Olivia
Después de que mi familia se fuera de la gala, me puse en la entrada y me quite el traje que mi papá me mandó a hacer y me quedé en uno de conejita play boy blanca, mis hombre se llevaron a giovani, me quedé con unos de mis hombre de confianza y me ayudo a colocarles dispositivos explosivos a las camionetas blindadas de la mujer de Victor y sus guardaespaldas, solo le puse explosivos a las camionetas de los guardaespaldas, a la de ella no le puse por que a ella la voy a dejar viva.
Una hora después ellos salieron y betsabet sabía que Giovani no estaba y no le dio importancia, mi guardaespaldas y yo avanzamos más adelante de ellos y cuando agarraron una curva...
¡Pum!
Explote la camionetas de adelante, y luego de varios segundos la camioneta de atrás, la camioneta de el medio intento dar retro y justo cuando paso delante de nosotros, disparamos a las llantas.
Ellos se bajaron intentando disparar nos pero estoy tan llena de adrenalina que lo veía como un juego, en total de todos los guardaespaldas que ella llevaba eran diez, y juntos ella iban tres, cuatro de ellos en la camioneta de adelante y tres en la camioneta de atrás, los tres que peleaban conmigo uno, le corte el cuello, y los otros dos les dispare.
Mientras yo peleaba con ellos mi guardaespaldas agarró a Betsabet.
Ella intentó apuñalar lo y le dispare en la pierna derecha, ella me miro y su rostro se convirtió en terror puro.
–¡DEBERÍAS ESTAR MUERTA!- me grito, mientras me acercaba a ella.
–Shh, no me grites baja le un poco a tu tono, crees que te voy a perdonar que estando casada con el maldito de tu marido, intentaste engatusar a mi padre, eso es muy bajo de tu parte, y dile a... - iba a seguir hablando y me interrumpió diciendo, bueno más bien gritando.
–¡YO NO SABIA QUE ERA TU PADRE YO LO AMO!- dice y le creo en su mirada brilla el arrepentimiento, pero me vale ella me quiere muerta, le doy con la esquina de mi glock pero para que se calle y no se desmaye, que pereza con esta loca.
–Te dije que no me grites, y a mi papá no lo amas así que olvida a mi papá estamos hablando tu y yo por donde iba- me hice la inocente- a si ya me acorde, bueno te dejaré ir, por que me imagino que tu maridito viene en camino, pero antes le das una noticia de mi parte, que si quiere vivo a su hijito que deje de mandar hombre a mi casa, en vez de hacer lo que de la cara como el hombre que es.
–Matalo de todas maneras, es igual de inservible que su difunta madre- dice y se que lo quiere muerto por que desde que llegó a la gala lo mira feo, pero me deja en blanco es su madre esta muerta.
–Solo dile lo que te dije le dices algo que no es, y no vivirás más de una semana, y sobre el hijo de tu marido, soy yo la que decide si matarlo o no, cuidate querida y cuidado con buscar a mi padre por que antes de que llegues no quedara nada de ti- le hago una seña a mi guardaespaldas para que la suelte y ella cae al suelo por el disparo, le doy otro en la otra pierna, su grito me deja sorda pero se que no morirá.
Me alejo junto a mi guardaespaldas y siento su mirada en mi culo.
–Giordano deja de mirarme el culo a menos que quieras un tiro entre ceja y ceja, que seas mi guardaespaldas de confianza y que tengamos confianza por habernos graduados juntos, no quiere decir que me puedes andar viendo como si fuera una Dios, osea si lo soy pero disimula.
–Romanova, como no verte si desde que estudiábamos juntos fuiste una Diosa que te pasa- me dice mientras caminamos por la calle solitaria por que no se donde carajo quedó el carro.
–Si Giordano te entiendo, se que estoy buena pero disimula acuérdate que a mi papá siempre le caíste mal- le digo y el suelta una risa- y otra cosa dile la puta con la que estabas el sábado que busque el verdadero papá del bebe que espera por que a mi no me gusta que vallan hacer escándalo y menos a mi casa- Le digo y lo miro por encima de el hombro veo como traga saliva por que sabe que todo lo se.
–Disculpa Romanova no pensé que fuera hacer escándalos y menos que se atreviera a tanto.- me dice y yo solo asiento.
–Estas advertido Carlo Giordano- le digo y el solo asiente- Mamaguevo llama a tus compañeros y diles que traigan una camioneta ya me duelen los putos pies- le digo mientras me siento en el piso quitando me los tacones, el llama y ni tardan nada en contestar.
–Ya vienen Romanova- me dice.
–Si, esta bien ahora deja tu confianza de lado que muy poco tienen la misma confianza así que callate- le digo.
Una hora después estoy montada en unas de mis camionetas blindadas, de. Camino a casa, no se cuanto tiempo para pero se que me duermo.
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La venganza de la dama: Libro II de la dama de la mafia
Ficção GeralEn este mundo lleno de sanguinarios Olivia volvió y reencarnó como el ave fénix, más poderosa e invencible que nunca. Para demostrar que ella es la doña romanova. Si regreso impactará tanto como ella siempre lo ha hecho. Está vez su venganza tendrá...