La venganza de la dama: Libro II de la dama de la mafia

Capítulo 38

Dos años después
Di'Marco

Estoy en el despacho de la casa del señor Cristian, hoy se celebran dos años que ya Olivia no está con nosotros, Ángeles asumió el puesto, y yo soy su mano derecha aunque ella no quiso, tuvo que aceptar.

Dos años donde cataline ya no es la misma, dejo de ser la mujer soñadora, amable, carismática a ser una mujer sanguinaria, rencorosa y los únicos que le sacan su lado bueno son su hijo y Matías.

Jelena ya no es la misma niña que quería ayudar a los demás ahora es una niña que ya le da igual todo, si comes o no le da igual, si te levantas o no, sales o no todo le da igual, muy poco se deja ver, se la pasa en la biblioteca o entrenando, ella y sus hermanas han acabado con muchas escorias, clubes y gente que se la pasaba robando nuestra mercancía.

Ellas ven eso como un juego, no les importa si se manchan de sangre hasta los cabellos, con tal de entretenerse.

El señor Cristian, el primer año no se la pasaba en la mansión, no comía, no dormía, ahora está en una relación con la diseñadora no me acuerdo de su nombre, mis hermanos ya casi no se la pasan con las chicas, ahora se la pasan viajando y resolviendo las cuentas de Angeles Cuando se trata de hacer lo fuera de Rusia, yo... bueno yo, en el primer año tuve que ir a un psicólogo y si no lo hacía estaba mi hermano, cada noche soñaba de que la muerte de Olivia era mi culpa, y desde entonces no e estado con otra mujer.

Matías es el consigliere de Ángeles y yo su mano derecha, la mayoría de el tiempo tenemos que buscar a jelena y Ángeles, por que cuando no están en la casa están haciendo matanza, cataline es sanguinaria pero cuando se requiere por que se dedico a cuidar a su hijo.

Se preguntarán que paso con el hijo de Víctor, el señor Cristian habló con el y hicieron un trato el quería libertad por que Víctor no lo dejaba hacer nada por que según lo querían matar, el nos dijo el paradero de Victor y el señor Cristian lo desapareció del mapa, esta noche le íbamos a hacer una emboscada, sin que nadie supiera,  Ángeles ya tiene todo listo y nosotros solo seguiremos ordenes.

–¡Vámonos llegó la hora!- grita Ángeles.

Todos salimos detrás de ella para cada uno subir a las camionetas blindadas, llevamos más de veinte hombres con nosotros, el señor Cristian en la camioneta que va a la delantera y Ángeles en la que le sigue, yo voy en la tercera con mis hermanos, Matías va en la cuarta camioneta junto a cataline, jelena se quedó junto a la niñera y el bebé.

Son cuatro horas de camino, por que donde se ubica victor es a las afueras de la ciudad, en una mansión de alta seguridad, si antes hubiéramos sabido de que allí se quedaba hubiéramos acabado antes con el.

En el camino solo veo casa desoladas y monte, cada vez nos vamos acercando más y mis nervios crecen, como quisiera que estuviera oliv aquí, ella estaría feliz de al fin cumplir su venganza, y descuartizar a Víctor con sus propias manos, las horas pasan y siento, la adrenalina empezar a correr por mi sistema, quiero empezar ya, estoy nervioso pero a la vez con sed de sangre.

Nos quedamos a unos metros más atrás de la propiedad, nos acomodamos todo y empezamos a caminar con el mayor sigilo, al llegar veo una moto deportiva y dos camionetas mal estacionados.

Mi curiosidad crece al ver que los guardias de la estrada están muertos, todos con una bala entre ceja y ceja.

Veo como Ángeles y el señor Cristian se quedan estáticos al entrar al jardín, me acerco a ellos y...

¡Joder! Es la escena más horrorosa que e visto en mi vida, e matado gente pero no a este estilo, esto es una masacre, más de cien hombre, la mayoría tiene todo sus intestinos afuera, otros no tiene ojos, a algunos se le ve la masa cerebral, muchos están picados a la mitad, el que hizo esto lo hizo con el odio más grande de el mundo o solo es un sádico a la hora de matar.

Ángeles camina, hasta la puerta de la inmensa mansión, perece más un castillo, veo como se cubre la boca y cae de rodillas, el señor Cristian se le acerca y la mira, queda estático el color se le va de la piel y mira lo que sea que ve con los ojos bien abiertos.

Me acerco a ellos y siento como el color abandona mi cuerpo, es como si mi alma me abandonará, si la escena de el jardín es asquerosa esta es peor, todos lo alrededores de la casa que eran blancos ahora son de una color carmesí, hay cuerpos, cabezas, intestinos, corazones y todo lo que crea un cuerpo humano regado por el piso, pero no es tanto lo que me impresiona de la masacre tan desagradable, si no la persona que está sentada en una especie de trono junto la cabeza de Víctor en su pierna derecha mientras ella la sujeta con la mano.

El cuerpo de Víctor está atravesado por una estacada, mientras ella solo mira con despreció a la mujer que tiene de rodillas a sus pies con la cabeza hacia abajo, parece la Diosa de la Muerte, sentada allí, con sus ojos azules oscurecidos, su atuendo que antes era blanco ahora es todo rojo, su cabello largo, tan negro como la noche le cae por los hombros, tiene la cara toda llena de sangre, no perece asqueada ante eso, más bien parece fascinada.

Olivia.

Mi Olivia.

Esta... viva.

Pero ya no es la misma.
---------------------------♡---------------------------

Espero les allá gustado, no olviden dejar sus votos y comentar.

Abro de oso a todo mis lectores.☆★