La venganza de la dama: Libro II de la dama de la mafia

Capítulo 18

Cataline

Jamás pensé que alguien confiara en mi como lo hizo Olivia, ella es una ángeles de persona y no merece lo que le paso.

Ella me ayudo y aquí estoy en Rusia jamás pensé que mi vida daría un giro así, me compro ropa, me hizo un cambio, dejó bien cuidada mi casa, estoy agradecida con ella, jamás me alcanzará la vida para agradecerle.

Me terminó de duchar y me coloco un albornoz, salgo pero cuando me voy a vestir tocan la puerta.

–Un momento- digo.

Cuando abro la puerta es Matías, desde que lo vi me sentí atraída y creo que el igual por que no me quitaba la mirada de encima.

–Hola Matías, que necesi...-no termino de decir ya que me besa.

Nunca espere eso, le sigo el beso y el como puede cierra la puerta, me alza y no tardo nada cuando enredo mis piernas en su cintura, me coloca con delicadeza en la cama.

–Cataline- dice con voz ronca- eres la morena, más linda y sexy que e visto- dice y siento el calor subir por mis mejillas- joder no sabes lo tierna que te ves así, te juro que quiero hacerte sonrojar todos los días de mi vida, eres una mujer que vale la pena, quiero que me des una oportunidad, se que suena loco y descabellado pero quiero ser el único hombre que recorra tu cuerpo, cumpla tus caprichos y te baje la luna.

Me dice y yo me quedo sin palabras, no suena mal, joder que pase lo que tenga que pasar, asiento y el queda con el ceño fruncido.

–Si Matías quiero estar contigo.- Le digo y el me besa.

–Joder te juro que te voy hacer la mujer más feliz, amo tu voz, es tan delicada.- me dice- gracias cata- dice y me besa.

Empieza a besar mi cuello, baja por el camino de mis pecho y juega con mis pezones, deja mis pecho y sigue bajando, besa mi monte venus y me mira pidiendo me permiso y asiento.

Cuando pasa su lengua mi centro delicado, siento una corriente de placer recorrer mi cuerpo.

–Joder eres tan dulce- me dice y me sonrojo y el suelta una risa.

Sigue generando me placer con su lengua, hasta que siento mi vientre contraerse.

–Dale muñeca, corre te para mi- dice y no aguanto más y me corro- eres una delicia muñeca.

Tengo la respiración acelerada, el recoge toda mi humedad y me besa.

Buenas noches cata- me dice para levantarse pero antes de salir habla- mañana quiero invitar te a salir y que el día de la gala vengas conmigo- dice y yo asiento.

Me acomodo y no tarda mucho que me quedo dormida.