Lucius Malfoy se encontraba en su despacho, un espacio que irradiaba la opulencia del linaje de los Malfoy. Las paredes, adornadas con retratos de antepasados con miradas severas, parecían observarlo con desaprobación mientras él lidiaba con el tumulto emocional que le causaba su inminente divorcio de Narcisa. Con un suspiro profundo, observó por la ventana, donde un cielo gris oscuro se extendía, reflejando la tormenta que se avecinaba tanto en su vida personal como en su corazón.—¿Cómo he llegado a esto? —murmuró, recordando los años de su matrimonio, los compromisos rotos y las traiciones ocultas. La rabia burbujeaba en su interior, un fuego que lo consumía poco a poco.
A su lado, Sombra Rosier lo observaba con una mezcla de preocupación y arrogancia. Su figura, envuelta en un vestido de seda negra que abrazaba su figura esbelta, emanaba una confianza que desafiaba el ambiente tenso de la habitación. Su cabello oscuro caía en suaves ondas sobre sus hombros, y sus ojos, de un verde penetrante, reflejaban una ambición desmedida. Cuando Lucius finalmente se volvió hacia ella, encontró una mirada que irradiaba determinación.
—Lucius —comenzó Sombra, su voz suave pero cargada de un tono desafiante—, aún no tenemos nombre para el bebé
Las palabras flotaron en el aire, llenando la habitación con una mezcla de sorpresa y emoción. Lucius alzó la vista, su corazón latiendo más rápido mientras procesaba lo dicho.
—¿De verdad? —preguntó, dejando que una sonrisa se dibujara en su rostro, aunque en su mente, la tormenta seguía rugiendo—. ¿Has pensado en un nombre?
Sombra sonrió, su rostro iluminándose con un destello de ambición que Lucius no pudo ignorar.
—Me gustaría llamarlo Aurelian. Un nombre que simboliza la riqueza y la nobleza, algo que creo que representa lo que estamos construyendo juntos.
Lucius asintió, sintiendo que cada palabra de Sombra tejía un futuro que había anhelado. Pero en el fondo, una sombra de duda lo asaltaba. ¿Era su amor genuino o solo una estrategia para asegurarse un lugar en su vida y en su fortuna?
—Pero, ¿estás segura de que quieres esto? —preguntó, tratando de desentrañar sus verdaderas intenciones—. No quiero que nuestra relación se base en la conveniencia.
Sombra se acercó, su mirada fija en él, como si cada palabra que pronunciara tuviera el poder de cambiar su destino.
—Lucius, te amo. Pero no me malinterpretes. Estoy aquí porque sé lo que quiero y lo que merezco. Esta relación no es un refugio; es una oportunidad. Un bebé es una inversión, no solo emocional, sino financiera —declaró con una seguridad que resonaba en cada sílaba.
La sinceridad de su declaración lo sorprendió. Lucius se sintió atraído por su fuerza, pero al mismo tiempo, una profunda inquietud se apoderó de él.
—No quiero que sientas que esto es una transacción, Sombra. Quiero que sea algo real entre nosotros —dijo, tratando de aferrarse a la idea de que su conexión era auténtica.
—Por supuesto que lo es —respondió ella, su voz firme y persuasiva—. Pero no puedo evitar desear un futuro que también me beneficie, Lucius. ¿Acaso eso es tan malo? No somos ajenos a las complejidades de nuestras familias y nuestras expectativas.
Lucius se sintió atrapado entre lo que anhelaba y lo que temía. Justo en ese momento, un elfo doméstico apareció en la puerta, interrumpiendo la intensidad del momento.
—Señor Malfoy, una carta de la señora Narcisa —anunció el elfo, extendiendo un pergamino sellado con cera negra.
Lucius tomó la carta, sintiendo cómo su corazón se aceleraba al anticipar el contenido. Al abrirla, las palabras urgentes saltaron a la vista: “Lucius, debemos hablar. Es urgente.”
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Las Sombras De La Sangre
Fanfic"En lo más profundo de la mente, los oscuros secretos del pasado emergen como sombras inquietantes, susurrando historias que preferiríamos olvidar. Revelaciones olvidadas asoman a la superficie, trayendo consigo la amenaza de miedos latentes que se...