Las Sombras De La Sangre

"Revelaciónes"

El aire en la Sala Común de Slytherin se volvió denso y electrizante. Hermione se sintió como si el tiempo se hubiera detenido. Pansy Parkinson, la chica que siempre había despreciado, estaba frente a ella, esperando una respuesta que podría cambiarlo todo.

—No sé qué decir —murmuró Hermione, su voz apenas un susurro. El peso de la revelación la abrumaba.

Draco observaba con atención, sus ojos entrecerrados, como si supiera que cada palabra contaba. Pansy, sin embargo, parecía a punto de estallar.

—Tú… ¡Tú eres mi hermana! —exclamó Pansy, su tono uniendo sorpresa y furia. Hermione no podía negar la posibilidad, pero las emociones la golpeaban con fuerza.

—No tengo pruebas concretas —respondió Hermione, luchando por mantener la calma—. Solo encontré una carta y algunos registros en el archivo de Hogwarts.

—¿Una carta? —repitió Pansy, acercándose más—. ¿Te han estado ocultando esto todo este tiempo?

Hermione asintió lentamente, sintiéndose vulnerable bajo la mirada intensa de Pansy. Había tanto que decir y, al mismo tiempo, tanto que temer. **¿Y si Pansy no quería aceptarla?**

Draco dio un paso adelante, interrumpiendo el tenso silencio.

—Esto no puede seguir así. Debemos hablar sobre lo que esto significa.

Hermione lo miró, sintiendo que su odio por él se desvanecía lentamente. Era irónico que Draco, el chico que había sido su antagonista, ahora parecía ser el único con sentido común en la sala.

—¿Qué significa esto? —preguntó Pansy, girándose hacia Draco, como si esperara que él tuviera todas las respuestas.

—Significa que tenemos que averiguar la verdad sobre tu familia —dijo Draco, su voz firme—. Si Hermione realmente es tu hermana, debemos saber por qué fue dada en adopción y qué ha estado pasando.

—No es justo —protestó Pansy, frustrada—. Todo este tiempo, he sido la que ha tenido que llevar el peso de las expectativas de la familia. Y ahora descubro que tengo una hermana que ni siquiera conocía.

Hermione, sintiendo el dolor en la voz de Pansy, se atrevió a dar un paso hacia ella.

—No sabía nada de esto. No tengo idea de por qué me adoptaron. Pero, si quieres, podemos descubrirlo juntas.

Pansy la miró, los ojos llenos de conflicto. Había rabia, pero también una chispa de esperanza.

—¿Realmente quieres saber? —preguntó Pansy, dudando.

—Sí —respondió Hermione con firmeza—. Quiero entender.

Draco asintió, sintiendo que habían dado el primer paso hacia la verdad. Pero aún quedaba mucho por desentrañar.

***

Durante los días siguientes, Hermione, Pansy y Draco formaron un inusual equipo. Pasaban horas en la biblioteca de Hogwarts, investigando registros y documentos que podían ayudarles a comprender el pasado de Hermione. Cada descubrimiento los acercaba un poco más, pero también desenterraba secretos familiares que preferirían haber dejado en el pasado.

Una tarde, mientras revisaban un antiguo libro sobre la historia de las familias de sangre pura, Hermione se topó con un nombre que hizo que su corazón se detuviera: **Apollonia Parkinson**. En el texto, mencionaba que había tenido dos hijas, pero que había estado involucrada en un escándalo que obligó a la familia a ocultar a la segunda niña.

—¿Un escándalo? —preguntó Draco, frunciendo el ceño—. ¿Qué tipo de escándalo?

—Aquí dice que fue una controversia sobre un hechizo prohibido —respondió Hermione, su voz temblando levemente—. Un intento de preservar la pureza de la sangre, pero salió mal… y hubo consecuencias.

Pansy se tensó al escuchar las palabras. Era evidente que la historia de su familia estaba manchada por la búsqueda de poder y control.

—Mis padres siempre han sido obsesivos con la pureza de la sangre —dijo Pansy, la frustración y la tristeza marcando su rostro—. Nunca pensé que eso llevaría a algo tan horrible.

—Podría ser la razón por la que fuiste adoptada —sugirió Draco, su tono serio—. Tal vez tus padres no pudieron lidiar con lo que sucedió y decidieron entregarte para protegerte.

Hermione sintió un nudo en el estómago. Esa idea resonaba con ella, pero era devastadora. **¿Estaban sus padres biológicos tan preocupados por la imagen de la familia que habían sacrificado a una de sus hijas?**

Pansy se cubrió la cara con las manos, intentando contener las lágrimas.

—No puedo creer que todo esto haya estado oculto. Si mis padres hicieron eso…

—No está bien —interrumpió Draco—. Pero debemos ser fuertes. Necesitamos saber la verdad.

***

Esa noche, mientras se preparaban para una reunión en la Sala Común de Slytherin, Hermione sintió que la tensión en el aire era palpable. Se estaban acercando a algo crucial, pero a la vez, las revelaciones comenzaban a ser abrumadoras.

Draco estaba esperando en la entrada, su mirada fija en Pansy y Hermione mientras se acercaban.

—He estado pensando —dijo él, rompiendo el silencio—. Quizás deberíamos hablar con alguien que pueda saber más sobre la historia de tu familia.

Pansy levantó la vista, sorprendida.

—¿A quién tienes en mente?

—A mi madre —respondió Draco, su tono más suave de lo que había sido en días anteriores—. Ella sabe más sobre el pasado de las familias de sangre pura de lo que dice.

Hermione sintió una mezcla de alivio y nerviosismo. Hablar con la madre de Draco, Narcissa Malfoy, podía ser peligroso, pero era su única oportunidad de entender la verdad sobre su historia.

—¿Estás seguro de que es buena idea? —preguntó Hermione, dudosa.

—No tenemos otra opción —dijo Draco, mirándola a los ojos—. Si realmente eres parte de la familia Parkinson, necesitas respuestas.

Pansy se acercó a Hermione, su expresión seria.

—Hagámoslo. Pero debemos estar preparadas para lo que podamos descubrir.

Con un asentimiento decidido, las tres figuras se unieron en un momento de determinación. El camino hacia la verdad sería complicado, pero era el único camino que podían seguir.

La noche se cerraba, y en el oscuro pasillo de Slytherin, Hermione sintió que, aunque la incertidumbre era abrumadora, finalmente estaba en el camino hacia su verdadero yo.