Capítulo 40

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Olivia

Siento que me levantan pero no puedo saber quien es, me imagino que es yao, parece que ya llegamos, me bajan con cuidado y me acuestan en una camilla me suben creo que en una ambulancia no se.

Siento que alguien más se sube pero no se quien sea, por que no habla, solo se queda allí.

Quiero saber que pasa, a donde me van a llevar, solo quiero abrir los ojos y no más.

Intento dormir por no se cuanta vez otra vez, por que estoy despierta desde hace más de dos horas, y duermo cada cinco minutos.

Logro consiliar el sueño, y me dejo caer en la inconsciencia.

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Abro los ojos lentamente y siento como si miles de agujas se enterraran en mi cuerpo, mi respiración se torna agitada, por que siento que no puedo respirar, un grito desgarrador sale raspando mi garganta cuando un dolor insoportable se extiende en mi costado derecho, mi cabeza duele como la mierda.

veo que entra un medico corriendo, una enfermera entra más atrás y pasa lo mismo que paso cuando me desperté por primera vez, me inyectan un calmante y después todo se me nubla, y me dejo caer en la inconsciencia.

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Es el mismo proceso inicial, no puedo abrir los ojos, solo escucho, es tan frustrante no saber que te hacen o saber que te pasa.

Ya se a despertado dos veces en lo que resta de día, cuando Cristian estaba con ella y cuando llegamos, tenemos que tenerla en cuidados intensivos, por que lo más preocupante es el golpe que llevo en la cabeza, ella es un milagro por que otro en su lugar ya estuviese muerto- habla yao.

¿Golpe? ¿Que me paso?, joder, quiero recordar, y ¿por que soy un milagro?, tan peligroso fue lo que me pasó.

Tenemos que estar al pendiente de ella es uno de nuestros pacientes más delicados, hay que colocarle un calmante cada dos horas para que no se despierte y su cuerpo no le duela, por que ella despierta cada vez que su cuerpo empieza a doler, dentro de una hora la necesito lista para hacerle unos rayos x para ver como sanan sus costillas, se que no han avanzado por que apenas va una semana del accidente, pero tenemos que saber hasta el más mínimo detalle, ella es una mujer fuerte pero no somos de piedra- dice yao

Esto es lo más estresante que e tenido que soportar, ¿una semana? Juro que yo apenas calculaba dos días, por que no muero y ya, me imagino que ese accidente que dice yao me tuvo que haber matado.

Siento como una puerta se abre y se escucha que todos salen y me dejan en lo que más odio: El silencio, el silencio es el grito más desgarrador que puede existir y jamás pero jamás me va a gustar.

No se cuanto tiempo pasa, yo solo me puse a contar ovejas, y que para dormir, y nada, me puse a analizar donde estoy, y estoy en un hospital que bien, nótese el sarcasmo, por que analizando las palabras de yao, pacientes, y yo soy la más delicada, no se si sentirme emocionada por ser una de sus pacientes o llorar por estar tan delicada no se.

Siento que mueven mi camilla y me llevan a algún lugar de aquí, creo que para que me hagán los rayos x en las costillas, no se, en fin, me suben creo que en la vaina de los rayos x, y un sonido horrible empieza a sonar, quiero moverme y correr de aquí pero no mi cuerpo es un puto vegetal, el sonido termina y yo agradezco mentalmente, sentía que mis oídos iban a sangrar.

Me mueven, y en el camino intento dormir y lo logro, me dejo llevar por la inconsiencia.

La venganza de la dama: Libro II de la dama de la mafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora