El Destino, Una Puerta Que Nos Une [ Libro 1 ]

Capítulo 18

Narrador omnisciente:

Ya han pasado cinco meses desde el escándalo en la boda de Claudia.Aquel día se había vuelto un problema para su reputación,y en verdad no estoy axagerando si les digo que si sus ex admiradores se enteraran de que ella volviese,son capaces de esperarla en la puerta de la que era su mansión con unos cuantos tomates.

Dejeando este tema,volvamos a nuestra niña.Desde que se fueron sus dos mejores amigos en verdad Meve se siente muy sola,pero estaba segura de que si llegara a volver a verlos otra vez les volteairía la cara muy digna como si fueran completos desconocidos.

Le costó muchísimo recuperarse,eso está claro.A todos nos dolería perder a una amiga de tantos años,una amiga con la que hemos compartido tantas cosas que ha terminado volviéndose una parte de nosotros.

Ivet se quedó en la mansión de Claudia.Ahora es suya.Después de todo, alguien debía quedarse con ella,pero Claudia se encargó de ponerla a nombre de Meve sin que ella se enterase,y Ivet,por supuesto,tenía prohibido decir algo al respecto.

Después de aquel día,Meve no le dirigía la palabra a Mateo,juro que casi ella lo odiaba tanto como a Lenier al ver que se llevaba a Claudia en ese coche blanco.Le había ocultado un secreto,uno muy gordo,serio y vastante complicado.Por esa razón Meve decidió alejarse de Mateo,ella solo pensaba en que si el era capaz de ocultarle esas cosas ¿Quién sabe que más sería capaz de hacer?

Ay Mateo,lo que te has buscado por querer ayudar a quien no debías.

Meve no ha vuelto a ver a sus amigos desde entonces.Ni a Claudia,ni a Nicholas,ni a Scheyla.A Mateo lo debía ver obligatoriamente en la empresa y a Ivet,siempre la veía y hablaban,ella se había vuelto su única amiga.

Ahora la situación está patas arriba,pero eso no significa que así se va a quedar para siempre.

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Tiempo: Día de la boda.

Todo había pasado muy rápido.Cuando Nicholas escuchó las palabras de Claudia,fue como si algo dentro de el se quebrara en mil pedazos y se convirtiera en cenizas,esas palabras tan vacías que le hacían sentir que su mundo se derrumbaba,"Lo siento Nicholas".

El no dudó nada en salir de ahí sin mirarle la cara a nadie,estaba dolido,avergonzado,y sentía un odio indescriptible hacia aquel chico que se había marchado con su novia.

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Tiempo: Dos días después de la boda.
Hora: 2:00am.

Nicholas había ido a un bar esa noche.Estaba tremendamete ebrio,hasta le había pagado las bebidas a todos los que estaban allí y nisiquiera tenía idea de quienes eran.Estaba llorando en una mesa,solo,y no dejaba de repetir "¿Claudia por qué lo hiciste? Yo te amaba mi Niña Fresa."

Nadie lo había reconocido,llevaba unos baqueros negros y un suéter negro de cuello alto,una chamarra negra,unas botas de cordón negras y una gorro negro.Parecía haber llegado de un entierro.

El tiempo pasó y ya eran las dos de la mañana,el bar estaba completamente vacío y Nicholas era el único allí que además lloraba sin consuelo alguno.

Una chica entró al bar,cuerpo perfecto,cabello marrón,baja estatura y además ustedes la concen muy bien.Secheyla pidió un whisky y se acercó a Nicholas con cuidado.Se sentó a su lado y lo miró como si ella hubiese estado así hace diez minutos y ahora se sentía de maravilla.

—No hagas eso,no vale la pena.

Nicholas levantó despacio la cabeza y desvío su mirada hacia ella—¿Tu quién eres?