, casi sin darse cuenta, una sonrisa se formó en sus labios.

Observando la escena, Harry notó que Louis no estaba cobijado y que hacía frío en la habitación. Su instinto de cuidado lo llevó a intentar levantarse de la cama para tomar otra cobija y ponérsela al mayor. Sin embargo, al sentir movimiento a su lado, Louis despertó de repente, sobresaltado.

-Ey, Hazza, ¿todo bien? ¿Necesitas algo? ¿Te duele algo?- preguntó Louis, aún con la voz somnolienta y un destello de preocupación en sus ojos.

-No, Lou, todo bien. Solo que quería traerte una cobija. Hace frío, y no quiero que pesques un resfriado- respondió Harry, sintiendo cómo un ligero sonrojo se apoderaba de sus mejillas al notar que Louis aún sostenía su mano.

-El color está regresando- dijo Louis al ver las mejillas sonrojadas de Harry. -Descuida, no te levantes. Iré a dormir al sillón, ¿está bien?- propuso Louis, intentando tranquilizar al rizado.

Sinfonía de CorazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora