Capítulo 12

10 2 0
                                    

Olivia

Un año a pasado desde que este maldito me tiene aquí, un año sin ver la luz de el sol, salgo de la habitación al comedor y otra vez para la habitación tengo que salir de aquí, ya no aguanto ser abusada todos los malditos días en la mañana y en la noche y de paso duerme conmigo por que yo soy su "mujer" este hombre está enfermo.

Lo único que e aprovechado en todo este año es que me se cuando se hace cambio de guardia, a la hora que se pone los guardias en mi puerta y a qué hora se va Víctor.

No pasa de esta noche ya, que me valla de aquí.

Del Salvador cree que por que me droga y no cómo, según el estoy débil, cuando la verdad es que cómo, por que me hice amiga de la sirvienta antes me traían comida con drogas en ella pero ella misma dejó de hacerlo cuando se dio de cuenta que Víctor me drogaba para violar me.

Son las Diez y cuarenta y dos y Víctor siempre llega a las once y diez.

Cuando llega actúo como si estuviera drogada aún.

–Hola tío Víctor que me vas a hacer hoy me vas a violar otra vez como todo los días- pregunto con voz adormilada fingiendo estar drogada, pero lo que quiero es gritarle y matarlo ya.

–Claro princesa por que no soy tu tío soy tu esposo- cuando termina de decir me dan asco sus palabras, quiero llorar pero me aguanto tengo que seguir fingiendo.

Se acerca a mi y de el bolsillo saca una inyección llena de el líquido que le tengo miedo pero lo disimulo por que tengo que seguir fingiendo.

–Sabes que es estoy preciosa- me pregunta acercándome la inyección al brazo.

–No tío que es- pregunto disimulando el miedo.

–Esto lo vamos a usar más tarde- lo deja en la mesita de noche y trato de suprimir un suspiro- pequeña levanta los brazos- me dice y lo hago para que siga pensando que estoy drogada pero lo quiero es llorar por que ya se lo que viene.

Me tumba en la cama después de que me quita la camisa y trato de aguantar las inmensas ganas de llorar, me saca el pantalón y la ropa íntima, quedando yo totalmente expuesta ante sus ojos que brillan con lujuria.

Se quita la ropa y se posiciona en mis piernas sin antes colocarse el preservativo, entra en mi de una fuerte estocada que grito de dolor, pero el cree que es de placer.

Sigue dando fuertes estocadas y cuando termina, se acuesta a mi lado y me levanto tambaleante por el dolor en mis piernas y trato de no llorar llego al baño y el cree que estoy drogada aun.

Cuando me terminó de bañar me acuesto y poco después el lo hace y me abraza, quisiera matarlo ahora mismo pero no puedo.

Son las once y cincuenta y dos me tengo que apurar por que a las doce los guardias comen y llegan a las doce y media.

Mi tío se queda dormido y me levanto con el cuidado más grande de el mundo y me deja ir por que piensa que voy para el baño, entro al baño y salgo después de cinco minutos, el aún duerme agarró la inyección y se la entierro en el cuello, antes de que pueda gritar la tapo la boca con una camisa igual llena de droga que yo tenía coleccionaba que el mismo me daba, le vacío toda la inyección y en menos de nada hace efecto, es tanta la droga que dudo que pueda parase hoy.

La venganza de la dama: Libro II de la dama de la mafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora