Capítulo 25

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Cristian

Después de que Ángeles hablará con nosotros, sentí mi corazón agrietar se, sentí mi mundo derrumbarse, por que otra vez no pude salvar a mi Olivia, no la pude proteger, me deje cegar por la ira, que no tuve opcion más que volver mierda mi despacho, quería sangre pero sangre de la única persona que a desgraciado la vida de mi hija, quiero verlo suplicar me, que me llore por su asquerosa vida, pero su peor castigo será que Olivia lo mate.

Después de pasar todo el día sentado en el piso de mi despacho viendo a la nada, y pensando mil maneras de como voy a hacer sufrir a ese maldito, cuando salgo de lo que queda de mi despacho son las nueve y hoy no e visto a mi hija y solamente ayer la vi, la busco en cada rincón de la mansión y no la encuentro, en el jardín y nada, son la nueve de la noche y me empiezo a alterar, una idea me llega a la mente y no la descarto, salgo hacia mi habitación, me ducho lo más rápido que puedo y salgo hacia el bajo mundo de Rusia ojalá este allí.

Cuando llegó veo un desastre de gente entrando y saliendo, hace años que no vengo la última vez que vine fue por una carrera de Olivia, entró y me quedo detallando todo, esta mejor que la última vez que vine, sigo caminando y veo todo lo que tienen de mi hija aquí, la admiran por ser una de más mejores corredoras.

Cuando salgo hacia la parte de las carreras, me encuentro a Manuel, una de los admiradores más grandes de Olivia.

-Me imagino que la viene a buscar- me dice el muchacho.

-Si me sorprendió mucho no verla en la casa y fue ayer nada más que la pude recuperar- le digo.

-Ella aquí olvida todo los malos momentos, en estos momentos debe de estar por llegar a la meta por que esta corriendo con las motos deportivas, por que ya la carrera de autos la ganó, solo queda esta- me dice y yo asiento.

-Es mi hija, me enorgullece tanto que sea tan igual a mi en todo quiere ser la primero y esto no es la excepción- le digo y el ríe.

De repente se escucha el escándalo de las motos llegar y la primera es la hija, esa melena color plata es única, le queda mejor que su color natural que es el negro.

Mi hija llega y cruza la línea y no pasa mucho para que la gente se acumule a su alrededor, y le levanten, muchos la adoran y otros la admiran.

Sin que ella se dé cuenta me acerco, hasta que ella siente mi presencia y se voltea, sus ojos verdes igual a los míos se llenan de lágrimas y corre a abrazarme, yo dejo que todo salga, dejo que mi lágrimas salgan.

-Papa perdoname no que quise venir así, solo no quería que me presionaran, y sabes que este es mi lugar favorito- me dice en medio de su llanto.

-Tranquila hija mía, perdona me tu a mi por no protegerte, por no poder salvarte a tiempo- le digo y ella se separa y me mira directo a los ojos.

-Mirame muy bien Cristian Romanova, no tengo nada que perdonar te, me arriesgue por ti y lo volvería hacer por que eres mi papá y tu y mis abuelos junto a mis hermanas son mi familia y si a ustedes me les pasa algo no me lo perdonaría por que soy la doña pero siempre me voy a arriesgar por ustedes- me dice y me abraza.

-Hija tenemos que hablar- digo soltando el abrazo- dentro de dos días va a ver una fiesta de disfraces y nosotros tenemos que ir, por que tu eres la doña y nosotros por ser tu familia.

-¿Enserio fiesta de disfraces? Papa no somos unos niños de diez años, que vamos a jugar a las pijamas y muñequitos y marisqueras- me dice y yo echo a reír se me olvida que mi hija es media venezolana.

-Bueno hija dentro de dos noches vamos para esa fiesta

-Papa pero yo no tengo disf...- la cortó.

-ya yo tengo todo listo, esa invitación de la fiesta la mandaron el mismo día que supuestamente yo iba a estar otra vez en el puesto de don pero ese puesto es tuyo, yo me encargue de buscar cada uno de los disfraces y los mande a hacer con los mejores diseñadores así que no quiero peros- le digo y a regañadientes asiente.

Extrañaba tanto pelear con esta diablita, mi ánimo está un poco mejor, a las doce y cinco regresamos a la casa y Olivia en el camino de se quedó dormida, la cargo y la dejo en su habitación.

La venganza de la dama: Libro II de la dama de la mafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora